El Ayuntamiento de Valencia mantiene el mercado de agricultores pese a la oposición de los comerciantes de Colón

«No sabríamos cómo hacerlo y nuestro producto perdería calidad», ha dicho Manglano. A la reunión han acudido representantes de la Asociación de Vecinos Pla del Remei-Gran Vía, así como la portavoz de los mercados de la ciudad en Confemercats-Confecomerç CV, Alicia García Trenzano. Todos ellos trasladaron al Ayuntamiento su rechazo al mercado de agricultores, por mucho que las ediciones en Benimaclet o Castellar hayan tenido un moderado éxito pese a que una de cada tres paradas ha quedado vacante. Les remitieron a una nueva reunión el día 18 de abril para analizar si hay perjuicio económico. Además, han rechazado las acusaciones de «clasistas» que han recibido de boca del vicealcalde, Sergi Campillo, también de Compromís.

Porque no nos engañemos: hay proyectos de gobierno, proyectos del PSPV y proyectos de Compromís. En el caso de algunos, como el Ausiàs March, un partido puede intentar apuntarse el tanto, pero en este, es puramente de Compromís. Ha sido el partido que dirige en el Consistorio Joan Ribó el que ha apostado parte de su capital político en un proyecto que entronca perfectamente con su electorado pero que es de difícil aceptación por otros muchos sectores de la población. También es llamativo que haya sido ahí, en Pla del Remei, donde menos ha buscado Compromís dialogar con los vecinos. Podría tener algo que ver con que, en las elecciones municipales de 2019, en este barrio obtuviera el PP un total de 2.063 sufragios, casi seis veces más que Compromís, que se quedó en 353.

No es, por tanto, terreno favorable para Compromís, que ha decidido sentarse con los comerciantes apenas 16 horas antes de que abran los puestecitos de Martínez Ferrando. Y no es que no supieran de las quejas de los residentes, porque al menos a principios de 2021 ya conocían un informe elaborado por la asociación El Llibrell que alertaba de que ubicar un mercado junto a Colón sería «complicado».

El informe, además, tilda de «hostil» el ambiente general en el barrio. «La postura oficial de la Asociación de Comerciantes es contraria al nuevo mercado de venta directa, rechazando cualquier forma de colaboración como la difusión y dinamización conjunta orientada a atraer nueva clientela», señala el documento al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS. «Tan sólo aceptan negociar un día de mercado que piensan que les perjudicará menos», añade la entidad.

El documento reconoce que las quejas que se dieron en 2020 fueron las mismas que ahora: miedo a la competencia, diferencia de condiciones para la venta respecto de las paradas del nuevo mercado (tasas, ubicación poco visible en el subterráneo) o desconfianza hacia la administración municipal por el proceso de abandono «que han sufrido en el pasado», indica El Llibrell en el informe.

En este documento, obviado por el Consistorio durante dos años, ya se apuntaba que era necesaria «una propuesta de mediación» con los comerciantes, así como «intentar contactar de nuevo y buscar actores del barrio que puedan ser aliados en la mediación y proponer estrategias colaborativas entre comerciantes y mercado de venta directa para que no vean el mercado (agrícola) como competidor, sino como oportunidad de ampliar clientes con perfiles diferentes.

Nada de esto se ha realizado. De hecho, la pasada semana el mismo Ribó dijo que no podían «abrir vías de diálogo» sobre todo, pese a que en este caso tenía en su mano, como aquel capitán con los informes de iceberg, un documento que alertaba de que tenían que hablar con los comerciantes para evitar lo que han tenido que hacer este lunes in extremis.