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Supermercado oriental en la zona de Pelayo. IRENE MARSILLA

Catalá buscará apoyos en el pleno para retirar los arcos chinos

El PP registra la moción que pretende paralizar la colocación de las polémicas portadas en Pelayo

Paco Moreno

Valencia

Viernes, 23 de abril 2021, 14:04

La portavoz del Grupo Popular, María José Catalá, ha anunciado hoy que espera contar con el apoyo de todos los grupos municipales a la moción que se ha registrado para paralizar la instalación de los arcos chinos de Pelayo, en pleno barrio de Roqueta. Ayer mismo se sumaron al rechazo de los arcos chinos la comisión fallera de Convento Jerusalén-Matemático Marzal.

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El PP ha presentado esta moción que será debatida en el pleno del próximo día 29 para que se paralice la instalación de arcos chinos en la entrada de la calle Pelayo en pleno barrio de la Roqueta por la falta de consenso con vecinos, comerciantes y comisiones falleras de la zona.

La moción insta a «suspender de inmediato la ejecución de la propuesta de inversión «Arcos de entrada al barrio chino» de los presupuestos participativos Decidi VLC 2020/2021, con código 4296, por la falta notoria de consenso con los vecinos, comerciantes y otros hitos sociales emblemáticos del barrio de La Roqueta como la Pilota Valenciana, el Mercado de Jerusalén o las Fallas centenarias, al objeto de, por parte del gobierno municipal, escucharles y encontrar una solución dialogada, en la que se aúnen las posturas de todas las partes afectadas».

También se pide «destinar como mínimo el importe consignado para la citada propuesta de inversión a mejoras consensuadas en el barrio de la Roqueta y reconocer, realizando las actuaciones municipales oportunas para ello, los elementos esenciales que identifican al popular barrio, como el Mercado de Jerusalén, los comercios locales de proximidad, las Fallas centenarias y, en especial, la Pilota Valenciana».

Los populares también plantean en la moción un cambio en las bases de los presupuestos participativos para evitar situaciones como la que se vive en el barrio de la Roqueta. Por ello piden «acordar que, cuando en algún proyecto participativo se constate un rechazo relevante y fundado de los vecinos o agentes sociales afectados por el mismo, se establezcan con carácter excepcional mecanismos para revisarlo».

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Los vecinos ya han recogido mil firmas contra del proyecto que ha liderado el Gobierno de Ribó y PSPV, más del doble que avalaron los arcos en los presupuestos participativos. Además, entidades como la Academia de San Carlos, Lo Rat Penat o la RACV también han mostrado su rechazo.

Catalá ha señalado que en este barrio lo que debe ya hacer el Gobierno municipal es impulsarlo como el centro de la pilota valenciana ya que en el corazón del barrio se encuentra el trinquete de Pelayo, «el mayor referente y corazón de nuestro deporte autóctono».

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«Con esta oposición es necesario paralizar el proyecto y no imponer una actuación en un barrio porque la falta de consenso con las personas que residen en el mismo es más que evidente, a lo que hay que añadir la opinión de entidades de reconocido prestigio que también han rechazado esta actuación«, explicó Catalá.

Por su parte, la portavoz adjunta, María José Ferrer San Sgundo, ha explicado que «para invocar la participación como justificación, o pretexto, de una actuación municipal, es necesario averiguar cuál es la auténtica, o al menos muy mayoritaria, voluntad de los vecinos afectados.»

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«Y para determinar cuál es la real voluntad mayoritaria -ha proseguido- no basta con atajos superficiales, que no profundizan, respaldados por 60, 150 ó 300 personas, sino que, cuando se aprecia divergencia o conflicto con otros vecinos mayoritarios, hay también que escucharlos, indagar a fondo para saber qué piensan de verdad mayoritariamente los afectados y, si constata que no coincide con el proyecto, revisar las propuestas.»

«Los procesos como el «DecidimVLC», si se organizan adecuadamente, pueden ser un instrumento de participación. Pero no deben dar nunca la espalda a la auténtica voluntad ciudadana, ni renunciar a determinar cuál es esta. Para ello es preciso que los ciudadanos puedan manifestar su disconformidad con el proyecto que se plantea para su barrio«, ha indicado.

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