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La pasarela que atraviesa la Casa del Agua, llena de pintadas. Jesús Signes
La Casa del Agua de Valencia: tres décadas con basura, pintadas y abandono

La Casa del Agua de Valencia: tres décadas con basura, pintadas y abandono

Las brigadas de limpieza inician otra operación para adecentar el edificio y el Ayuntamiento anuncia un nuevo plan para darle utilidad

Joel Carrascosa Blanco

Viernes, 7 de julio 2023, 19:03

Nuevo capítulo en la triste historia de la Casa del Agua del antiguo cauce del río en Valencia. Una brigada de limpieza del Ayuntamiento ha entrado este viernes, por enésima vez, para limpiar y adecentar el edificio, abandonado y sin utilidad desde hace tres décadas.

Los trabajadores tienen una ardua tarea por delante. Latas de cerveza, botellas rotas, bolsas de basura a rebosar, maletas destrozadas, perchas partidas y montones de ropa vieja conforman el lamentable panorama que se dibuja en el edificio, situado a la altura del barrio de Campanar.

Tras más de treina años de abandono -se inauguró en 1990- la basura se ha convertido en el mobiliario de un edificio que debía ser un homenaje a la historia hidráulica de la ciudad y que se ha tornado en una mole abandonada a la que ningún gobierno municipal ha sido capaz de dar utilidad.

Por más que se haya repintado y limpiado en ocasiones, al poco tiempo vuelve a tener el mismo aspecto de desolación. La falta de vigilancia y de paredes en la construcción provoca que sea lugar de fácil acceso y que cualquier gamberro pueda deteriorar su interior sin oposición alguna. «Horroroso, nefasto, guarrísimo», son algunos de los adjetivos con los que los vecinos y los transeuntes que la ven todos los días describen el estado de la Casa del Agua.

Limpieza con agua a presión, este viernes. LP

Que se haya llegado a esta situación es, para la mayoría de los ciudadanos consultados, culpa de los gobernantes y las instituciones. «Evidentemente la gente que vive allí son mendigos, gente sin recursos. Pues quizás el Gobierno debería darles otra solución. Porque solo pensar que tienen que vivir en estas condiciones es lamentable», cuentan los vecinos en referencia a las personas que suelen pasar las noches en este lugar.

«Culpo al Ayuntamiento, a la Policía Local, desalojada de aquí y que por su culpa han dejado todo esto en estado de abandono», argumenta un vecino de la zona. «En primer lugar se debería poner más vigilancia, impedir el acceso colocando cierres y hacer una buena limpieza. Pero sobre todo más vigilancia», comenta otro vecino que pasea recurrentemente por el lugar, acerca de las medidas que debería de tomar el Ayuntamiento.

En cambio, algún que otro vecino mantiene la opinión de que la culpa es de los ciudadanos, su falta de compromiso con el medioambiente y la falta de educación para mantener en buen estado algo que es de todos. «No hay derecho a que este edificio esté así. El problema está en que la gente es muy cerda. Qué hacen tirando todas esas cosas ahí, con todos los lugares que existen para tirar la basura como es debido».

El edificio, muy criticado ya en su momento por la dureza de su diseño y el exceso de hormigón, fue construido en la década de los 80 e inaugurada en 1990, sobre el antiguo Azud de Rovella, catalogado como Bien de Relevancia Local (BRL), por el despacho de arquitectura Vetges Tu i Mediterrània. Sobre esta construcción se encuentra el puente peatonal que une el paseo de la Pechina con la avenida Manuel de Falla en Campanar. Una de las ideas era construir una pequeña sala de exposiciones en medio del puente, algo que nunca llegó a llevarse a cabo.

El cauce es uno de los espacios más valorados por los valencianos para pasear, hacer deporte y disfrutar de la naturaleza urbana. Por ello es aún más impactante la imagen de una edificación como la Casa del Agua: abandonada a su suerte, casi siempre abarrotada de basura, con el estanque que la rodea seco y un grafiti en cada pared. Desde las asociaciones vecinales de la zona se han preguntado en ocasiones por qué no convertir el edificio en punto de información o de exposiciones, para argumentar que «se trata de tener voluntad y ganas de apostar por recuperar este espacio para uso cultural y no dejar que nos ganen la mano los individuos que destrozan y hacen un uso indebido de la zona».

Jesús Signes /Joel Carrascosa
Imagen principal - La Casa del Agua de Valencia: tres décadas con basura, pintadas y abandono
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En cambio, hay quienes piensan directamente que el edificio carece de utilidad y que lo mejor para mantener la zona sin un núcleo de basura como este sería su desaparición: «Es tan sumamente feo, que sería mejor que lo demolieran y lo usaran para otra cosa. Es que es una arquitectura que no tiene sentido alguno, parece una cárcel pero sin paredes. La única utilidad sería cerrándolo, haciendo fachadas, y poniendo alguien al cargo del edificio», concluye un vecino mientras pasa por la pasarela metálica.

El PP, ahora en el gobierno municipal, ha anunciado este viernes un nuevo intento para darle contenido e impulsará la implantación del Observari de l'Aigua, un centro para mostrar la extraordinaria cultura del uso racional del agua que atesora la ciudad.

Lo que debió ser

El estudio de arquitectura Vetges Tu i Mediterrània describe así su obra: «Casa de l'Aigua, València. 1990. El tramo 2 del Jardí del Túria como sucesión de episodios y como espacio ensimismado, donde el agua, en sus más variadas formas, ejerce de anfitriona. Una caja de hormigón, la Casa de l'Aigua, articula los distintos niveles del jardín al mismo tiempo que nos muestra artilugios hidráulicos y sus íntimos secretos de luces y sombras».

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