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Pasada la Semana de la Movilidad y con el horizonte de las elecciones municipales de 2019 de fondo (quedan nueve meses y hasta el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, ya hablaba hace unos días de repetir el gobierno de izquierdas en el Ayuntamiento), las miradas se han dirigido de nuevo hacia la calle Colón.
Se trata de una de las principales arterias comerciales del cap i casal y la que más ha sufrido con las intervenciones del gobierno municipal de Joan Ribó: segregación del carril bus (pivotes y línea amarilla continua), lo que impide parar a los coches; obras del anillo ciclista; eliminación de las plazas de la ORA; habilitación de otro vial para parking de motos o supresión del giro hacia Jorge Juan.
Situaciones que han provocado numerosos problemas de circulación tanto en esta calle como en las adyacentes, de ahí que distintos colectivos de la ciudad reclamen al Ayuntamiento un análisis del estado de la calle Colón para poder aplicar medidas de reordenación del tráfico, sin olvidar la publicación de la nueva ordenanza de Movilidad, pendiente desde hace tres años. Un dato: en la comparativa de abril de 2017 y de 2018 el tráfico descendió en casi 3.000 vehículos diarios.
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, María José Broseta, es contundente cuando se le pregunta por la situación de la calle Colón: «Es un verdadero caos». De ahí que se muestre crítica con la actuación municipal ya que, a su juicio, «se tendría que haber estudiado antes de ejecutar. Cuando se hace una cosa, se debe estudiar técnicamente y realizar un verdadero proyecto de participación que, en este caso, no se hizo».
Broseta recuerda, por ejemplo, los giros «mal resueltos» por el peligro que implican para ciclistas y peatones y «el colapso de las vías de alrededor» debido a los conductores que huyen de la calle Colón. No obstante, no es partidaria de revertir la situación debido a la inversión que ya se ha realizado. «El debate no debe ser quitar o poner, sino pensar en cómo mejorar la situación», plantea la presidenta vecinal, que también recuerda la importancia de abordar «qué modelo de ciudad queremos».
«Revertir una vez hecha la inversión, no; pero sí es necesario un uso responsable por parte de la ciudadanía de los espacios que se han creado». Es la reflexión que realiza el secretario de la Unión de Consumidores (UCE) de Valencia, Vicente Inglada, que reclama al Consistorio «la anunciada y esperada» ordenanza de movilidad.
«Es necesaria para mejorar esta zona. Tiene que ser una norma clara que, incluso, si debe penalizar, lo haga. Y hay que concienciar a todos (peatones, conductores, ciclistas) de un buen uso del espacio público», destaca Inglada, que apela también a la responsabilidad del Ayuntamiento, y en especial del concejal de este área, Giuseppe Grezzi, en la reordenación de los espacios.
De ahí que lamente que la intervención en la calle Colón «no se hubiera hecho de otra manera. Hay que diseñar la ciudad en función de las necesidades. Primero la ordenanza y luego las obras».
El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Móner, tiene claro que las medidas de la calle Colón «deberían haberse consensuado con todos los colectivos». Porque una actuación de este calado, con el impacto que tiene para los ciudadanos, «no puede imponerse sin tener en cuenta los efectos».
Recuerda que desde Avacu se ha pedido en varias ocasiones al alcalde, Joan Ribó, que explique el plan de ciudad. «Abogamos por menos coches, por una ciudad sostenible y pensada para el peatón. Pero todo desde el consenso», añade.
Porque, apunta Móner, «la supresión de dos carriles ha generado problemas de tráfico y conflictos entre los peatones y los usuarios de los patinetes y las bicis».
Para el presidente de Avacu los pasos deberían ser «concretar la legislación, ver qué usos tiene y plantear la reordenación, siempre pensando en el peatón».
«No se pueden basar todas las actuaciones en forzar a los coches a dejar de venir al centro histórico por el temor a encontrarse con una retención o no poder acceder a un parking», reflexiona Rafael Torres, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y de la Confederación de Empresarios del Comercio y Servicios de la Comunidad Valencia (Cecoval).
«La gente tiene que tener la percepción de que el centro es accesible y en eso se ha fallado porque ha faltado información, no se hizo una campaña y muchos optan por irse a los centros comerciales», critica el también empresario. «También debería haberse reforzado el transporte público», añade.
Cómo se ha hecho la actuación en la calle Colón y el rechazo que ha generado «por el caos circulatorio» tienen que ser, según Torres, «el punto de inflexión y de reflexión» para el futuro. Especialmente cuando sobre la mesa del cap i casal figuran proyectos como la reordenación de la plaza de la Reina, «que tendrá afección sobre el resto de calles del centro, especialmente en la Paz», y otra intervención para restringir la circulación en varias calles del Ensanche.
¿Qué tendría que hacer ahora el Ayuntamiento? Rafael Torres apuesta por «repensar y reforzar el transporte público». Es decir, «ver cómo está funcionando, que el Consistorio escuche las voces críticas y garantizar la accesibilidad de comerciantes, vecinos, transporte público, aparcamientos y la carga y descarga. Lo contrario provoca caos y daños económicos, especialmente en el comercio».
Para el presidente de la Federación Sindical del Taxi, Fernando del Molino, las modificaciones introducidas en la calle Colón «han provocado que la circulación sea más lenta». Satisfechos con la nueva ubicación de la parada de taxis, sí que reconocen algunos problemas, como la zona de aparcamiento de motos.
«Más espacio para el peatón y la bicicleta es bueno. Dar más espacio para aparcamiento es negativo. Es molesta esa barrera que se ha generado», explica Del Molino, partidario de mantener el carril bici.
22.037 vehículos circularon de media diaria en el tramo de mayor intensidad de la calle Colón en abril de 2017. Un año después, tras los sucesivos problemas de tráfico, la cifra se había reducido a 19.320.
Las medidas. El Ayuntamiento impulsó varias intervenciones: segregación del carril bus (pivotes y línea amarilla continua); obras del anillo ciclista; eliminación de las plazas de la ORA; habilitación de otro vial para parking de motos y supresión del giro hacia Jorge Juan.
Propuestas para la calle colón
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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