El 0,3% de los vecinos deciden los drásticos cambios de tráfico de Ribó

Los presupuestos vecinales son el buque insignia del Ayuntamiento de Valencia en lo que a participación se refiere. Presentados en 2015, los residentes de la ciudad deciden en qué quieren invertir siete millones de euros al año. Sin embargo, también son la puerta de atrás por la que se «cuelan» proyectos votados por unas pocas decenas de personas, como buena parte de los carriles bici que han salido de los Decidim VLC de los últimos tres años. Algunos de ellos, como el de Reino de Valencia o el de la avenida de Burjassot, han despertado los recelos de los residentes en la zona, mientras fueron aprobados con poco más del 0,1% de votos del censo de habitantes de su distrito. Otros, como el de la avenida de Suecia, únicamente recibieron 20 votos, un 0,06% del censo total de su distrito, Pla del Real, mismo porcentaje de sufragios que recibió el de Camino de Moncada pero del distrito de Rascanya. El apoyo medio de todos los proyectos salidos de los presupuestos es del 0,36%.

En los primeros procesos, como en 2016, sólo se podía votar por internet, lo que redujo la participación. De ese año salió el de Reino de Valencia, que recibió 67 votos, un 0,15% de los residentes en el Ensanche, distrito al que estaba adjudicado el proyecto. Este carril bici ha dejado un solo vial para transporte público y tráfico privado, lo que ya ha provocado atascos en una de las vías más importantes para acceder al centro de la ciudad desde la marginal derecha del río y distritos como Poblats Marítims o Camins al Grau. Se trata, además, de un proyecto presentado por el Consistorio.

El de la avenida de Burjassot, el otro carril polémico, recibió 55 votos, para un total de vecinos en su distrito, Benicalap, de 46.539 personas: un 0,11% del censo. Con todo, es uno de los porcentajes más altos. Este proyecto pertenece todavía al primer Decidim, donde quedan pendientes otros carriles como Manuel Candela y Padre Tomás de Montañana (ya está en ejecución y lo votaron 198 personas, un 0,53% de los vecinos de Algirós) o la reforma del de la calle Cuenca, uno de los más criticados por los ciclistas de la ciudad que, pese a eso, recibió apenas 65 sufragios, un 0,13% de los vecinos de Extramuros. El carril bici del puente de Campanar lo votaron 26 personas, un 0,05% del total de los residentes en el distrito de la Olivereta.

De esta edición se han sacado a licitación los carriles bici de la avenida de Burjassot entre San Pancracio y la ronda norte, en la avenida de la Constitución, en la avenida de Suecia, en la calle Cuenca, en el puente de Campanar, en Manuel Candela-Tomás de Montañana y en Reino de Valencia. Algunos de ellos como los de Reino de Valencia o Burjassot ya están en funcionamiento, o casi, mientras que otros, como el de la calle Cuenca, siguen su tramitación dentro del Consistorio.

Estos datos de participación no mejoraron en el Decidim de 2017. De estos presupuestos salieron 9 carriles bici. Algunos, como el del río hasta el puente de la Fórmula 1 o el de la calle Jesús, ya se han ejecutado, costando al erario público 42.000 euros en total. Fueron votados por 289 y 572 personas. Pueden parecer cantidades altas, pero se trata, en realidad, del 0,38% de residentes en Quatre Carreres y del 0,98% de vecinos en Patraix, respectivamente, distritos a los que estaban adjudicados. Otros quedan todavía por ejecutar, como el de Santos Justo y Pastor, que votaron 345 personas, o el de Juan XXIII, apoyado por 194 vecinos de Benicalap.

De este Decidim ha salido a licitación pública los carriles bici de la avenida Juan XXIII, Sancho Tello-Jerónimo de Monsoriu y Maestro Rodrigo, en el tramo entre Miquel Navarro y Pío Baroja. Se adjudicaron el pasado verano. En el lote 2 y 3, Sancho Tello-Jerónimo Monsoriu y Maestro Rodrigo, respectivamente, el coste para las arcas públicas es de más de 381.000 euros. El carril bici de Maestro Rodrigo recibió 117 votos en el Decidim del pasado año. Con esos sufragios, el Consistorio ha decidido gastar más de 227.000 euros en un nuevo vial.

En 2018, se decidió hacer lo que se llamó una «edición de ciudad»: se votaban proyectos cuya trascendencia superaba a un barrio en concreto. De esos presupuestos salieron dos carriles bici, y los dos de importancia, pues afectarán seriamente al tráfico: el de las grandes vías Fernando el Católico y Ramón y Cajal y el Primado Reig. El primero fue votado por el 0,36% de los vecinos en Valencia y el segundo por el 0,31%. El carril de las grandes vías costará 320.000 euros y el de Primado Reig, más de medio millón de euros: 520.000. En el caso del vial que discurrirá por las grandes vías, conductores de la EMT ya han expresado sus dudas sobre el trazado.