El callejón sin salida de Grezzi

La EMT parece abocada a un callejón sin salida. Ante las terribles pérdidas que se esperan para este año por la pandemia de coronavirus, que en los días más oscuros dejó ocupaciones de autobuses muy inferiores a las habituales (un 99% menos en algunos casos), la empresa recibió ayer un nuevo varapalo: la Dirección General de Trabajo, dependiente de la conselleria de Economía, rechazó ayer las alegaciones al dictamen del pasado mes en el que se advertía de que la empresa no podía acogerse a los ERTE que plantea el Gobierno para el estado de alarma al ser una entidad pública. Se acaban las opciones para la empresa: o despidos de trabajadores por motivos productivos, lo que podía incendiar San Isidro, o pedir más dinero tanto al Consistorio como al Gobierno central.

Según la resolución de Trabajo a la que ha tenido acceso este diario, además de rechazar los argumentos de la EMT, hay un párrafo particularmente demoledor: «Desde un punto de vista exclusivamente financiero, está claro que la paralización o ralentización de la actividad de estas entidades instrumentales, bastante frecuentes en el ámbito local, donde numerosas sociedades mercantiles públicas ostentan la condición de medio propiomunicipal y asumen la prestación de servicios de competencia local(gestión directa de los servicios públicos) y no se financian de forma exclusiva gracias a los ingresos vinculados a la actividad que constituy esu objeto, puede plantear problema de liquidez y de solvencia. Cuando estas entidades no se financian mayoritariamente de los ingresos obtenidos en el mercado,no está permitida la posibilidad de que se acojan a un ERTE ya que se trata de entidades que, teniendo naturaleza jurídico-privada, se integran en el sector público y se nutren sustancialmente de los presupuestos públicos».

Desde la oposición mostraron sus críticas. «Reclamamos un plan de viabilidad económica para EMT para los años 2020 y 2021, habida cuenta de los más de 25 millones a financiar que prevé la EMT para el final de este año. Este sería el auténtico salvavidas para la empresa», señaló el concejal de Ciudadanos, Narciso Estellés. También Carlos Mundina, del PP, indicó: «Antes de hacer un ERTE en la EMT, lo primero que tiene que hacer Ribó es destituir a Grezzi y a su cúpula directiva».

Así las cosas, ¿qué puede hacer la EMT ahora para recuperar las pérdidas de entre 14 y 23 millones que espera tener este año, dependiendo de lo rápida que sea la recuperación? No tiene demasiadas opciones. Aunque preguntada por este aspecto la empresa no quiso pronunciarse, lo cierto es que son tres: recurrir judicialmente la decisión de Trabajo, plantear un ERTE por motivos productivos (para eso no necesita ni la autorización de Trabajo ni el acuerdo con los trabajadores) o intensificar el clamor contra la falta de financiación y pedir más dinero tanto al Gobierno central, a quien se le exige el contrato programa, como al Consistorio.

Esta última opción, que sería la más viable, no es la que mejor se ve desde la concejalía de Hacienda, donde los técnicos comienzan a vislumbrar un complicadísimo encaje de bolillos para el presupuesto del año que viene.