Un coche queda atrapado en una duna y en el rescate la Policía detecta el botín robado en el Sidi Saler

Rocambolesco, pero cierto. La Policía Local de Valencia se deplazó a El Saler para acudir al rescate de un coche que había quedado atrapado en una duna y se encontró con la sorpresa de que se trataba de unos ladrones que se habían quedado dormidos dentro del vehículo después de robar en el interior del antiguo hotel Sidi Saler.

Los hechos se registraron el pasado viernes 21 de junio, cuando a través de la Sala del 092, se recibió un comunicado que informaba que había un vehículo encallado en la arena de dunas que se encuentran junto a la playa de El Saler, a la altura del Hotel Sidi Saler.

Dos patrullas del operativo especial de El Saler denonimado 'Dunas' se personaron en el lugar y observaron que el vehículo había traspasado la protección que impide el paso de vehículos a la playa y se había quedado atascado en la arena, cuando se trata de una zona dunar protegida, que pertenece al parque natural de la Albufera.

La primera sorpresa que encontraron los agentes fue que en el interior del vehículo se encontraban dos hombres durmiendo.

Tras despertarlos y mantener una breve conversación con los ocupantes, los agentes comprobaron que ambos se encontraban bajo los efectos del alcohol u otras sustancias. El conductor, de 32 años, no tenía el permiso de conducción en vigor, por lo que, presumiblemente, había cometido un delito contra la seguridad vial.

La segunda sorpresa fue que en el interior del vehículo se encontraron multitud de objetos como una impresora vieja, varias lámparas de mesita de noche, un altavoz negro, una mesa de bar o vitrinas de metacrilato, que tras conversar con los guardas de seguridad del Hotel Sidi Saler, se descubrió que habían sido sustraídos del hotel, que lleva clausurado desde el año 2011.

Acto seguido los objetos fueron entregados a los guardas. También se encontró un soplete y otras herramientas utilizadas en robos como una pata de cabra, un destornillador, un martillo o una linterna.

Tras realizar diferentes gestiones, los agentes observaron que había indicios de que el vehículo coincidiese con uno que en las últimas semanas ha participado en diversos hechos delictivos por diferentes pueblos de la L'Horta Sud. Además, dada las condiciones en la que se encontraba el vehículo, tras ser retirado de la arena, el coche fue inmovilizado.

D.D.D, de 32 años y R.S.A de 26 años fueron identificados y los hechos han sido puestos en conocimiento de la autoridad judicial.

Un siguiente paso será ver si el coche que quedó atascado en las dunas es o no robado. En el momento de la inmovilización del vehículo se detectó que el coche no iba a nombre de ninguno de los dos individios, por lo tanto, la Policía Local tendrá que localizar al dueño para que acuda a retirar el coche y se verá si fue robado o no con anterioridad, porque no consta denuncia por el momento.

Es importante resaltar que no es la primera vez que los ladrones asaltan este edificio hotelero cuyo futuro todavía tiene que decidir el Ayuntamiento de Valencia. En el mes de abril los vecinos ya lanzaron la alerta tras ver a personas deambulando por dentor de la instalación e incluso detectaron a gente asomada al balcón de unas habitaciones.

Ya entonces se comentó que son varias veces las que han intentado okupar ilegalmente el recinto y varias las que los amigos de lo ajeno han entrado para saquearlo.

Según fuentes consultadas, en anteriores ocasiones se han llevado el cobre para venderlo e incluso se ha visto en varias ocasiones a personas llegar con furgonetas y cargar material.

Una de las veces, además, saquearon material de cocina y, al parecer, los ladrones llevaban la furgoneta tan llena, que escondieron el botín que no les cabía entre la maleza, para volver más tarde, y se pudo recuperar. Eran cajas llenas de los servicios de cubiertos para comensales.

A mediados de abril la Guardia Civil ya accedió al interior del recinto para hacer una inspección y, si bien los vecinos han alertado en varias ocasiones de la entrada de gente, de momento el edificio sigue vigilado pero sin un futuro claro.

Los vecinos ya han dicho en varias ocasiones que abogan por restaurar el edificio y abrirlo como un centro de mayores o como un servicio público vecinal, pero la realidad es que en 2022 el gobierno de Ribó declaró caducada la licencia ambiental y el antiguo hotel ha quedado en el limbo, sin qjue el gobierno municipal aclare qué se va a hacer en el recinto.

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