Música y fuegos en recuerdo a las víctimas

En una Valencia silenciosa que recordaba a los peores días de la pandemia, la ciudad recordó. O mejor dicho, se negó a olvidar. El acto de homenaje a las víctimas del Covid-19 reunió en la plaza del Ayuntamiento a cerca de 500 personas, todas ellas invitadas por el Consistorio. Un acto catártico, con cientos de valencianos más allá de las vallas que perimetraban el céntrico enclave. Tanto dentro como fuera, dolor, tristeza y memoria en una Valencia que se asoma, tímidamente, a la luz brillante del Mediterráneo tras demasiadas semanas de oscuridad y desasosiego.

Esta crónica quedará triste. Es casi inevitable tras un homenaje sobrio y emotivo, protagonizado por piezas de Verdi o Mahler. La música, como en tantos otros actos en la ciudad, como hilo conductor de la memoria. Al final del acto, en medio de un silencio sepulcral, las luces blancas de un pequeño castillo de fuegos artificiales rompieron la noche como metáfora de que tras una pandemia que lo ha cambiado todo, hay cosas que nunca cambian. Pólvora y música para sanar, como llevan haciendo siglos en una ciudad que las tiene imbricadas en su ADN.

Presidido por el jefe del Consell, Ximo Puig, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, el homenaje a los doscientos cuarenta y nueve fallecidos en la ciudad y a los servicios esenciales que han trabajado en los días más difíciles del encierro comenzó con la intervención del rapsoda valenciano Vicent Camps, que ha recitado el poema 'Cant de primavera', del poeta valenciano Marc Granell. El evento incluyó piezas de Mahler, Verdi, Bizet, Mascagni, Elgar y Barber.

Los nombres de los que han quedado atrás se proyectaban sobre la fachada del Ayuntamiento. Eran nombres de valencianos de toda procedencia: María, Amparo, Vicente, Mohammed, Jason, Jennifer... la pandemia no ha hecho distinciones en nada, ha sido tan transversal como cruel y el virus ha truncado casi 250 vidas en la ciudad, la que más ha sufrido, algo normal también por el tamaño de la misma, los efectos devastadores del coronavirus. También se recordó a los trabajadores esenciales: personal de limpieza, de los supermercados, transportistas... y sanitarios, claro. El dolor se mezclaba con el agradecimiento.

Tanto Puig como Ribó han querido recordar a los fallecidos y han pedido responsabilidad a los vecinos para evitar nuevos rebrotes y la vuelta a las peores semanas del confinamiento. También intervino Enriqueta Cuchullo, presidenta de la asociación de víctimas del coronavirus, que pidió «memoria y justicia» para los fallecidos por el Covid-19 y agradeció al Consistorio el acto organizado en la Plaza.