Decenas de autocaravanas vuelven al solar situado al final de la Malvarrosa

¿Y qué es esa 'vocación de permanencia'? La Policía Local habla de instalación de toldos o anclajes, así como el uso de hornillos o elementos impropios. Lo cierto es que pese a las campañas de vigilancia que suele establecer la Policía Local, no se traducen en demasiadas sanciones. El motivo puede encontrarse en que muchos de los propietarios de autocaravanas que vienen a Valencia son extranjeros, por lo que cobrar una multa de este tipo de conductores es tan complicado que no se suelen interponer denuncias.

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Aunque el lugar preferido por los nómadas que viajan con la casa a cuestas es el parque natural de la Albufera y tanto el aparcamiento del viejo polideportivo como las zonas de estacionamiento localizadas más allá de la Gola del Pujol, a espaldas del Sidi Saler, lo cierto es que también buscan la zona marítima de la ciudad. Hace unos años, aparcaban en la propia Eugenia Viñes, sober todo en el tramo entre el hospital de la Malvarrosa y la playa de la Patacona, ya en Alboraia. Sin embargo, la presión policial les empujó al norte, al solar donde se encuentran estos días.

Los vecinos de la Malvarrosa aseguran que no les molestan demasiado. «No, no son un problema», explica un hombre que pasea al perro. Se trata de una zona en la que no hay edificios, sino casas unifamiliares, por lo que la cantidad de vecinos es reducida. Sí hay varios comercios, tanto chiringuitos como restaurantes, que sí critican que las autocaravanas quitan espacio a los clientes que solían usar ese solar para aparcar cuando iban a comer o cenar a la zona.

La Policía Local, según explican los residentes, acude con frecuencia a la zona, pero no imponen denuncias porque las autocaravanas, tal como ha podido comprobar este diario, no están ancladas al suelo ni con los toldos extendidos. Es eso, la vocación de permanencia, lo que marca la actuación policial. En otros enclaves de la ciudad, como en la Albufera, sí se suele echar a los conductores estacionados.