El derecho de tanteo o retracto es una herramienta que pueden utilizar los ayuntamientos para adquirir vivienda y aumentar el parque público destinado al alquiler, favoreciendo así a familias sin recursos gracias a arrendamientos más bajos. Desde que Valencia tiene esa posibilidad, el 29 de julio de 2021, no lo ha ejercido nunca.
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El balance sorprende por lo pobre pese a la necesidad urgente del gobierno municipal en aumentar el número de viviendas, a la vista de la demanda que sufre tanto Aumsa como la concejalía de Vivienda. En una respuesta dada por esta delegación al concejal de Ciudadanos Narciso Estellés se indica que desde la aprobación del convenio y hasta el pasado 15 de diciembre, se han producido 224 comunicaciones de transmisiones de viviendas y no se ha paralizado ninguna para hacer uso del derecho de tanteo.
Los motivos del rechazo son diversos y se argumentan ocho causas, como son que las viviendas se encuentren en otro término municipal, lo que invalida cualquier operación. También aquellas catalogadas como de protección pública, pero que la han perdido, o las que se aporta documentación judicial del concurso de acreedores, por lo que están inmersos en un procedimiento judicial. Aparece también que «no son de interés municipal».
Sea como sea, los meses transcurridos no han servido para aumentar el parque de viviendas del Consistorio. «Que el ayuntamiento no haya aceptado ni una sola operación de 224 posibles indica que, o bien ha comunicado deficientemente los términos para la aceptación de viviendas, o el proceso de obtención para fines de alquiler asequible es muy poco efectivo», señaló Estellés.
Además de los supuestos que establece la normativa para no hacer uso del derecho de tanteo, la misma delegación indica otros cuatro por lo que no cerrará ninguna operación. Se trata de cuando los compradores sean personas y no empresas, o que las viviendas estén ocupadas ilegalmente. Por último, cuando la venta sea acordada por un juzgado.
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Así las cosas, las opciones se reducen mucho. Para Estellés, la poca efectividad del tanteo «se veía venir al ser una herramienta previamente impuesta por decreto ley en Las Corts, con un convenio 'trucado' para la ciudad de Valencia. Tanto en el pleno de enero como en el de julio de 2021 desde Ciudadanos votamos en contra del tanteo que proponía el gobierno municipal porque no daba garantías jurídicas, no gustaba a ninguno de los sectores relacionados con la vivienda y se adoptó a propósito una fórmula de convenio con la Generalitat de cuatro años renovables a cuatro más, en vez de renovar año a año como en otras poblaciones».
Por último, señaló que el mismo decreto original autonómico «llevaba implícitas más de 30 autocorrecciones de sus propios impulsores. Con esa base de partida errática, impuesta y nada dialogada no ha sido posible poder llegar a consensos previos con respecto al tanteo».
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