El cartel propagandístico de Compromís ya es historia. Ha sido retirado este viernes por la mañana. Pero ha dejado tras de sí un reguero de críticas y malestar, tanto entre políticos como entre comerciantes, como hacía tiempo que no se recordaba en ... esta ciudad. El PP ultima una denuncia administrativa mientras en la calle los tenderos de la ciudad observan atónitos el espectáculo en torno a una medida cuya autoría todos, hasta Ciudadanos, intentan apropiarse. El más vehemente fue, como es habitual, Rafa Torres, expresidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y del Ensanche y actual presidente de la Confederación Española de Comercio, que tildó de «torticero, reprobable y despreciable» el uso de la campaña por parte de Compromís.
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Y es que aunque fue el grupo municipal quien tramitó la petición en el Consistorio para ahorrarse pasos en el laberinto burocrático, lo cierto es que la campaña está pagada por el partido, Compromís per València, mientras que las ayudas en sí salen del presupuesto de la concejalía de Comercio. Y Torres defiende que son ellos quienes propusieron la medida en el marco de una campaña especial para revitalizar el comercio de la ciudad. No escatimó en adjetivos para definir el anuncio. «Simplemente vergonzoso, sonrojante, insultante y además falso. Os exigimos un poco de respeto por el ciudadano y más seriedad, representantes de Compromís», dijo en un tuit.
A preguntas de LAS PROVINCIAS, Torres ha mostrado un «vehemente» rechazo al anuncio de la medida por parte de Compromís. Ha afeado el «uso torticero» que, según él, ha hecho el grupo municipal de la medida. «Es éticamente reprobable y profundamente despreciable», ha comentado Torres desde Madrid donde este viernes había acudido a una reunión nacional. «Lo peor es que no tiene mucho sentido y demuestra poca madurez democrática», ha comentado el presidente de la Conferación Española de Comercio, que ha definido el anuncio y el cartel como «sencillamente impresentable».
«Les recriminamos el hecho de que politicen algo que tiene que ser positivo», dice Torres, que apunta que lo que les molesta de verdad a los comerciantes es que les utilicen «para hacer política». «Más respeto por el ciudadano y el comercio, que sólo queremos revitalizarnos», finaliza Torres. Desde la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y el Ensanche no quisieron hacer declaraciones: remitieron a su expresidente, como máximo representante del comercio de la ciudad. Sin embargo, tal como ha podido saber este diario, el actual máximo dirigente de la entidad, Borja Ávila, ha llamado al concejal de Comercio, Carlos Galiana, para expresarle su malestar.
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El grupo municipal popular ultima estos días una denuncia contra el alcalde de Valencia, Joan Ribó, por incumplir la ordenanza de publicidad. La presentarán, salvo contratiempo no esperado, el próximo lunes por registro de entrada. En el grupo popular confían en que prospere porque tienen la sensación de que se han vulnerado varias normas: la ordenanza de publicidad y el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella, al menos. Además, tienen antecedentes de denuncias presentadas que fueron admitidas a trámite, como la que interpusieron contra los carteles de Aire Fresco de la campaña electoral del PSPV de 2019, aunque ahora es Compromís quien tiene que sancionar a Compromís, con el añadido de que el concejal Carlos Galiana lo es tanto de Comercio como de Procedimiento Sancionador. Tendría, prácticamente, que sancionarse a sí mismo, lo que parece complicado que ocurra salvo informe de los técnicos. Fuentes consultadas se muestran pesimistas. «No hay nada», apuntaron desde dentro de las concejalías encargadas de la cuestión.
En 2019, una denuncia del PP contra el PSPV motivó que Galiana ordenara a sus socios de Gobierno que retiraran los carteles electorales. El motivo era que estaban anclados al suelo, lo que en este caso no ha ocurrido. El PSPV no recurrió y retiró los carteles, que estaban situados en lugares emblemáticos de la ciudad como frente a la plaza de toros o en la misma plaza del Ayuntamiento, porque el atornillado al pavimento podía provocar daños en el suelo.
Torres asegura que los comerciantes están «alucinando». LAS PROVINCIAS hizo este viernes un recorrido por el centro de la ciudad para comprobar qué piensan al respecto los empresarios que tienen sus locales más cerca del polémico cartel, que, por cierto, fue retirado en la mañana del viernes y que será reutilizado para futuras campañas de Compromís. Los comerciantes se mueven entre el desconocimiento de lo ocurrido y el enfado. «Es que están a lo que no tienen que estar, porque hay cosas mucho más importantes que este cartel», dice Carlos, que trabaja en un restaurante situado cerca de la plaza del Ayuntamiento.
«Sí, lo he leído en LAS PROVINCIAS, precisamente. Pienso que no es correcto porque es apuntarse un tanto y no sé si es cosa suya», dice Maricarmen desde un local de recuerdos cerca de la plaza del Ayuntamiento. En general, la sensación es de incomprensión, e incluso hay gente, como Boris, de otro restaurante en la zona norte de la plaza, que pregunta si es que son elecciones. «Si no hay elecciones pronto, ¿por qué hacen propaganda electoral?», se pregunta.
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El cartel fue retirado en la mañana de este viernes. La autorización, pedida por Compromís a una concejalía de Compromís y expedida por una concejala de Compromís, permitía ocupar un área de 2x2 metros hasta el viernes por la mañana, sin fecha. Poco antes de su retirada, lo que ocurrió en torno a las 13 horas, el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, bajó a hacer una pequeña 'performance' junto al cartel para evidenciar que la idea de los bonos de comercio fue de su formación. Giner enarboló un cartel que decía: «Ribó, eres un listo. Esta idea la propusimos nosotros y lo sabes».
Dicen que la victoria tiene muchos padres y la derrota, ninguno. Algo así ha pasado en este caso, porque Compromís ha cerrado filas en torno a la idea de anunciar una medida aproximadamente cinco meses antes de su puesta en marcha, lejos de un proceso electoral y en el marco de un acto de partido. Pagada con fondos públicos, la campaña de ayudas entrará en funcionamiento en septiembre u octubre de este año: consistirá en que el Ayuntamiento dará 50 euros a cada ciudadano que gaste 50 en los comercios de la ciudad. Ya el año pasado puso en marcha la misma campaña. con un coste de 80.000 euros, y fue todo un éxito.
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Los comerciantes, por tanto, habían pedido que se repitiera, lo que la concejalía aceptó de buen grado y Ribó anunció en el debate del estado de la ciudad (aunque en la convocatoria del cartel informó de «importantes novedades»). Sin embargo, el uso partidista de la misma ha terminado por enfadar a casi todos.
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