M. GUadalajara
Martes, 5 de marzo 2019
A las cinco de la tarde de este martes el autobús de la organización HazteOír era inmovilizado por la Policía Local de Valencia junto al Palacio de Congresos. Como ya hicieron en otras ciudades, su intención era la de circular por las calles de Valencia con un mensaje contra el feminismo para exigir la derogación de las leyes de género, en concreto la Ley de Violencia de Género y las Leyes LGTBI autonómicas.
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Pero una infracción por la instalación de láminas adheridas a las salidas de emergencias acristaladas fue el motivo determinante para la detención del vehículo. El autobús, que no está registrado ni matriculado como publicitario, sino como autocar para el transporte escolar, incumplía el Reglamento General de Vehículos.
Ante estos casos corresponde la medida provisional de la inmovilización del vehículo que tras su inspección, debe conducirse a la central de la policía para retirar la publicidad. Esto fue precisamente lo que ocurrió con el vehículo de HazteOír este martes por la tarde y quien asume la responsabilidad del incumplimiento es el titular del autobús. El empresario madrileño es quien debe pagar la multa por esta infracción. Asciende a 200 euros por poner en peligro la seguridad vial, según fuentes municipales.
No lo solo se enfrentan a esta multa. El autobús de HazteOír dejó de circular debido a estos hechos pero además, la Policía Local de Valencia va a tramitar hoy miércoles las diligencias penales por delitos de odio. Tanto sus mensajes como su propuesta contra las leyes de género, desencadenaron la tensión durante su accidentado paso por la ciudad.
Tras la actuación de los agentes y al inmovilizar el vehículo, un grupo de manifestantes se apresuró en arrancar por la fuerza los carteles adheridos al autocar. Lanzando naranjas de los árboles cercanos y con gritos de, «fuera de aquí», el grupo de jóvenes mostraba su repulsa ante la intención de la organización.
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Las reivindicaciones fueron iniciados por un joven, al que se sumaron un grupo de mujeres para protestar frente a los dirigentes de la organización. La tensión entre manifestantes y los integrantes de HazteOír fue creciendo cuando los agentes procedieron a retirar el vehículo. Insultos, reproches y malos gestos protagonizaron el enfrentamiento entre ambas partes. Los agentes de policía regresaron para calmar los ánimos y sin necesidad de mediar, se terminó la disputa.
La organización de Ignacio Asuaga aseguró tras todo lo sucedido que sus servicios jurídicos «valoran una querella contra el alcalde Joan Ribó» porque consideran que un político «no tiene la potestad para tomar estas decisiones que emprender un juez». Asegura que la actuación de la policía, «es una cuestión ideológica porque hasta ahora en ninguna otra ciudad nos habían prohibido circular».
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El autobús salió ya de noche de las dependencias policiales sin ninguno de los vinilos adheridos a la carrocería.
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