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Aceras. Zonas de paseo de peatones, invadidas por los coches.

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Aceras. Zonas de paseo de peatones, invadidas por los coches. JESÚS SIGNES

El barrio de la Roqueta de Valencia lucha por sus raíces

Los vecinos y comerciantes rechazan la imposición de unos arcos chinos y piden modernizar las aceras, más limpieza, mejorar el mercado y crear zonas infantiles

Lola Soriano

Valencia

Miércoles, 28 de abril 2021, 12:49

De momento no han colgado pancartas en los balcones ni han hecho manifestaciones en la calle, pero sí han lanzado el mensaje bien claro de que no quieren unos arcos chinos que son ajenos a sus tradiciones en el barrio de la Roqueta. Los vecinos y comerciantes de esta zona céntrica de la ciudad flanqueada por la estación del Norte, la calle Xàtiva, San Vicente y la Gran Vía han mostrado su unión con una recogida de firmas donde quieren expresar que 342 votos de un proceso participativo online no les representa en una decisión que puede cambiar unas tradiciones de un barrio más que consolidado.

Precisamente el pasado jueves, la comisión de Convento Jerusalén emitió un comunicado donde venía a decir que no apoyan una propuesta lanzada por una persona que no vive ni en el barrio y que no querían que el barrio se convierta en una Chinatown valenciana. Hasta el momento la plataforma 'Salvem la Roqueta' ya lleva recogidas mil firmas, pero sigue sin tener una fecha marcada en el calendario para exponer sus opiniones a los dirigentes de Compromís, a los que han pedido una entrevista.

Los cerca de 14.000 euros que costarán los arcos chinos no han convencido nada a los vecinos y menos aún cuando se han enterado que además, para ubicarlos, quieren usar las fachadas de las fincas. «De ningún modo vamos a permitir que nos traigan unos arcos que no pertenecen a nuestra cultura y encima usen nuestras fachadas para sujetarlos», explican Juana María Bravo y Emilia Torres, vecinas de toda la vida de este barrio céntrico.

La misma opinión mantiene Anna Sánchez, joven comerciante que se ha integrado en la plataforma 'Salvem la Roqueta'.

Apoyo de falleros

Uno de los colectivos que se movió desde el minuto cero para mostrar su rechazo es el del mundo fallero. Precisamente el presidente de la falla Pelayo-Matemático Marzal, Vicente García, detalla que «con los arcos chinos han conseguido crear un conflicto donde no lo ha habido nunca».

La fallas Plaza de España y la Ferroviaria también se han sumado. Sandra Gómez, presidenta de Plaza de España indica que «los verdaderos problemas del barrio son la falta de aparcamiento y de zonas verdes». La secretaria de la Ferroviaria, Amparo Benedito, añade que «falta alumbrado, controlar el tema de gorrillas, potenciar las tradiciones de pilota y peatonalizar Pelayo».

Esta situación que se ha generado ha conseguido poner a todos los vecinos a una, como en Fuenteovejuna, y les ha hecho reflexionar sobre las necesidades reales del barrio.

Un joven componente de la plataforma 'Salvem la Roqueta', que a pesar de su juventud tiene las ideas muy claras es Miguel Sánchez. Explica que, a pesar de ser un barrio tan céntrico «las vías del tren marcan una diferencia muy clara entre cómo está ahora de bien el barrio de Ruzafa y cómo estamos en la Roqueta».

Y es que tanto Miguel como vecinas de toda la vida como Emilia Torres y Juan María Bravo explican que «el barrio está abandonado». Por eso expresan que hay necesidades mucho más urgentes que poner unos arcos. A ello Anna Sánchez añade que «en Ruzafa, por ejemplo, hay muchos comercios árabes y no por ello se ponen símbolos o arcos».

En cierto modo, tienen claro que el ejemplo en el que debían de inspirarse los políticos es en Ruzafa. «Allí se ha hecho una reforma de calles importante, pero aquí llevamos años sin que lleguen mejoras», añaden.

En este momento de debate y reflexión que se ha abierto como consecuencia de la polémica propuesta de instalar arcos chinos, los vecinos han tomado conciencia de barrio y no dudan en enumerar todos los asuntos pendientes en calles como Pelayo, Matemático Marzal, Convento Jerusalén, La Estrella o Julio Antonio, entre otras muchas.

Una de las carencias que más repiten los residentes y comerciantes es la necesidad de renovar las aceras. «Es necesario invertir en el barrio. Hace años que no se modernizar las aceras», describen Miguel y Anna Sánchez.

Emilia Torres añade «que muchas de las aceras, sobre todo en calles como Pelayo, están llenas de coches que suben arriba y los bordillos están en muy mal estado y hay aceras que tienen las baldosas o rotas o sueltas». Precisamente una de las ideas que apuntan es la necesidad de ampliar las aceras. «Son pasos que se han quedado estrechos y hay que modernizar el barrio», comentan Miguel Sánchez y Vicente García.

Arriba tres miembros de la plataforma 'Salvem la Roqueta?, abajo, Emilia Torres y papelería Sanz. J. Signes / LP
Imagen principal - Arriba tres miembros de la plataforma 'Salvem la Roqueta?, abajo, Emilia Torres y papelería Sanz.
Imagen secundaria 1 - Arriba tres miembros de la plataforma 'Salvem la Roqueta?, abajo, Emilia Torres y papelería Sanz.
Imagen secundaria 2 - Arriba tres miembros de la plataforma 'Salvem la Roqueta?, abajo, Emilia Torres y papelería Sanz.

Gema Giménez y Jorge Pérez, de la papelería Sanz, explican que «hacen falta aparcamientos con precios populares para los vecinos, no tenemos parques, ni banquitos ni casi iluminación. Esta zona está muy deteriorada».

Ahora que el Ayuntamiento se ha fijado en ellos, tienen claro que en lugar de los arcos chinos «sería mucho mejor que hicieran efectiva la peatonalización de la calle Pelayo y que lo hagan un paseo de la fama de los pilotaris. Tenemos unas actividades deportivas y culturales propias y hasta ahora nadie lo ha puesto en valor», indican en la plataforma.

Anna Sánchez, peluquera de profesión, explica que «en el trinquete de Pelayo llevaban tiempo pidiendo que se tematizara la calle y el proyecto lo conocía el Ayuntamiento y no hacía caso. No es justo. Se podía haber hecho hace ya años».

La falta de limpieza de las calles y sobre todo alrededor de los contenedores es otro de los problemas que aseguran que hay que resolver «porque estamos al lado de la estación del Norte y de la estación del AVE y resulta que los visitantes ven el barrio sucio. No es una buena carta de presentación», indica Juana María Bravo.

La falta de aparcamiento en el barrio es más que evidente y los residentes quieren una solución. «Muchas fincas no tienen garaje y los parkings que hay en el barrio tienen precios que los vecinos no nos podemos permitir. Es el aparcamiento de todos los que vienen al centro», explican. Afirman que se necesita un plan y añaden que «los gorrillas siempre están presentes».

Otros dos temas que quieren que se solucionen es la falta de zonas verdes y de juegos para niños y creen que es vital mejorar las condiciones del mercado.

«Junto al edificio de la Seguridad Social de la calle Pelayo se podría hacer una zona de juegos infantiles porque tenemos que ir con los niños o a la calle Albacete o la plaza Vannes o a la Gran Vía», indican. Sobre el mercado, indican que «hace 24 años nos dijeron que estaban en un bajo de forma provisional y siguen».

Toñi Rodríguez, presidenta de los vendedores del mercado de Jerusalén. Jesús Signes

«El mercado está abandonado. Nunca hay presupuesto»

Árbol doblado frente al edificio de la Seguridad Social. Jesús Signes

Toñi rodríguez es presidenta de la asociación de vendedores del mercado de Jerusalén, y recuerda que hace 24 años «nos pusieron en un bajo de forma provisional y ahí seguimos». Lamenta que los mercados «tienen edificios propios y nosotros estamos en un sitio pequeño. Sólo hay trece puestos». Indica que hay aparatos de aire acondicionado «que no funcionan, cerca de la zona del bar, y nunca hay presupuesto para hacer reformas en el mercado». Dice que sólo tienen una habitación para guardar los productos de las trece paradas «y no tenemos cámaras como en los otros mercados. Enchufamos en esa habitación el aire». También se queja que falta promoción «no hay señalítica en el barrio que indique dónde está el mercado y hay gente que no sabe ni que existimos».

También se pronuncia la asociación Valencia Cultural-Vía Augusta y Camino de San Vicente Mártir, entidad que preside José Vicente Fuente. Una compañera de la directiva y muchos años presidenta, Paqui Llosá, detalla que «estos arcos no forman parte de nuestra cultura. No pega nada con la arquitectura de las fincas. En esa zona de la ciudad ahora hay comercios diversos, incluidos los chinos, pero igual que se asientan pueden cambiar de ubicación y no tiene sentido hacer zocos y volver hacia atrás«.

En su lugar, explica que hace falta más zonas infantiles y más cuidado de las existentes, más aparcamientos y «queda pendiente excavar la parte exterior más próxima a la fachada de la Roqueta. Se dejó para otro momento porque necesitaban permisos por todas las tuberías e instalaciones que había en el suelo pero se tiene que retomar por si pudieran estar los restos de San Vicente».

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