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El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado para comienzos de 2024 la puesta en marcha de una nueva unidad de la Policía Local de Valencia que combatirá, entre otras problemáticas, la del botellón. Lo hará con un total de 120 agentes, aunque lo cierto es que al botellón se dedicarán, sobre todo, los 40 que trabajan por la noche. Este turno podría reforzarse con otros 40 agentes en situaciones puntuales. El anuncio del Consistorio llega en pleno repunte del fenómeno, que se ha extendido a barrios como Zaidía y se agrava en la Roqueta.Recapitulemos. La nueva Unidad Centralizada de Respuesta (UCR) de la Policía Local estará operativa a principios de 2024 y contará con 120 agentes destinados especialmente a luchar contra el botellón, la conflictividad en los barrios, la venta ambulante o el ocio nocturno. Así lo ha explicado el concejal de Seguridad y Movilidad, Jesús Carbonell, que ha asegurado que el Ayuntamiento y la Jefatura de Policía Local «han avanzado hacia el consenso en las negociaciones que han tenido esta semana durante la celebración de la Mesa Técnica».
La nueva UCR, que estará integrada en la División Central de Seguridad y prestará apoyo a las comisarías de proximidad, es la apuesta del Ayuntamiento para «abordar de forma más ágil y coordinada problemas de seguridad ciudadana que tiene actualmente Valencia y que deben ser solucionados de forma mucho más inmediata», ha explicado Carbonell. Según el concejal, «el objetivo es que esta nueva unidad preste apoyo y refuerzo a las comisarías de proximidad en horarios, zonas y actos que precisen potenciar la presencia policial, es decir, dar respuesta inmediata a los problemas que surgen en el día a día de Valencia».
Carbonell ha explicado que el Consistorio está satisfecho con los acuerdos ya logrados, como por ejemplo el número de plazas que se ofertarán en el proceso selectivo, que serán 120. «En concreto 40 de turno de mañanas, 40 de turno de tardes y 40 de turno de noches, con posibilidad de ampliar a otros 40 más de refuerzo nocturno», según Carbonell.La previsión es que la oferta de plazas comience a finales de este año y que la UCR esté en marcha y operando en las calles de Valencia a principios de 2024. En cuanto al baremo para el acceso, habrá pruebas físicas y se tendrá en cuenta la formación del candidato y una entrevista.
Durante la celebración de la Mesa Técnica se ha llegado también a otros acuerdos como al horario de noche, la disponibilidad y la flexibilidad de adelantar o retrasar la hora de inicio del servicio o la posibilidad de acceso a la Unidad de los mayores de 55 años.
Cuando salgan a las calles, estos agentes se tendrán que enfrentar a un repunte del fenómeno, agravado en barrios donde hasta ahora no era demasiado dañino, como la Roqueta (aunque los vecinos tendrían cosas que decir sobre esta afirmación) y Zaidía, donde el botellón ha aparecido casi de la nada. En otros, como en Honduras, parece haber remitido en últimas fechas, tal como indican vecinos de la zona. La presencia policial, por tanto, ha surtido efecto. Pero como le gusta decir al concejal Carbonell, si la manta es corta, en cuanto estiras de un extremo, te destapas del otro. Eso es lo que parece que ha ocurrido en Zaidía. Los vecinos de esta zona aseguran que el problema derivado del botellón que viven todas las noches del fin de semana en el jardín situado en la esquina de las calles Ruaya y Sagunto. Aseguran que las molestias duran, a veces, hasta primera hora de la mañana, y el amanecer encuentra muchas veces el parque lleno de basura y restos del botellón de la noche anterior. En la Roqueta no son nuevos al fenómeno. Lo sufren y lamentan desde hace años, vinculado a una discoteca situado en la calle San Vicente Mártir. Sin embargo, tal como han denunciado por redes, el problema ha empezado a desperdigarse por calles del interior del barrio, donde las molestias también se desarrollan durante las primeras horas del día o incluso durante la tarde.
Está por ver si el refuerzo prometido por el Consistorio es suficiente. El PP ha hecho de la lucha contra el botellón el epicentro de sus políticas de seguridad, pero la falta de personal complica, y mucho, esta batalla a brazo partido. Diversas fuentes sindicales se mostraron ayer convencidas de que con 40 policías «se puede atajar buena parte del problema», pero también insistieron en que estos agentes no estarían dedicados únicamente al botellón: «En la ciudad, por la noche, pasan muchas cosas».
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