El Ayuntamiento de Valencia estudia colocar la Virgen de los Desamparados junto a la entrada del refugio de la guerra

La portavoz del PP, María José Catalá, ha calificado de «tomadura de pelo» una respuesta municipal. «Es una falta total de interés», ha dicho, cuando hace dos meses se aprobó su reubicación tras una moción presentada por el PP y con todos los votos a favor. Catalá ha asegurado que no existe voluntad «por parte de este gobierno sectario de reubicarla, pero ya queda poco para que vuelva». La portavoz del PP ha prometido que, de ser elegida alcaldesa, «la imagen de nuestra Patrona volverá al lugar donde nunca debió de retirarse».

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, ha propuesto que la imagen se exponga en un espacio museístico de la casa consistorial, prioritariamente en la entrada al Refugio. «Hace un par de meses conseguimos llegar a un acuerdo con el equipo de gobierno para que la imagen de la Virgen que antes estaba expuesta en el Museo Histórico se quede en el Ayuntamiento. Nos parecía importante que la pieza no se fuera al Museo de la Ciudad porque su lugar histórico es esta casa», ha detallado.

«Celebramos que finalmente el equipo de gobierno entrara en razón y aceptara nuestro acuerdo para dejarla en el Ayuntamiento», ha señalado, al tiempo que ha recordado que recogió alrededor de 2.000 firmas para pedir que la Virgen se quedara en el Ayuntamiento.

«Por el momento, estamos en conversaciones con el equipo de gobierno para colocarla junto a la sala de exposiciones, cerca de la entrada al Refugio. Una idea que defendemos y apoyamos porque le dará mayor visibilidad y alcance a la figura, al estar a la vista de todas las personas que vengan a visitar el espacio museístico», ha valorado. Así, ha explicado que el horario de visitas del Refugio también incluye las horas de la tarde, una ventaja con la que no cuentan otras zonas del Ayuntamiento como el vestíbulo principal, el balcón o el Salón de Cristal, que solo abren en horario de mañana.

«En definitiva, demostramos una vez más que somos una formación con capacidad de llegar a acuerdos», ha valorado. Así, Giner ha recordado que el problema con la talla de la Virgen empezó cuando se iniciaron las obras del Museo Histórico, junto al Salón de Plenos. «En ese momento, se dieron cuenta de que el proyecto no se iba a poder ejecutar tal y como estaba previsto, y que la Virgen no se iba a poder colocar en su lugar histórico. Por eso, nosotros propusimos que, si no se podía exponer ahí, se expusiera en cualquier otro espacio de la casa consistorial», ha indicado.

La imagen es conocida como la Virgen de los funcionarios, porque tras la guerra fueron los trabajadores de la Casa Gran los que pagaron una talla para recordar que la imagen original estuvo escondida junto al Hemiciclo durante todo el conflicto, desde que en julio de 1936 el alcalde republicano del momento, José Cano Coloma, la escondiera junto al Salón de Cristal para salvarla de los ataques a la Basílica y la catedral.

Permaneció ahí, oculta, mientras el Ayuntamiento estuvo en manos de los republicanos. Consumado el golpe de estado y una vez el franquismo se hizo con el poder, la imagen volvió a la Basílica, donde fue restaurada, y los trabajadores municipales hicieron una colecta para confeccionar una talla, que data de los años 40. La figura estuvo expuesta junto al zulo donde estuvo escondida durante 80 años, hasta que el pasado año el equipo de Gobierno de Joan Ribó la retiró por las obras del Museo Histórico Municipal.

Aunque la primera intención era trasladar la talla al Museo de la Ciudad, situado en la plaza del Arzobispo, la movilización ciudadana y de la oposición en el Consistorio hizo que Glòria Tello, concejala de Cultura, aceptara mantener la figura en el edificio de la plaza del Ayuntamiento, aunque hasta este jueves se desconocía dónde podía ir ubicada.