El Ayuntamiento lanza un plan para desviar turismo a los barrios ante el colapso del centro

«La ciudad de Valencia en los últimos años se configura como uno de los principales destinos turísticos a nivel nacional e internacional con un enorme potencial de crecimiento. En los últimos diez años, ha protagonizado un fuerte crecimiento tanto de su oferta como de su demanda. Este crecimiento y sus perspectivas a futuro son un reto a plantearse por parte de la Administración antes que los impactos negativos lleguen a manifestarse como está ocurriendo en otras ciudades», indica el contrato.

La memoria justificativa de la puesta a licitación pública del proyecto continúa: «La atracción que suscitan algunos puntos de la ciudad ha favorecido que los flujos de visitantes, lejos de distribuirse de manera homogénea por el territorio, se concentren en determinados lugares generando malestar tanto en los residentes que viven como en los propios turistas que los visitan».

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El Consistorio admite por escrito que este aumento de la turistificación en el centro puede provocar «un incipiente desequilibrio entre residentes y turistas». «El fenómeno turístico en la ciudad tiene una tendencia natural a la concentración espacial y es una realidad el desigual reparto de la actividad turística en los distritos de la ciudad. Esto se manifiesta en que la intensidad de la actividad turística es especialmente alta en diversas zonas, mientras que, en cambio, hay otras poco desarrolladas turísticamente con escasa o nula oferta existente y demanda recibida. Los desequilibrios son pronunciados y por lo tanto, los impactos económicos, territoriales, sociales y culturales, son muy heterogéneos».

«Esta concentración puede dificultar la integración de la actividad turística en la vida ciudadana y disminuir la calidad de la propia experiencia turística pero también, y sobre todo, dificulta una distribución homogénea de la riqueza que el turismo aporta en la ciudad. La desconcentración territorial de la actividad turística se configura en Valencia como uno de los principales retos de futuro», aseguran desde la concejalía de Turismo.

Así las cosas, el Consistorio busca «un cambio de discurso que permita un mayor equilibrio entre la atracción que generan los mayores iconos turísticos de Valencia y el interés que hay que suscitar sobre otros relatos de ésta que permitan poner en valor atractivos menos o nada conocidos». El programa, denominado Turismo de Barrios, busca crear «nuevos flujos turísticos que generen actividad turística hacia los barrios. Para ello, el Programa comprende una serie de actuaciones que incluyen, entre otras, la creación de un producto turístico global temático de los barrios de Valencia.

La consultoría adjudicataria del proyecto tendrá 18 meses para elaborar el plan. Entre las labores del contrato se cuentan la identificación de los atractivos de cada barrio y realización de los inventarios de recursos turísticos, la identificación del mapa de agentes susceptibles a participar en el trabajo en red de desarrollo del producto turístico, el análisis de la potencialidad turística de los barrios analizados, la creación del relato turístico de cada uno de los barrios seleccionados a través de la identificación de elementos diferenciadores capaces de crear propuestas de valor atractivas de convertirse en producto turístico, el diseño de itinerarios por cada uno de los distritos de la ciudad de Valencia, la propuesta de señalética y la aplicación de una metodología de trabajo en red con los agentes a lo largo de todas las fases de desarrollo del contrato.