Catalá entra la Senyera a la Catedral para un Te Deum en el que Benavent llama a la unidad: «Nuestra fe nos hace hermanos»

El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ha salido a recibir la Senyera y a la alcaldesa, que ha tenido que esperar unos minutos en la puerta de los Hierros. Se ha vivido después un momento solemne, ya en el corazón del templo, roto por los aplausos de los fieles que abarrotaban el templo y por el himno regional tocado a ritmo de órgano. El incienso se arremolinaba sobre la cimera del murciélago mientras la Senyera avanzaba, portada por una sonriente alcaldesa, hacia el altar mayor. El Te Deum se entona para dar gracias y, este miércoles, también para conmemorar la advocación de la Catedral a la Asunción de María el 9 de octubre de 1238, tras la entrada de los caballeros cristianos de Jaume I en Valencia.

«Es un día de alegría para todos los valencianos, un día en el que celebramos y recordemos nuestros orígenes», ha dicho el arzobispo, que ha equiparado esa alegría a la que se siente «al ser miembros de una misma familia y de un mismo pueblo». «En la Catedral, esa alegría se convierte en alabanza a Dios», ha continuado.

«Le damos gracias por formar parte de un pueblo, por una historia que nos enriquece a todos y nos llena de orgullo. Es también un día de acción de gracias porque es el día del origen de la iglesia valenciana, que está para servir al pueblo y acompañar a esta humanidad en su historia, en los momentos de alegría y en los de dificultad», ha indicado Benavent, que ha hecho hincapié en el papel de la Iglesia «para servir a los más pobres y los más necesitados, para los que necesitan una panoplia de esperanza».

En un mensaje cargado de intención, el arzobispo se ha acordado de quienes no han querido entrar. «Que sea un día de paz, alegría y hermandad para todos los valencianos. Los cristianos estamos convencidos de que esta fe que profesamos no nos aleja de la Catedral, no nos separa de los demás sino que nos hace más hermanos de todos», ha deseado: «Que sea un día que todos experimentemos y vivamos como parte del pueblo valenciano».

Y luego ha llegado el caos. O no del todo. Caos organizado, si quieren, porque más de 10 minutos ha tardado la Senyera en salir de la Catedral. El motivo: antes del símbolo desfilan todas las autoridades civiles y militares, que han de salir del templo y empezar a desfilar en Barchilla. Algo nada fácil porque el 9 d'Octubre es un día de encuentro y de germanor y todo el mundo quiere saludar a todo el mundo. Más de 10 minutos ha tardado la Senyera en salir de la Catedral, lo que ha retrasado la procesión mientras el sol brillaba cada vez con más fuerza m. Robles, que esperaba fuera junto al resto de la oposición, dado que nadie del PSPV ha querido entrar, ha recibido la Senyera de manos de la alcaldesa, ambas todo sonrisas. «De categoría», decía instantes antes de recibir de nuevo el mástil cuando le preguntaban los periodistas. Este cambio de manos ha sido más rápido, también porque había más espacio en la puerta de la Catedral que da a la plaza del Arzobispado, y la procesión ha continuado con normalidad, y cierta comodidad, por Barchilla hacia la plaza de la Reina.