Seguro que muchos de los jóvenes que estos años se dejan caer por Akuarela, el nombre actual de la sala, desconocen que durante la década de los 80 y 90, el firme deseo de Julio Andújar de convertir las antiguas termas en una sala de fiestas, que tuvo su apogeo a finales de los años 80.
ACTV, leído 'activi' se convirtió en una de las discotecas más importantes de la Ruta Destroy, espoleada sobre todo por el detalle de su ubicación: a pie de la playa de la Malvarrosa, consiguió entrar en los viajes maratonianos que se hacían visitantes de toda España, e incluso de Francia o Inglaterra, que venían a Valencia para disfrutar de un sonido muy especial. El de ACTV, dicen quienes estuiveron en esas sesiones, era especial: limpio, pulido. Singular.
Ayudó a conseguir esa importancia en la Ruta su imagen de marca, muy pensada por un diseñador llamado Lorenzo Company, aunque todo el mundo le conocía como Quique Company, tal como cuenta Eugenio Viñas en su podcast «Destroy», imprescindible para los interesados en este fenómeno cultural.
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El logo de un hombre con gafas que eran miras de escopeta o de rifle se convirtió en la imagen de toda la Ruta y junto quizá al de Puzzle pronto se transformó en la verdadera cara de un movimiento especial que tuvo en esta terraza de la playa (cuyas siglas sirvieron para todo tipo de chascarrillos en la Valencia de los años 90) uno de los exponentes más especiales y, tras el paso del tiempo, uno también de los más duraderos, pues todavía sigue en marcha hoy día.