Algunas de las cartas de ánimo escritas por los peques. L. MARTÍ

Una clase de un colegio de Valencia envía cartas de ánimo a niños de los municipios afectados por la DANA

Los alumnos de quinto B del CEIP L'Albereda de la capital muestran su afecto por las víctimas del temporal

Lourdes Martí

Valencia

Martes, 5 de noviembre 2024

El martes 5 de noviembre regresaron al cole tras un fin de semana más largo de lo normal. En lugar de estar felices por haber disfrutado de tres días de descanso, en sus rostros se notaba que algo les había cambiado la vida de una u otra manera. Son los niños y niñas quinto de Primaria del CEIP L'Albereda de Valencia y cuando entra su tutor a clase, Ismael Rodríguez, entre el alboroto habitual, un tema de conversación: la DANA, las calles teñidas de lodo, los coches amontonados…

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«Estaban totalmente informados de todo lo que había sucedido, de detalles como el aparcamiento de Bonaire… muchos de ellos además tienen familiares de Paiporta, Massanassa que les han contado lo vivido», afirma el docente.

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«Hay un niño que ha tenido que acoger en su casa a su prima mientras los padres se han quedado en Paiporta. Luego, hay otro niño que la mamá trabajaba en La Torre y le pilló en el trabajo y tardó más de lo habitual en llegar…», señala. Cuando el pequeño lo contaba, no pudo evitar las lágrimas, lo que dio paso a un abrazo colectivo de esos que reconstruyen.

"Cuando les expliqué cómo estaban los coles de toda la zona de Massanassa, Catarroja, Paiporta, surgió la idea de darles mensajes positivos, ya que hay que animarlos», declara. «Pobrecitos, con la experiencia que han vivido pues hay que animarles y de ahí ha surgido todo', me decían, así que no lo dudé y les propuse que plasmasen en un folio como quisieran todo aquello que les querían transmitir a los pequeños de la zona afectada. Quiero ver cómo lo puedo hacer llegar», declara.

Empatía y solidaridad

Rodríguez vive en Valencia pero nació en Massanassa, allí y en los pueblos colindantes tiene a sus padres y hermanos. Desde el pasado 30 de octubre anda todos los días desde San Marcelino hasta allí para llevarles desde medicamentos, su padre es enfermo crónico, así como productos de primera necesidad, además de ayudar a su hermano Paco que vivía con su mujer y su bebé Ada en una planta baja perdiéndolo todo por la DANA por lo que ha vivido muy de cerca la tragedia. «El hecho de que sientan esa empatía por niños que son como ellos y las ganas de ayudar que tienen me provoca un sentimiento de orgullo enorme», reconoce.

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También ha aprovechado Rodríguez la actualidad para hacer referencia a la importancia de informarse a través de medios de comunicación fiable, en una época y para una generación acostumbrada a recibir mucha información desde multitud de canales.

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