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Zafra y su abogado, ayer a su entrada a la Ciudad de la Justicia para declarar ante el juez. juan j. monzó
La despedida en la EMT dice que avisó a su jefa en pleno fraude de que debía ir al banco

La despedida en la EMT dice que avisó a su jefa en pleno fraude de que debía ir al banco

La trabajadora asegura ante el juez que su superior le contestó y que la trama le prohibió hablar con el gerente por confidencialidad

MAR GUADALAJARA / ÁLEX SERRANO

VALENCIA.

Miércoles, 13 de noviembre 2019, 01:08

Por fin llegó el día más esperado dentro del laberíntico proceso relacionado con el fraude del que ha sido víctima la EMT. Celia Zafra, la jefa de administración despedida, habló ayer ante el magistrado del juzgado de instrucción número 18 de Valencia. Su declaración dejó algunas cuestiones llamativas, aunque la más curiosa de todas ellas es la que hace referencia a que el día 6 de septiembre, cuando se había realizado apenas una transferencia (de las ocho que enviaron 4,04 millones de euros a dos cuentas del Bank of China en Hong Kong), avisó a su superior, María Rayón, de que tenía que ir a Caixabank porque desde el banco habían alertado de que su firma no coincidía con la del DNI. Ella respondió al mensaje con un escueto 'ok'.

Es quizá la más importante de las revelaciones efectuadas ayer por Zafra, según la declaración a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS. La trabajadora llegó acompañada de su abogado, a cuyas preguntas, como a las del juez, sí contestó. No hizo lo mismo con las preguntas de la acusación particular y de la acusación popular y la fiscalía ni siquiera asistió a la declaración. Como no podía ser de otra manera, la expectación ante la llegada a la Audiencia Provincial de Valencia de la que fue jefa de Administración de la empresa pública para su declaración ante el juez fue máxima desde primera hora de la mañana de ayer.

La investigada estuvo ante el juez durante más de tres horas de declaración. En esta extensa intervención aportó su versión sobre lo ocurrido en los más de veinte días en los que se produjo el desfalco de dinero a la empresa pública. «Es una estafada más en este fraude», reiteró Rafael Guía, abogado de la trabajadora de la EMT. A la salida tan sólo explicó que su clienta «ha contestado todas las preguntas del juez, aclarándolo todo y demostrando su inocencia». Por su parte, el abogado de la empresa municipal, Xavier Melero, a las puertas de la Audiencia Provincial, se mostró «sorprendido» de que Zafra no hubiera constatado al resto de las partes pese a haberse declarado inocente. «Para ser una declaración de una persona engañada, sólo ha contestado a las preguntas que hacía la defensa y sorprende que no haya contestado a las otras partes», destacó.

La empresa ironiza sobre Zafra: «Tenía una fe mística en las cláusulas de confidencialidad»

Según Melero, la extrabajadora justificó en su declaración el envío de las firmas mancomunadas diciendo que no lo recordaba. «Ella no se acordaba de haber enviado las firmas al estafador, el juez le había insistido mucho sobre esta cuestión y ha dicho que no se acordaba», explica Melero. Lo cierto es que en la declaración Zafra desveló que los documentos estaban en su ordenador escaneados y que pensaba que la factura que envió con la firma de María Rayón era necesaria para conseguir datos financieros de la EMT. Además, contó que no se sorprendió de que vinieran firmadas porque pensaba «que todo eso lo hacía la concejalía de Grezzi». Zafra dijo que durante todo el fraude «no sabía a ciencia cierta» dónde estaba el presidente de la EMT, que acude a la empresa únicamente cuando tiene consejo, como ella misma dijo.

Sobre si hubo sospecha en la transferencia de elevadas cantidades, la que fue la jefa de Administración de la empresa pública habría justificado que son habituales partidas importantes en la empresa municipal «en la tramitación salarial y la adquisición de inmovilizado», según lo señalado por el abogado de la EMT tras la declaración.

Ella dijo ayer ante el juez que sí le sorprendió encontrar en la cuenta de Caixabank 24 millones de euros, pero no le llamó la atención hacer una operación con China en absoluto secreto porque un año antes, «Grezzi había anunciado la gestión del aparcamiento de Ciudad de Brujas sin que los trabajadores supiéramos nada». Además, la trabajadora despedida vinculó los pagos a una empresa china con «un proyecto innovador que se comentaba en la empresa discretamente relativo a la instalación de puntos de recarga eléctrica de automóviles».

Melero dijo que Zafra llevó «hasta el extremo el acuerdo de confidencialidad, ella entendió que como recibió unos supuestos correos del presidente, entendió que ya estaba al tanto», refiriéndose al responsable de la empresa y concejal Giuseppe Grezzi. En este sentido, el abogado de la empresa pública se explaya al decir que la investigada se apoyó en la confidencialidad porque «parece tener una fe y una mística en los acuerdos de confidencialidad y lo cumple estrictamente; no había visto uno en su vida».

Sin embargo, la declaración de Zafra revela que a lo largo de los 20 días en que se desarrollaron los pagos ella tuvo dudas en varias ocasiones. Sirvan tres como ejemplo. El día 6 de septiembre, el banco transmite a Zafra que su superiora, María Rayón (de baja pero trabajando, al menos parcialmente, desde casa, como reconoció el mismo Grezzi y confirmó ayer la directiva despedida), ha de pasarse por el banco para cotejar la firma con la del DNI, porque no coinciden. Zafra así se lo dice y, siempre según su versión, Rayón le contesta con un escueto «ok».

Otra ocasión se remonta al día 9. Ya han desaparecido de la EMT más de 930.000 euros. Zafra le dice al estafador, que se hace pasar por el abogado de Deloitte Javier Parada, que ya ha vuelto el gerente de la empresa, Josep Enric García Alemany, que estaba de vacaciones (como, por cierto, también estaba el gestor de la EMT en Caixabank y la encargada de la conciliación de las cuentas), y que por tanto ya puede acudir a él para que firme las transferencias. Pero el falso abogado le dice que por la cláusula de confidencialidad firmada no puede hablar con nadie dentro de la empresa.

La tercera vez en que Zafra expresa sus dudas llega el día 10 o el 11, no recordó ayer la directiva la fecha exacta. La trabajadora ahora despedida transmite a Parada que no se siente cómoda trabajando mediante transferencias ordenadas por correo electrónico, pero el abogado le dice que por qué se siente así estando la operativa tan avanzada. Además, le ofrece hablar con Grezzi. Zafra dice que no es necesario molestarle, pero al poco vuelve a llamarle Parada diciéndole que acaba de hablar con el presidente de la empresa y que todo va bien, pero que si aún sí quiere hablar con él para despejar dudas puede hacerlo. Ella insiste en que no quiere molestarle.

Además, el día 13 Zafra propone a los estafadores cambiar de banco para no hacer tantas transferencias con la misma entidad, pero Parada se lo niega. «Es mejor seguir con un banco porque son muy cotillas y es un riesgo para la confidencialidad», asegura Zafra que le dijo el falso abogado.

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