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No pretende ser una crítica política, señala el portavoz de la asociación Amics del Carme, Toni Cassola, entre otras razones porque algunos de los solares están esperando a que se edifique en ellos desde la riada de 1957. Por lo tanto, los «culpables» de que en el centro de Valencia haya 400 son muchos y variopintos. La entidad ha trabajado con esa base de datos para seleccionar medio centenar con los que harán cuatro ruta guiadas las próximas semanas. Quieren enseñar historia de Ciutat Vella a través de su vacío, junto a recordar que son una «anomalía» que debe desaparecer.
Esa es un poco la tesis de un proyecto que ha contado con el trabajo de la empresa CaminArt y el historiador del arte Víctor Cantero Solís. El próximo sábado, 24 de septiembre a las 11 de la mañana, arrancará el primero de los cuatro itinerarios que han organizado para recorrer algunos de los solares y rincones de Ciutat Vella en busca de respuestas sobre su origen, sobre las personas que allí vivían o trabajaban y, sobre todo, sobre lo que podría dar sentido a estos lugares, según se explicó en la presentación de este miércoles en el IVAM.
Algunos de estos solares o espacios en ruinas tienen más de cuatro décadas. «Muchos de nuestros vecinos siempre los han conocido así, como lugares vacíos sin uso específico excepto para acumular vegetación y olvido», señaló Cassola, para añadir que ese es el «motivo de este proyecto financiado por la Conselleria de Participación: recuperar la memoria del lugar y pensar en estos espacios como lugares socialmente útiles.
Tras invitar a todos a sumarse a las visitas guiadas, dijo que le gustaría que fuera un «ejercicio colectivo que pusiera en evidencia la anormalidad del paisaje que todavía domina el centro de la ciudad y el deseo de ver pronto estos lugares transformados en casas para familias o espacios de encuentro y convivencia».
En la primera de las rutas se paseará por el barrio del Carmen. «La historia de este barrio es inalcanzable y sus calles y edificios guardan, desde hace más de un milenio, una historia rica, como la de los históricos solares del Partit y Hort del Tirador. En este recorrido proponemos una lectura de estos vacíos antiguos y presentes, desde varios aspectos», destaca.
El primero es el gremial, con las primitivas fábricas de curtiduría, de lino y cáñamo con balsas y depósitos para la maceración; artesanos como los tintoreros, sogueros, peraires, blancos, ladradores, cabellos, etc. oficios, muchos de ellos desaparecidos, pero que todavía hoy permanecen en nuestro callejero.
El segundo es el industrial: desde mediados del siglo XIX se fueron instalando grandes fábricas principalmente de manufactura lanera. A su alrededor se construyeron las que fueron las primeras viviendas obreras de la ciudad para alojar a los trabajadores de ese primer gran enclave industrial de la ciudad.
Por úlitmo, el religioso: Aparte del convento de Carmelitas, dos edificios han determinado en gran medida el actual urbanismo del barrio: la antigua casa de la Misericordia; y la iglesia de Sant Miquel, ambos desaparecidos. Sobre esos tres ejes girará la primera ruta.
La segunda se ha previsto el 15 octubre dando protagonismo a la muralla islámica. «Más de mil años de historia recorren las calles del barrio del Carmen, alzándose por encima de nuestra mirada a más de seis metros de altura. Los valencianos llevamos observando la gran muralla blanca que rodeaba Balansiya desde que se levantara entre los años 1021-1061 y todavía seguimos contando con lienzos y torreones que se han integrado en las casas y que ya forman parte de la historia de este barrio».
Gran parte de los más de dos kilómetros que se construyeron han desaparecido. Bien para abrir nuevas calles, bien fagocitada por edificios que han utilizado sus muros como parte de las viviendas que se construyeron y que se han ido superponiendo en los mismos solares, una tras otra.
«En este recorrido seguiremos el camino de esta muralla y veremos los solares y los espacios que hay y los huecos y ausencias fruto de los escombros causados en buena parte por la riada de 1957. Contaremos la historia, la memoria del pasado y el futuro de esta parte del barrio», apuntaron en la presentación.
La tercera de las propuestas pasa por Velluters, el 5 de noviembre. «El barrio está históricamente dominado por su actividad en torno a la manufactura sedera. Durante más de cinco siglos, el arte mayor de la seda fue el pilar económico, no sólo del barrio, sino de la ciudad. Innumerables viviendas-obrador configuraban el tejido urbano entre la casa de la Misericordia al norte, la plaza del Mercat al este, y el Antiguo Hospital General del sur».
En este recorrido se abordará la rica historia del barrio a través de sus solares en torno a dos núcleos principales: el primero, la plaza de la Bocha, gobernada por el antiguo edificio que fue sede del Gremi de Fusters y un gran mural de arte urbano en el muro trasero del convento de la Encarnación. Dos elementos notables pero que hablan poco de su pasado y cómo se convirtió en el gran solar que hoy contemplamos; y el segundo, de la gran bolsa de solares a ambos lados de las calles Vinatea y Beata, donde destaca una pequeña vivienda de más de 300 años.
Por último, el 19 noviembre el paseo se hará por La Xerea. Este barrio histórico cuyo nombre deriva del topónimo árabe «sharia», la Ley Islámica, con contrastes muy marcados, lleno de callejones en zigzag, azucats, refugios antiaéreos, pozos e importantes bolsas de solares que han dejado una huella muy visible y reconocible en un urbanismo de marcado carácter medieval.
«En esta ruta exploraremos espacios totalmente desconocidos e inéditos y descubriremos cómo eran algunos de los edificios que se levantaban en estos lugares, la tipología de vivienda presente hasta principios del siglo XXI y el pasado y el futuro de la Xerea a través de las fuentes históricas y de las fotografías antiguas que los participantes podrán ver in situ», se destaca.
Una oportunidad única para poner en valor y rescatar del olvido uno de los barrios más desconocidos y menos visitados de Ciutat Vella y dialogar a pie de calle sobre arquitectura, historia, urbanismo y patrimonio.
Para participar es necesario inscribirse en un formulario que aparece en la web de Amics del Carme (www.amicsdelcarme.com) con un aforo limitado a 25 personas por itinerario. Las hojas estarán disponibles una semana antes de cada itinerario.
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