El Ayuntamiento reactiva la inversión en los tinglados del Puerto tras la paralización del Gobierno de Ribó

La celeridad de la actual corporación llega después de que Marina de Empresas, la entidad de Juan Roig, descartara esta ubicación para ampliar sus instalaciones. La firma tomó esta determinación en octubre, cuando decidió buscar otras instalaciones para ampliar el vivero ante los retrasos del anterior equipo de gobierno para rehabilitar los tinglados.

Los Tinglados 4 y 5 del Puerto de Valencia son propiedad del Ayuntamiento de València desde que, en 2003, la Junta de Gobierno aceptara la cesión gratuita de los edificios por parte del Puerto. Tienen protección patrimonial y están declarados como Bienes de Relevancia Local (BRL) de la ciudad de València.

Los tinglados fueron construidos por los ingenieros José María Fuster y Fausto Elío en el siglo XX dentro del plan de ensanchamiento y mejora del Puerto, un plan que tenía como objetivo revitalizar las exportaciones. Las construcciones pertenecen al estilo modernista valenciano y están decorados con mosaicos cerámicos policromados que hacen referencia a la vida comercial y marítima. La función original de los edificios era la de almacenes de mercancías, hortalizas y grandes.

Ahora, está por ver a qué se van a destinar. Esta rehabilitación aprobada no será aún definitiva: todavía habrá que hacer una tercera cuando se decidan los usos de los tinglados. El Consistorio todavía no sabe a qué los va a destinar, toda vez que Marina de Empresas ha renunciado al tinglado 4 para ampliar la sede del vivero. De hecho, en octubre Marina de Empresas informó de que iba a crecer pero no en el tinglado sino junto a las Atarazanas, en un edificio de nueva construcción en el que se van a invertir 20 millones.

Y eso que incluso el alcalde Ribó acudió a reunirse con Roig en verano del pasado año para asegurarle la cesión del tinglado 4, próximo a la antigua estación marítima y propiedad del Ayuntamiento (aunque en desuso), para la ampliación de las instalaciones de la Marina, en las que Roig ya ha invertido 100 millones desde su creación en 2015.

La inversión en los tinglados es el segundo movimiento de importancia que el Ayuntamiento lleva a cabo en el Puerto en los últimos meses. El anuncio llega después de que en enero la Junta de Gobierno Local aprobara la declaración de interés general del edificio del Alinghi para fines de emprendimiento y formación. El objetivo, «que toda inversión que quiera hacerse en la Marina para afianzar este lugar de la ciudad como polo de innovación y emprendimiento sea atendida», según el Consistorio. Este edificio siempre ha estado en el punto de mira de Marina de Empresas para ampliar sus instalaciones.

De hecho, fue la entidad la que el 18 de enero pidió el inicio del procedimiento para la adjudicación de un derecho de superficie sobre el edificio de la antigua base del equipo Alinghi de la Copa América, situado al lado de las actuales sedes de Lanzadera y EDEM. Su intención, ampliar el proyecto de emprendimiento y formación que llevan a cabo.

El Ayuntamiento aprobado con la base la declaración de interés general y se decidió a retornar a la Autoridad Portuaria de Valencia el inmueble de forma temporal, con la única finalidad de tramitar dicha solicitud. Luego se decidirá si su uso se destina a esa ampliación de Marina de Empresas.