La contaminación atmosférica ahoga Valencia en un día sin viento

Una espesa capa de contaminación ha cubierto este domingo la ciudad de Valencia. Tal como se podía ver desde las montañas que rodean el cap i casal, desde enclaves del interior de la provincia, lo que a primera hora de la mañana parecía niebla se asentó sobre la ciudad y un análisis de las estaciones de calidad del aire de la conselleria de Medio Ambiente revela que se trata de contaminación.

Según los datos ofrecidos por la red pública de medidores de calidad ambiental, las estaciones de la avenida de Francia, centro, Molí del Sol, Pista de Silla, campus de la Politècnica y las dos del puerto presentan una calidad del aire desfavorable por la presencia de partículas en suspensión (casi cuatro veces más de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud), mientras que la de Bulevar Sur lo hace por niveles elevados de dióxido de nitrógeno. La estación de Viveros es la única que presenta una buena calidad del aire (está instalada dentro de un parque y suele reflejar buenos valores ambientales).

Dos estaciones no dan datos: Nazaret y la de la conselleria. Pero sí desvelan un detalle que podría explicar el porqué de estos datos: el viento es casi inexistente. Apenas hay rachas de 0,2 metros por segundo. La entrada de la brisa del mar por la tarde relajó la situación pero las estaciones todavía registraron niveles elevados durante buena parte del día.

Sin embargo, la explicación a este episodio podía venir del mar. Un vídeo colgado en sus redes sociales por la plataforma Litoral per al Poble mostraba cómo la nube de contaminación sobre Valencia se adentraba en el mar o, más concretamente, parecía venir de él. La Asociación de Vecinos Devesa-El Saler estuvo todo el fin de semana denunciando la presencia de hasta 12 buques fondeados frente al puerto, algunos de ellos de más de veinte años de antigüedad. Cierto es que el día 1, según los datos ofrecidos por la entidad vecinal, había hasta 18. Según la Autoridad Portuaria, los barcos van entrando al puerto conforme este recupera la actividad, que se paralizó el día 31, que es uno de los cuatro días del año en que ni estibadores ni marineros trabajan. Las mismas fuentes confirmaron que los barcos estaban fondeados en la zona donde deben hacerlo y descartaron que el episodio de contaminación tuviera nada que ver con estos buques.

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