El Ayuntamiento de Valencia retira enseres de los sintecho del río pero los campamentos se mantienen

Patrullas X4 de la Policía Local de Valencia, que realizan seguimiento de las personas sin hogar, han acompañado a las brigadas municipales y a personal de Servicios Sociales en las tareas de limpieza de dos de los puentes del viejo cauce que se han completado esta mañana.

Tras el aviso del Ayuntamiento de Valencia realizado el martes, a través de unos carteles informativos pegados en los propios arcos de los puentes, donde el Consistorio advertía en cuatro idiomas, entre ellos el castellano, francés y árabe, de que iba a proceder adecentar la zona, la intervención se ha localizado en esta jornada en los puentes del Real y el de San José, dos de los viaductos donde pernoctan a diario decenas de personas sin hogar.

A primera hora de la mañana, antes de las 8 horas, dos camiones de limpieza han bajado al Jardín del Turia y los operarios poco a poco han ido llenando los volquetes con sillones, mesas, maletas, cartones que emplean los moradores de los puentes para resguardarse del frío y hasta los platos donde ponen la comida a sus animales de compañía.

La Policía ha advertido a los presentes que guardaran sus pertenencias personales dentro de las tiendas de campaña y que el resto se iba a retirar, para poder dejar los puentes cumpliendo las normas de decoro y sin enseres por doquier.

Los presentes han hecho caso a las indicaciones, han guardado sus efectos personales y han esperado en un lado a que terminaran las tareas de limpieza.

El primer puente donde se ha intervenido a primera hora de la mañana ha sido el del Real. Cuatro de los hombres que se refugian en uno de sus arcos han esperado pacientes en unos bancos próximos y un quinto ha trasladado la tienda de campaña al propio jardín.

Otra pareja ha permanecido en la tienda de campaña hasta que ha terminado la actuación. La mujer, una joven que afirma estar enferma de cáncer, explica que «ya no recibo ni tratamiento porque no puedo ir a ningún albergue, puesto que no admiten a mis perros y no tengo ninguna alternativa ni solución para poder irme de aquí». Además, lamenta que durante las tareas de limpieza «nos han quitado hasta las piedras que teníamos puestas para fijar la tienda de campaña en el suelo».

Otras dos jóvenes, sí han optado por levantar el campamento. En ese intervalo, una joven que pasa por el Jardín del Turia se ofrece a buscarles una furgoneta donde recoger sus cosas y llevarlas a otro sitio. Finalmente, aceptan el ofrecimiento y buscan otro sitio donde poder instalarse y afirman que buscarán suerte por alguna zona de El Saler.

En ambos casos afirman que llevan dos años «pidiendo ayudas de violencia de género y tampoco tenemos vivienda dónde ir». Una de ellas añade que no tiene adicciones «pero nunca encuentro sitios en albergues porque tengo un perrito. En uno de los sitios proponen ponerlo en una cajita tipo transportín y se agobia el animal. Y hay veces que están vacíos, otras veces repletos... Y aquí en el puente siempre hemos limpiado nosotras la zona donde estábamos porque no me gusta verlo sucio».

También describen los problemas diarios para el aseo y la ducha. «Vamos a un sitio cercano, al Casal de la Pau, pero a las 6 de la mañana ya hay cola y a veces hay conflictos por conseguir poder entrar a ducharse. Es muy complicado», afirman.

Su compañera añade que hace un año que ha salido de la cárcel. «Pedí ayudas de violencia de género y una vivienda. Me tienen que operar de pólipos, tengo asma, cirrosis y mi marido se murió hace cuatro meses», lamenta.

Las dos mujeres afirman que «no es fácil vivir en la calle. El otro día vinieron unos que no llegaban a los 40 años y nos tiraron petardos y nos orinaron en las tiendas. No hay derecho». También explican que a un compañero le tiraron una piedra y llamamos a la Policía, pero no vino«.

Los servicios municipales limpian, retiran la acumulación de muebles y ropa y se van de este puente donde sigue el día a día. Los agentes detallan que periódicamente se hacen tareas de limpieza y mantenimiento en los puentes, sobre todo en los históricos.

Las tiendas de campaña permanecen, ya que se consideran como sus domicilios y si bien la acampada libre está prohibida, al final es poco productivo optar por la sanción porque no tienen recursos.

Más adelante, el segundo punto de intervención en esta ocasión ha sido el puente de San José, donde este miércoles había nueve tiendas de campaña. En uno de los arcos había tres tiendas, en otro arco una más y un colchón, en un tercero tres más y en el último vano dos tiendas de campaña más.

En uno de estos espacios está un hombre de origen colombiano. Narra que lleva cuatro meses y medio en este puente y tres meses antes estuvo en Albaida. «En Colombia empecé a tener problemas con el trabajo y me vine a buscar una vida mejor. El problema es que no encuentro trabajo estable. He trabajado recogiendo frutos, pero sin contrato, y hace poco retirando las cañas de la dana». También indica que no tiene antecedentes «y estoy en lista de espera para que me acojan en un albergue». Además, quiere tramitar la Renta Valenciana y está a la espera que le den el certificado del empadronamiento.

Otros puentes donde en esta jornada no se ha actuado pero donde también hay presencia de personas sin hogar, es el puente de Serranos, donde este miércoles había dos tiendas de campaña y el puente de la Trinidad, donde había diez tiendas y enseres. Seis de los diez arcos tenían pertenencias de personas sin hogar.

Otros habían buscado abrigo entre unas plantas enredaderas cerca del campo de béisbol del Jardín del Turia.

Si bien desde el Ayuntamiento de Valencia insisten en que se les ofrece alternativas personalizadas, según la situación, y que en muchos casos no quieren acogerse, recuerdan que las actuaciones de limpieza que se realizan sirven para garantizar la salubridad de estos espacios.

En el resto del río, la vida sigue, con deportistas corriendo por el carril de 'running', otros circulando por el carril bici y grupos de personas con monitores realizando actividades físicas al aire libre.