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Transportistas descargan mercancía en una calle peatonal de Valencia. manuel molines

Los comerciantes alertan del caos de carga y descarga en el centro de Valencia

Piden a la Policía Local que intervenga tras ver camionetas ocupando calles y plazas peatonales pasadas las once de la mañana

Paco Moreno

Valencia

Miércoles, 22 de junio 2022, 00:04

«Qué bonita ha quedado la plaza, verdad... Parece un anuncio de cerveza. Todo sea por el turismo que según creen los que nos gobiernan nos hará ricos (a unos cuantos)». Ese es el texto que acompaña la fotografía de una camioneta de reparto nada ... más y nada menos que justo delante de la puerta principal de la Lonja. La queja lanzada el pasado día 14 por la asociación Amics del Carme es un ejemplo de las críticas que arrecian por la falta de control en Ciutat Vella, donde este martes se sumó la propia asociación de Comerciantes del Centro Histórico.

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La entidad reclamó al Ayuntamiento, y en concreto a la Policía Local, un mayor control de este tipo de actividad. La ordenanza lo dice bien claro. Hay permiso para utilizar calles y plazas peatonales desde las ocho hasta las once de la mañana, ni un minuto más. Y siempre que no haya una señalización que impida el estacionamiento.

«Prácticamente las 14 horas y el incumplimiento reiterado de la carga y descarga resulta evidente. ¿Alguna solución?», preguntaban desde la entidad mientras difundían la imagen de dos furgonetas en la calle Calabazas, mientras una viandante intentaba pasar.

La puesta en servicio de la plaza Ciudad de Brujas y la plaza del Mercado ha supuesto también que se hayan disparado estos problemas, que en la práctica anulan el espacio para los peatones. Los propios vendedores del Mercado Central lo plantearon el lunes al alcalde Joan Ribó en una reunión en el Ayuntamiento.

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Desde la asociación indicaron como ejemplo que se respete la plaza Ciudad de Brujas como zona de servicios del mercado, así como agilizar al máximo las gestiones para que una zona del sótano del inmueble se habilite para la carga y descarga.

El problema de los incumplimientos se extiende a todo el centro, aunque en el entorno del Mercado Central se ha visto agravado estos meses por las obras de reurbanización. Los comerciantes han tenido fuertes encontronazos con el Ayuntamiento, en concreto con la concejalía de Movilidad debido a unos cambios en la circulación no pactados en la calle Calabazas, al igual que con la puesta en funcionamento de una de las cámaras del Área de Prioridad Residencial, que ha sumado desde el pasado diciembre más de 7.000 multas.

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«Desde las 11.40 horas, son ya las 12.34 horas y sigue ahí. Tiempo permitido en zonas peatonales hasta las 11 horas. Así, no vale!!!», reza otra de las imágenes difundidas, en este caso un camión de reparto de refrescos justo delante de una de las puertas del Mercado Central.

«En la parte de la plaza del Mercado están a la una de la tarde y nadie hace nada por impedirlo», indica un comerciante de la zona. La renovación de las plazas, apenas terminada y donde faltan varios retoques importantes, ha descubierto un gran espacio peatonal que enseguida ha comenzado a ser ocupado, tanto por camionetas a todas horas como por las terrazas de los bares.

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A esto último se ha comprometido el alcalde Joan Ribó a darle una solución, en un reciente encuentro con el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, y la delegada de Actividades, Lucía Beamud. El marcado del espacio para mesas y sillas se ha sobrepasado en varios locales y lo último que se dijo sobre este asunto es que después de la entrega de las obras podrían pintarse las marcas que fijan la superficie máxima permitida.

Pavimento sucio

Uno de los problemas añadidos a la utilización masiva de las plazas por los vehículos es la suciedad en el pavimento. A pesar de las limpiezas regulares que hace la empresa adjudicataria de las obras, es evidente que la limpieza de las nuevas plazas será un quebradero de cabeza para las contratas del Ayuntamiento.

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Los comerciantes lo han denunciado ya. El caucho de los neumáticos, el botellón, los actos de incivismo, las huellas de bicis y los monopatines en los bancos de madera... Todo se conjuga en una tormenta perfecta en la que empiezan a surgir las primeras críticas por los materiales elegidos en el proyecto.

La asociación de comerciantes pidió al hilo del concurso de ideas de la plaza del Ayuntamiento que se tenga en cuenta este factor, es decir, que el tipo de piedra no sea el mismo que en la plaza Ciudad de Brujas o la del Mercado. Además, las pintadas ya han hecho acto de presencia en varios lugares, con lo que el conjunto empieza una espiral de degradación a los pocos días de darse por terminadas. Este verano, a finales de julio, será el turno de la plaza de la Reina, donde el Consistorio tendrá que probar si controla las nuevas zonas peatonales o sucede lo mismo que en los alrededores de la Lonja.

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