Empieza el Ayuntamiento de Valencia a organizarse de cara al próximo mandato. No son reuniones fáciles: la alcaldesa Catalá tiene que consensuar con Compromís, PSPV y Vox cómo se reparten los sueldos municipales y los espacios de trabajo. Por extraño que pueda parecer, lo primero no ha sido problema. Lo segundo ha creado un cisma. El portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, ha rechazado trasladar su despacho a un edificio municipal en Convento de San Francisco, donde hasta ahora estaba su grupo, y exige un espacio en el tercer piso, donde se mantendrá el PP y llegará ahora Vox, en lo que dentro de la Casa Gran se conoce como «palomar».
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En 2015, el PP se trasladó al tercer piso. Desde entonces, la oposición siempre ha estado en esas dependencias, donde los 9 concejales del PP han estado más que apretados. Con la intención de dejar de lado estas apreturas, la alcaldesa ha ofrecido a la oposición ampliar sus dependencias en Convento de San Francisco, una calle aledaña al Consistorio: ahí, tanto Compromís como PSPV tendrían una planta entera. Sandra Gómez no lo ve con malos ojos y ha pedido los planos para estudiar bien la situación.
Pero Ribó ha detallado un «desacuerdo en los espacios». «Entendemos que tenemos que estar dentro del Ayuntamiento, como estaban ellos hasta ahora», ha comentado. La clave es que el PP quiere mantener sus dependencias en el tercer piso. Así, el reparto de espacios quedaría de la siguiente manera: 335 metros cuadrados para los de Catalá, 286 para Compromís, 277 para el PSPV (estos dos últimos en Convento de San Francisco) y 159 para Vox, en los espacios que antes ocupaba Ciudadanos. La propuesta es definitiva y el PP descartaba este jueves cambios en ella, pero Compromís confiaba en que la primera edil «rectificara».
Todo esto, claro, es provisional porque puede cambiar si Vox entra en el gobierno, algo que no se descarta en estos momentos. Será, con toda seguridad, tras el verano: el PP intentará salvar el primer pleno con acuerdos puntuales. Algunos asuntos, como cuando haya que tratar los Gay Games que Catalá ya ha dicho que va a mantener, tendrá que acordarlos con PSPV y Compromís, dado que Vox ha desvelado este mismo viernes que votará en contra.
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Álex Serrano López
Con todo, se da por hecho el apoyo de la formación de derecha populista a buena parte de las medidas del PP, aunque Badenas ha pedido este viernes tiempo para estudiar bien el reparto de asesores que propone Catalá. «He pedido informes al respecto porque soy de letras, pero también soy catedrático de Derecho», ha comentado Badenas entre risas.
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El pleno de organización, que se celebrará el mes que viene, también determinará cuántos asesores puede tener cada grupo político. Se reparten 54, y se hará a razón de 1,7 asesores por cada concejal para el PP y 1,3 por cada edil para los grupos de la oposición. Además, Alcaldía tiene derecho a 3 asesores extra. Así las cosas, el reparto quedaría en 25 para el PP, 11-12 para Compromís, 9 para el PSPV y 5 para Vox.
Y es que las dedicaciones exclusivas y el número de asesores no han sido un problema. Se da la circunstancia de que desde la Ley Montoro, no todos los concejales pueden tener dedicación exclusiva, que supone unos 10.000 euros más al año con respecto a quienes cobran dedicación parcial. De hecho, sólo 25 de los 33 pueden disponer de ella. La intención del PP, que apoyarán todos los grupos de la oposición, es mantener el reparto que propuso Ribó en 2019: todos los concejales del equipo de gobierno tendrán dedicación exclusiva (13 ahora por 17 hace cuatro años) mientras que el resto, 12, se repartirán entre los tres partidos de la oposición, presumiblemente a razón de 2 para Vox, 6 para Compromís y 4 para el PSPV.
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Este reparto, no se puede olvidar, no estuvo exento de polémica en 2019, cuando el PP batalló contra él al entender que tanto esta cuestión como la limitación del número de preguntas que se podían hacer en los plenos municipales coartaban la labor de oposición del PP y de, entonces, Ciudadanos. Sin embargo, Catalá ha abrazado el reparto porque supone repartir más dedicaciones exclusivas en la oposición, cuatro más, y porque sabe que PSPV y Compromís no se pueden negar a apoyar algo que ellos mismos plantearon y defendieron vehementemente.
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