![Chinatown Valencia | La federación vecinal, la RACV y la San Carlos, contra los arcos chinos de Pelayo](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202104/19/media/cortadas/pelayo-keeG-U14096410447bg-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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La polémica está servida y los vecinos de la calle Pelayo y adyacentes no son ya los únicos que rechazan la creación de una zona con arcos y la recreación de una 'Chinatown' en esta zona tan céntrica donde se encuentran numerosos negocios asiáticos y donde cada año se celebra el Año Nuevo Chino.
Los vecinos de este barrio de Jerusalén llevan semanas recogiendo firmas para exigir que no se haga este proyecto, propuesto a través de los proyectos participativos y que no ha superado los 350 votos, pero ahora son varias las instituciones culturales y ciudadanas que dejan bien claro que no lo ven con buenos ojos.
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Entre las entidades que no quieren que se conviertan en un 'Chinatown' se encuentra la Federación de Vecinos de Valencia. Su presidenta, María José Broseta, lo tiene claro: «Las calles Matemático Marzal, Convento o Pelayo corresponden al barrio de Jerusalén de toda la vida».
Broseta recuerda que «los barrios de esta ciudad llevan asociados nombres relacionados con la época en que se crearon y, en este caso, es Jerusalén. No veo la necesidad de hacer cambios». Detalla que «bienvenidos sean todos los nuevos vecinos o comerciantes de varias etnias que han ido llegando, nos parece muy bien, pero sigue siendo el barrio de Jerusalén, no 'Chinatown'».
La presidenta vecinal indica que «el barrio puede contar con muchos negocios o vecinos venidos de fuera de Valencia, pero también tienen mucho que decir los vecinos o comercios de toda la vida, por no hablar del centenario del trinquete de Pelayo».
Recuerda que en Londres o Nueva York ya hay referencias a Chinatown y «aquí lo que queremos es que permanezca nuestra historia». Incluso hace otra reflexión, «no por haber salido esta propuesta de unos presupuestos participativos le da validez porque unas personas se han podido enterar de las votaciones y otras muchas no. No todas las personas tienen información». Recuerda que hay tareas importantes como modernizar calzadas y aceras o aumentar la limpieza.
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Esta misma postura la mantienen otras entidades culturales, como L☺o Rat Penat. Su presidente, Enric Esteve, recuerda que «en Valencia ya tenemos un barrio chino, no hacen falta dos». Añade que «la calle Pelayo es una vía muy emblemática por la cultura de la pilota. El barrio siempre ha estado orgulloso de su trinquete y hacer esta 'Chinatown' sería como crear un gueto».
Por eso, Esteve opina que «lo que tiene que hacer el señor Ribó y su equipo de gobierno es apoyar lo nuestro, que no nos hagan otras reinas magas». Afirma que la cuestión es que «mientras la gente esté hablando de este proyecto consiguen que dejemos de hablar de los 4 millones de euros que han robado a la EMT, de la suciedad de las calles o de la negativa de ampliar el puerto de Valencia». Esteve explica que «no se puede borrar la historia de un plumazo. Algún iluminado de Compromís estará detrás de estos intereses».
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El decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana, José Luis Manglano, opina que «lo que hay que hacer es proteger todas las tradiciones culturales y lingüísticas valencianas y no hacer un gueto». Recuerda que «Valencia siempre ha sido un pueblo integrador» y explica que «una cosa es que en el Año Nuevo Chino pongan ornamentos que luego se quitan, como las Fallas, que son efímeras, y otras es crear una 'Chinatown'». Y añade que estas acciones podrían llevar a que se pierda la historia de Pelayo.
Desde el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia explican que no han debatido el tema, pero, a título personal, el vicepresidente, Málek Murad, explica que «cualquier actuación urbana en la ciudad tiene que ser pensada y analizada por técnicos de la administración y por colectivos de arquitectos en general. Tiene que ser coherente en la ciudad y necesita una aceptación general». Y añade que hay «que ver la repercusión que puede tener según donde se ubique, porque no es lo mismo Ciutat Vella que Campanar». «Son propuestas importadas, como en su momento se debatió la noria», sentencia.
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En la Academia de Bellas Artes San Carlos tampoco han tomado una decisión sobre el particular, pero a título particular, el presidente, Manuel Muñoz Ibáñez, indica que «creo que una intervención tan fuerte desde el punto de vista artístico y simbólico en una ciudad de 800.000 habitantes, no puede circunscribirse a un criterio de las 300 o 400 personas que hayan votado». Indica que están bien las consultas populares, pero «hay cuestiones que afectan a nivel de barrio y otras al conjunto de la ciudad». Concluye diciendo que «hay que pedir opinión a las instituciones consultivas del Ayuntamiento».
Preguntados el Consell Valencià de Cultura y la Acadèmia Valenciana de la Llengua afirman que ningún colectivo les han pedido un informe. Y desde la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico detallan que al final, «la gente tendrá que usar los mecanismos de participación que se han creado para decir lo que quiere que se haga o no».
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