Los trabajadores de la EMT desconvocan el paro de mañana tras un mes de conflicto

Las aglomeraciones en paradas y autobuses de la EMT no volverán a repetirse esta semana. El comité de empresa acordó ayer suspender los paros previstos para mañana después de que en la reunión de ayer entre trabajadores y entidad hubiera «avances significativos» que motivaron la decisión del comité. Fuentes del mismo se mostraron optimistas respecto a que hoy mismo se pueda firmar el preacuerdo de nuevo y la huelga quede, así, desconvocada.

Tras los movimientos tímidos de la semana pasada, cuando hubo una reunión que terminó sin acuerdo por la firme negativa de algunos sindicatos a desconvocar la huelga sin que la entidad presentara una oferta en firme por escrito, ayer hubo nueva reunión. Y, por fin, hubo acuerdo. O casi. Según diversas fuentes, todo parece indicar que la empresa aceptó lo planteado en marzo, al menos en términos económicos. Era el principal punto donde chocaban dirección y trabajadores, aunque los conductores insisten en que no era ni de lejos el más importante. El comité reclamaba el pago de complemento de puesta a disposición de móvil, la prima de absentismo individual, el abono de los días de convenio de 2014 o la ampliación del número de festivos, entre otros puntos. Sigue encima de la mesa la cuestión de los váteres en finales de línea o la regulación de las bolsas de conductores.

Fuentes de la dirección de la EMT aseguraron estar «contentos» con la decisión de los trabajadores: «Agradecemos su responsabilidad, especialmente en el contexto actual de la pandemia. Nosotros siempre hemos estado abiertos a negociar e iremos con toda la responsabilidad y dispuestos a afrontar de manera conjunta con los trabajadores y trabajadoras de la empresa la situación actual». Sin embargo, parece que Correo Viejo ha dado su brazo a torcer, al menos en parte. Los trabajadores confían en firmar hoy el preacuerdo y en que el resto de jornadas de huelga queden desconvocadas. Es un alivio también para los conductores que veían cómo las imágenes de aglomeraciones en paradas y vehículos erosionaban lentamente la percepción que los ciudadanos tenían de ellos y del servicio. Parece, que todos ganan.

Y es que la cuerda se había tensado demasiado entre empresa y sindicatos en los últimos días. El jueves pasado, sin ir más lejos, el presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, anunció que iba a enviar una carta a la Dirección General de Trabajo dependiende de la Conselleria de Economía. En la misiva, el concejal de Movilidad iba a pedir que el departamento revisara los servicios mínimos estipulados para la huelga de la empresa porque le parecía que el 60% marcado fuera demasiado poco. Sin embargo, fuentes de Labora insistieron el viernes en que la carta no había llegado, mientras que desde la empresa se limitaron a remitirse a las palabras del concejal.

Ese movimiento de Grezzi, fuera o no consumado, se entendió en San Isidro como una maniobra para presionar a los trabajadores, que insistían en mantener la huelga hasta que no hubiera un movimiento firme por parte de la empresa. Cabe recordar que la pasada semana no hubo avances y que incluso el calendario de reuniones previsto se canceló.