Catalá avisa: «Es muy difícil que trabajemos con empresas que incumplen los protocolos»

Catalá, que ha hecho estas declaraciones en la presentación de una exposición en el Colegio del Arte Mayor de la Seda, hacía así referencia a un protocolo basado en que en caso de pedirse un cambio de cuenta, hay toda una serie de comprobaciones que en este caso no se hicieron. El protocolo, de 2021, marca que el director financiero del Palacio tiene que llamar por teléfono con el interlocutor autorizado de la empresa proveedora que le asegura la pertinencia y corrección de la cuenta corriente en la que se ha de ingresar el pago.

El directivo, tras la citada conversación, solicitará al proveedor que le envíe un correo electrónico con la acreditación y certificado electrónico del proveedor, la certificación bancaria de la titularidad de la cuenta, el registro de poderes de la persona física que representa a la empresa y el nombre, teléfono y correo electrónico del director de la sucursal de la entidad financiera en la que se desea domiciliar los pagos.

Además, el director financiero ha de remitir el certificado de titularidad de la cuenta a la sucursal bancaria, tras hablar con el director, para que le confirme que es correcto. Una vez obtenida la validación de la cuenta por parte del personal autorizado de la sucursal bancaria, tanto la documentación facilitada por el proveedor como la contestación de la entidad bancaria se archivarán en los ordenadores de los encargados del pago.