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Valencia cerrará los 3.900 contenedores marrones de residuos orgánicos, de tal manera que sólo podrán abrirse con una tarjeta de plastico o una aplicación de móvil. El vicealcalde Sergi Campillo ha contado este viernes los detalles de un proyecto que supondrá una inversión de 3,7 millones de euros, de los que espera recibir 2,5 a través de ayudas europeas.
El motivo del cierre de los depósitos es mejorar la calidad de los residuos depositados, es decir, que la mayor parte sea orgánico y no como ocurre ahora, con un porcentaje tan alto de basura de otro tipo que hace ineficiente el trabajo en la planta de tratamiento de la Entidad Metropolitana de Residuos. El también concejal de Ecología Urbana estimó que hasta un 40% de lo que llega no debería haber sido depositado en los contenedores de tapa marrón. «Y eso que Valencia fue uno de los municipios con el porcentaje más alto de orgánico en el estudio que se hizo», mencionó.
Desde 2016 se recoge basura de este tipo en un depósito propio, con el fin de producir abono agrícola. La pandemia ralentizó la colocación de los contenedores, aunque ahora ya hay en toda la ciudad. El problema es que la calidad del compost sigue siendo baja para su comercialización. En un año se vienen a recoger en el cap i casal algo más de 25.000 toneladas.
«Podemos mejorar ese sistema», dijo al contar el sistema de cierre con identificación de usuario. La basura seguirá siendo anónima, obviamente, aunque la tarjeta presupone que los usuarios tendrá interés y conocimiento para dejar el tipo de basura que toca. Con el fin de mejorar esto último, el edil dijo que la entrega de la tarjeta o la descarga de la aplicación irá acompañada de una campaña de información.
«Es importante porque ahora es un sistema anónimo, con un porcentaje de impropios que suponen un problema», comentó. Para una población como la de Valencia, los expertos consideran que se puede llegar a las 50.000 toneladas al año, casi el doble de lo que ocurre ahora. El objetivo esencial es reducir los llamados impropios, dado que muchos vecinos confunden la basura que va al marrón con la que debe depositarse en el depósito gris, llamado el del resto.
Los municipios socios de la Entidad Metropolitana de Residuos pagan desde el pasado año un canon por utilizar el vertedero de Dos Aguas, donde va todo lo que ya no se puede reciclar del contenedor marrón y el gris. Para los particulares se emplea una política de premios desde hace tiempo, en cuanto al uso de los ecoparques, tanto los fijos como los móviles.
En este caso se les aplica un descuento en el recibo donde se incluye la tasa de la entidad. En Valencia esto sucede en la factura del agua. Campillo dijo que ya se han aprobado los primeros mil descuentos. A medio plazo, no descartó que la misma política de premios sea empleada para el reciclaje de basura orgánica.
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