La pareja Herrero-Badenas se enroca y obliga a Catalá a gobernar en minoría

Cecilia Herrero había convocado a los medios de comunicación este lunes para explicar su decisión de abandonar la militancia de Vox desde el pasado jueves, cuando presentó su baja voluntaria. Herrero anunció el domingo en su perfil de 'X' esta decisión, y con el arranque de la semana debía aparecer públicamente para explicarla. Todas las quinielas apuntan a que Herrero dejaba el partido después de que el grupo expulsara a Juanma Badenas -pareja sentimental de Herrero- tras el escándalo por el supuesto amaño de un contrato de comunicación de la Fundación Valencia Activa.

Juanma Badenas fue expulsado de Vox el lunes 3 de marzo, y compareció el miércoles 5 para defenderse de aquello que se le acusa. Tan sólo 24 horas después de dicha comparecencia, Cecilia Herrero presentó su baja como militante del partido ultra. Sin embargo, la concejala ha sorprendido a todos los medios presentes en la comparecencia. Cecilia Herrero, que ha estado acompañada por el propio Badenas durante su intervención, ha justificado su baja a la «falta de apoyo» por parte de su partido ante «las amenazas y escraches que he sufrido por mi condición de militante desde hace más de un año», así como «por sufrir mobbing dentro de mi propio partido».

Uno por uno, Herrero ha enumerado los motivos de su renuncia a la militancia de Vox: «Falta de apoyo por parte del partido ante amenazas sufridas a consecuencia de defender el mismo discurso del partido en materia de inmigración ilegal que he sufrido desde abril del año pasado«. Herrero ha hecho referencia a que ha sido víctima de amenazas de muerte y acoso en redes sociales desde aquel episodio en el que le dijo »vuelve a tu país« a un exdiputado senegalés de Podemos.

«Falta de apoyo, desprotección y burlas ante una esvástica y mensajes de amenazas relacionadas con este caso, que aparecieron pintadas en mi domicilio. Falta de apoyo ante las burlas y mobbing por parte de asesores impuestos por la dirección nacional del partido» ha seguido enumerando, hasta terminar con, «intentos de impedir que ejerza el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva y el derecho de defensa, entre otros, mediante gritos y malas formas» en una «conversación telefónica» que «en fecha 27 de octubre de 2024» mantuvo «con un cargo relevante de la dirección nacional» de Vox.

Ante la coincidencia en el tiempo de la presentación de su baja y la expulsión de Juanma Badenas del partido, Herrero ha asegurado: «Si he presentado de manera voluntaria mi renuncia esta semana es porque las pintadas de la esvástica las sufrí la semana pasada, y hasta ahora no he recibido apoyo alguno por parte del partido. Esta falta de apoyo, que se arrastra desde el mes de abril del año pasado, me impide continuar con la militancia». Por tanto, Herrero desvincula su decisión de la actual situación de Badenas y su investigación. Una extraordinaria coincidencia, o un listado de razones que tal vez busquen tapar que entre Juanma Badenas o el partido, Herrero ya ha escogido.

La concejala, a diferencia de Juanma Badenas, sí ha aceptado preguntas de la prensa. Aún así, tan sólo permitió tres intervenciones de los medios, pese a la cantidad de incógnitas que genera su nueva situación en el Ayuntamiento de Valencia. Herrero no ha aclarado qué ocurrirá con su acta en el pleno consistorial. «En principio haré lo que me dicte mi libertad de conciencia, y con el compromiso adquirido con los valencianos, no los voy a abandonar. La aritmética es la que es, y en este momento todas las opciones están abiertas», ha indicado Herrero.

«La aritmética es la que es, y en este momento todas las opciones están abiertas», puede sonar como aviso al gobierno municipal, ya que si Herrero y Badenas mantienen sus actas, deberán gobernar con minoría en el pleno. Lo que Herrero no desveló a los medios es que el viernes, junto con Badenas, estuvieron reunidos con Catalá. Allí, la alcaldesa recibió por parte de los concejales su deseo de mantener su acta en el Ayuntamiento de Valencia, así como su intención de no ver gobernar a la izquierda de nuevo en la capital del Turia.

Si el caso Badenas hizo tambalearse al gobierno de Catalá, el anuncio del domingo de Herrero hizo saltar todas las alarmas. La concejala anunció a través de su perfil en la red social 'X' que el pasado jueves 6 de marzo había solicitado la baja como militante de Vox. De hecho, la convocatoria de esta rueda de prensa estaba publicada en la agenda municipal desde el día siguiente, el viernes, mismo día que la alcaldesa afirma haberse reunido con Herrero y Badenas.

Este periódico preguntó a Vox si la comparecencia tendría algo que ver con las labores de Herrero como concejal del ayuntamiento, o si guardaba relación con la situación actual de Juanma Badenas. El partido se decantó por no aclarar las consultas realizadas por LAS PROVINCIAS. De hecho, en el momento en el que se ha escrito este artículo, la estrategia del grupo municipal de Vox es de guardar silencio. Nadie en Valencia se atreve a hacer ningún tipo de valoración respecto a los sucesos que han puesto patas arriba al partido. De hecho, las únicas valoraciones dentro de Vox respecto a la actualidad de Juanma Badenas y Cecilia Herrero se han hecho directamente desde la dirección nacional.

De hecho, fuentes municipales aseguran que el grupo municipal de Vox no ha formalizado vía escrito ninguna de las bajas como militantes del partido dentro del pleno. Catalá despojó de todas sus funciones a Badenas dentro del gobierno municipal cuando Vox realizó el comunicado de que estaba expulsado de la militancia. Sin embargo, el grupo municipal no se ha manifestado todavía con respecto a la nueva posición de Herrero.

Que el futuro de Cecilia Herrero en el Grupo Municipal de Vox estaba a punto de romperse parecía algo evidente. Mientras el partido se desmarcó de la única aparición pública de Juanma Badenas y realizó un comunicado para confirmar que las declaraciones del regidor no representaban a Vox, Cecilia Herrero sí quiso acompañar al todavía concejal durante sus declaraciones. De esta manera, la concejala mostró públicamente que ella no seguía la línea trazada por su propio partido para manejar el asunto de Juanma Badenas y su presunto amaño de un contrato a través de la Fundación Valencia Activa.