Así ha sido la intervención de María José Catalá en LAS PROVINCIAS

Se despide Catalá, dando las gracias a los asistentes. «Hasta he cantado», bromea. Y recibe el aplauso del aforo, dando por concluido el acto.

Y tercera y última cuestión: sus relaciones con Vox .«Progresa adecuadamente», sonríe mientras contesta. «No destaca», ironiza.

Segunda pregunta, el besamanos reciente. Sin toldo, observa Salazar. «Me dicen que la inversión es muy importante y no sabemos si merece la pena», responde, además de anunciar conversaciones con el Arzobispado al respecto «para contar con su complicidad».

Tres últimas cuestiones que saca Salazar a colación. El primero, la Albufera. «El Gobierno mezcla la aportación ordinaria con la extraordinaria, que no se ha hecho», reitera. «No han cumplido. Es una mentira muy fácil de desmontar».

Vuelve el contencioso sobre el turismo a sobrevolar la conversación. Anuncia límites a los megacruceros («Las ciudades flotantes son malas»), aprovecha para reivindicar la organización de eventos «que tenga sentido», como el preolímpico de baloncesto o la maratón y anuncia: «Más allá de eso, eventos que no generan impacto directo económico sobre la ciudad, no me interesan». Y sobre los pisos turísticas, subraya las órdenes de cierre dictadas por el Ayuntamiento desde que lo dirige y deja una frase con pinta de titular, una más de una mañana muy pródiga en anuncios: «No tengo inconvenientes de bloques completos de pisos turísticos, pero los apartamentos en comunidades de vecino generan problemas».

Nunca ha hablado con Lim asegura María José Catalá. Y añade: «Podemos proteger la identidad cultural del club pero no podemos sacar a la propiedad del club». «Hay cosas que puedes hacer y otras no», reitera. «No tengo intención de prevaricar».

Atención, gol en Mestalla. Aparece el fantasma del nuevo estadio en la conversación: Salazar envía el balón al punto de penalti para ver si Catalá remata, lo deja pasar o se lo devuelve. La alcaldesa se lamenta de la baja calidad de su diálogo al respecto con la oposición. Soba el balón, amaga, finta... Promete trabajar en favor del acuerdo, poner por delante a la ciudad «por encima de otras cuestiones» y asegura que no será la más populista en este ámbito, «que sería lo más fácil del mundo». ¿Ha rematado por fin? Suspense en La Rotativa: tampoco se despeja la duda de si Valencia acogerá el Mundial una vez solucionado el escollo de reabrir el estadio. «Que el Valencia cumpla con la ciudad», se limita a asegurar. Habrá que pedir la revisión del VAR... Con un aviso: «A mí me gusta mucho el viejo Mestalla».

¿Túnel de Serrerías? Salazar se interesa por la opinión de Catalá, le pregunta sobre las declaraciones de Pilar Bernabé («Puede ser su próxima rival», le avisa) y la alcaldesa recuerda sus conversaciones al respecto con el ministro Óscar Puente, a quien hizo ver el trato injusto de Valencia frente a proyectos semejantes en Bilbao y Barcelona. Vuelve a pedir la confinanciación para el proyecto de soterrar las vías en Valencia. «Esta ciudad no merece una cicatriz en plena área de desarrollo», enfatiza. «El túnel pasante es ineludible», añade, mientras apunta a Josep Vicent Boira, presente en el auditorio. «Las obras van lentas pero al menos van».

La alcaldesa parece cómoda en su papel de opositora que canta los temas al tribunal formado por Salazar, quien le pregunta por la conclusión de la Alameda. «¿Va a hacer algo?», le pregunta «Reformular el carril bici», responde.

Toca hablar de la calle Colón. La alcaldesa insiste en su intención de perfeccionar la calle, aprovecha para pedir al Gobierno de España una regulación más concreta y efectiva de la circulación de los patinetes, que complican en todas las ciudades la gestión del tráfico, y anuncia: «Merece una pensada peatonal». No aterriza esta idea pero también recuerda que ha impulsado 13 kilómetros de carril bici («Soy más de bici que Grezzi», alardea) aunque advierte de que tendrá presente a este respecto la seguridad de ciclistas y peatones.

«Hay gente que me cuestiona mi derecho a pensar, pero yo quiero pensar y hacer actuaciones dignas», afirma. Habla de la plaza del Ayuntamiento, asegura que las mascletaes son intocables en ese espacio, promete mejorar el palacio de Correos y los servicios que presta a Valencia de la mano de la Generalitat y, enigmática, desvela próximas novedades al respecto del edificio, que elude detallar.

Critica algunas decisiones adoptadas sobre la plaza consistorial en el anterior mandato municipal, cree que el Ayuntamiento está en sintonía con el equipo que ganó el concurso para su reforma pero también esgrime su intención de ir más allá de ese espacio concreto, para dotar a Valencia de un manual de estilo uniforme: 16 tipos de maceteros, ocho modelos distintos de farolas. Unificar la fisonomía del centro de la ciudad.

Primera confesión, su confianza en dar una solución a la reforma de la plaza del Ayuntamiento.

Es el momento de su coloquio con Salazar, quien repasa alguno de los anuncios de la alcadesa.

«Hay otra forma de gobernar», concluye. «Somos más y desde luego no vamos a parar», promete. Y concluye: «Derribaré los muros que sean necesarios».

Llama a la oposición a defender «sin fisuras» el compromiso del Ayuntamiento con la Albufera, antes de arremeter también contra PSPV y Compromís por su gestión en materia de pisos turísticos. Recalca su permisividad con la apertura de estos alojamientos, critica la baja cantidad de inspecciones durante el anterior mandato y «la pasividad de la izquierda», antes de desvelar una moratoria para evitar que proliferen estas viviendas por Valencia «Es un problema de España», asegura.

«Queremos relanzar Valencia en innovación y sostenibilidad», proclama. Y aborda ahora sus pretensiones sobre la Albufera, anuncia la adhesión a la campaña que promueve LAS PROVINCIAS, arremete contra Teresa Ribera, como ministra y como candidata del PSOE a las europeas y le acusa, en términos muy duros, de mentir. Anuncia un requerimiento judicial que el Ayuntamiento adoptará este mismo viernes para que llegue agua al lago, antes de recordar que el próximo pleno municipal reprobará a la vicepresidenta. Se interesa por saber qué decisión tomará Compromís al respecto.

«Lo hemos hecho bien», resume Catalá, haciendo balance de sus medidas sobre transporte y tráfico urbano. «Y sin incrementar la contaminación atmosférica», se felicita.

Y entra ahora en materia con las cuestiones de Movilidad, según una frase que suele repetir: «Los carriles bici no son de derechas ni de izquierdas». A partir de esa reflexión, que resta impacto ideológico a algunas de las decisiones adoptadas, para reclamar que el peatón es el eje de su política en ete ámbito. «Vamos a mejorar todos los entornos comerciales», advierte, antes de recalcar su idea de mejorar la calle Colón y peatonalizar la calle Jorge Juan. «Lo estamos valorando», señala. «Esto no es de izquierdas ni de derechas: es de sentido común».

Turno ahora para la gestión en materia de vivienda. Recuerda la baja tasa de pisos oficiales del anterior equipo municipal, aborda los próximos planes en el Grao y Benimaclet, avisa de nuevos logros en Campanar y reivindica la compra de viviendas en Safranar, que han servido para dar una oportunidad para rehacer sus vidas a los vecinos del edificio incendiado.

«Esta ciudad tenía un muro tributario», asegura, en relación a su decisión de rebajar algunos impuestos y tasas municipales. Y presume de haber reducido el colapso de licencias con una cifra concreta: el 19% del total se ha agilizado en este primer año al frente del Ayuntamiento. Y anuncia próximas sorpresas en La Marina, sin detallar.

«Hemos recuperado el sentido común en la movilidad sin aumentar la contaminación», se enorgullece. «Se puede pagar menos impuestos y tener la ciudad más limpia», observa.

«Queríamos una Administración más ágil y hemos desbloqueado licencias históricas», agrega. Cita por ejemplo sus actuaciones en La Marina, Malvarrosa, Grao, Casitas Rosa... E incluye entre sus logros la puesta en marcha de los cañones antifuegos de El Saler mientras va repasando otras medidas adoptadas durante su primer año de mandato.

«Hace casi un año asumí la alcaldía de Valencia para reivindicar el liderazgo de la ciudad», afirma. «Esa vocación nunca se debió perder», añade. Anuncia su intención de derribar los dos muros que atenazan su futuro: el burocrático y el ideológico, una de sus principales prioridades. «Tenemos mucho que trabajar pero en un año hemos convertido Valencia en una ciudad más eficiente» y subraya medidas como el refuerzo de la seguridad y la bajada de impuestos «histórica».

Menciona acto seguido el encendido nivel de polarización de la actual política española, que contrapone al nivel de entendimiento que se vivió durante la Transición, la época de los Broseta y Martínez Castellano. Recuerda los ataques que sufren la justicia y los medios de comunicación y señala que los demás, «los que no estamos en ese lado, somos más», en alusión al lema de nuestra campaña.

«Voy a entrar en arena. La provocación me viene fenomenal», avisa. Y recuerda la campaña en favor de dedicar una calle al fallecido profesor Manuel Broseta, antes de anunciar que las conversaciones con su familia prosperen para que, de la mano de los dos campus público, para transformar la avenida de Tarongers donde se ubican el apellido Broseta adherido.

La alcaldesa dice que es obligado leer cada mañana LAS PROVINCIAS para entender las claves de la sociedad valenciana. Tiene también unas palabras en memoria de Martínez Castellano, quien también mantenía una estrecha relación con nuestro periódico.

Ovación para la alcaldesa, luego de animar la velada entonando el estribillo de 'Esas pequeñas cosas'. Sorpresa de buena mañana.

Catalá, ya en el atril, comienza su intervención. Antes ha pasado como es preceptivo por el photocall. Incluso se anima a cantar...Por Serrat, nada menos.

Nuestro auditorio, en la antigua rotativa de LAS PROVINCIAS, está repleto de público para asistir a la intervención de la alcaldesa.

Toma ahora la palabra Miguel Ángel Benito, en representación de Aqualia, una de las firmas que apoya esta convocatoria.

«Somos un pueblo solidario y creativo», enfatiza para remarcar el contenido de nuestra campaña Somos más. Y recuerda acto sentido que estamos a punto de cumplir un año de la victoria en las urnas de la alcaldesa al frente de la lista del PP.

Interviene Trelis desde el atril dispuesto en el escenario. Menciona lo especial de esta jornada para LAS PROVINCIAS por su especial vínculo con la ciudad de Valencia y tiene un sentido recuerdo para su primer alcalde, Fernando Martínez Castellano, recientemente fallecido, para quien pide un emocionado aplauso.

Catalá llega a La Rotativa acompañada por miembros de su equipo, saluda a otras personalidades presentes como las conselleras Susana Camarero y Ruth Merino, y toma asiento en el auditorio.

En el acto intervendrá Jesús Trelis, director de LAS PROVINCIAS, que pronunciará unas palabras de bienvenida antes de la intervención de Catalá. La alcaldesa mantendrá a continuación un coloquio con nuestro jefe de Opinión, Pablo Salazar.

La agenda de prioridades de quien dirige el tercer ayuntamiento de España tiende al infinito, como se puede suponer, pero en el corto plazo hay cuestiones que necesitan una resolución inmediata: movilidad, Albufera, reforma de la plaza del Ayuntamiento... Asuntos que seguro que aparecerán durante el acto que está a punto de comenzar

Es turno ahora para los retratos de rigor en el photocall y compartir un café de bienvenida y por supuesto unas cuantas confidencias.

Hasta La Rotativa ha empezado ya a llegar una amplia selección de nuestros invitados, en representación de las distintas capas de la sociedad valenciana.

El acto que protagoniza Catalá tiene como principal interés conocer sus reflexiones como alcaldesa sobre dos ideas motrices: el liderazgo de nuestra ciudad y sus retos de futuro.

Buenos días, desde La Rotativa de LAS PROVINCIAS. Soy Jorge Alacid y estaré esta mañana compartiendo con vosotros el contenido de la intervención de María José Catalá, alcaldesa de Valencia, en el acto que hemos organizado en la sede de nuestro periódico. Una convocatoria enmarcada dentro de la campaña que impulsamos este año denominada Somos más: una iniciativa destinada a movilizar la conciencia colectiva de la Comunitat en favor de nuestros atributos más diferenciales.