

Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sacó de los cajones el proyecto de canalización de los barrancos de la Saleta y el Poyo ... para conectarlos con el nuevo cauce del Turia desempolvó también el eterno debate suscitado por la creación de una gran infraestructura hidráulica: la existencia de supuestos perjudicados y beneficiarios. El choque de pareceres sobre la nueva obra presentada por la CHJ tras la dana quedó patente con la disparidad de posturas entre los ayuntamientos de Aldaia y Alaquàs, favorables al proyecto, y el de Valencia, contrario en los términos inicialmente planteados, es decir, que se lleve a cabo sin revisar previamente si el canal puede admitir los nuevos caudales.
Sea como fuere, mientras en municipios como Aldaia los residentes cuelgan pancartas con lemas favorables a la nueva canalización en sus balcones, los vecinos de dos de las tres pedanías del sur de Valencia ven con «intranquilidad» y «preocupación» los posibles efectos que tendría una nueva riada con un caudal del Turia crecido con gracias al flujo procedente del Poyo y la Saleta. Los residentes de las pedanías damnificadas justifican sus escepticismo con el argumento de que el 29-O el Plan Sur ya fue al límite de su capacidad.
El pleno extraordinario celebrado por el Ayuntamiento de Valencia el pasado viernes en el que una veintena de asociaciones y entidades vecinales tuvieron la oportunidad de presentar propuestas para la transformación de La Torre-Faitanar, Castellar-l'Oliveral y Horno de Alcedo fue una muestra de ello. La presidenta de la asociación vecinal de Horno de Alcedo, María José Chiner, respaldó la postura que había adoptado el Ayuntamiento y casi rogó que el Consistorio mantuviera la intención de presentar alegaciones a las conexiones de las ramblas con el Plan Sur.
«Solicitamos que el Ayuntamiento no lo permita de ninguna manera, ya que reducirá el impacto a las poblaciones de Aldaia, Alaquàs y Xirivella, sin embargo, las pedanías sur estaremos en grave peligro ante el riesgo de desbordamiento del río», aseguró Chiner en el hemiciclo municipal antes de advertir que esta circunstancia «ya estuvo muy cerca de suceder el pasado 29 de octubre». Por ello, la dirigente vecinal también solicitó que se habilitara un canal de comunicación donde se les informara de los estudios realizados por los técnicos y las intervenciones previstas para evitar que una tragedia de esta magnitud vuelva a repetirse.
La presidenta de los vecinos de Horno de Alcedo también pidió que el Ayuntamiento solicitara al Ministerio la instalación de sistemas de drenaje que complementen el muro de la V-31 para evitar el efecto barrera que propiciaría que el agua inundase el barrio. En este punto Chiner recordó el 'encasillamiento' que padece la población por La Torre al oeste, por el nuevo cauce y la V-30 al norte, por la V-31 al este y por el nuevo polígono industrial y Sedaví al sur.
Desde Horno de Alcedo también plantearon un acceso o vía ciclo-peatonal que conectase la pedanía con el centro de la ciudad para reforzar la movilidad sostenible contribuyendo a la reducción del tráfico de coches en la zona. «Cuando estábamos con el barro, sentíamos estar totalmente incomunicados, sin vehículos, sin transporte alguno, sin comercios donde comprar, viendo las fincas y el Hospital La Fe justo enfrente, tan cerca y a la vez tan lejos, porque no teníamos forma segura de cruzar», lamentó.
Para cerrar su discurso, Chiner también apeló a otras necesidades como la paralización de la ampliación del polígono para construir más viviendas y fijar población al territorio, especialmente jóvenes, y la crearían más espacios comunes que fomentaran la interacción social, como zonas verdes, parques o áreas deportivas.
Por su parte, la presidenta de la asociación de vecinos de Castellar-l'Oliveral, Empar Puchades, consultada por LAS PROVINCIAS, expresa que desde su entidad son partidarios de las alegaciones presentadas por el Consistorio: «El Ayuntamiento tiene que estar presente y velar por nosotros». A su vez, también defiende que no están en contra de que se proteja a los pueblos de aguas arriba sino a favor de las decisiones que se adopten tienen un carácter «interdependiente» y que, por ello, tiene que abordarse mediante un «estudio serio».
En este sentido, los residentes de Castellar recuerdan que llevan hablando de reformular el nuevo cauce del Turia 10 o 12 años atrás poniendo de manifiesto «el efecto dique» que genera para las poblaciones sureñas. De hecho, ensalzan las conferencias que han organizado con expertos para formular propuestas de mejora a futuro. «No estoy de acuerdo de que se haga de manera precipitada, se tiene que evaluar mucho», asevera Puchades en esta línea.
Asimismo, la dirigente vecinal recuerda que el río estuvo a punto de desbordar la fatídica noche a la altura del azud del Repartiment y lamenta que el talud de la margen sur sea metro y medio más bajo que el de la ribera del sur de la ciudad.
A la hora de abordar la recuperación, Puchades propone que se escuche a los técnicos independientes, que se forme una mesa de participación en la que estén representados especialistas, gobernantes y asociaciones vecinales así como que se promueva una planificación urbanística y una cultura «coherentes» con el territorio.
Respecto a este último aspecto, la presidenta desmiente que la ley de la huerta del Botánico bloquease las obras de encauzamiento años atrás y aporta como prueba que la obra ahora planteada «contempla e integra si no todas, la mayoría de consejos que daba el Consell de l'Horta».
Por otro lado, fuentes de la asociación vecinal de La Torre consultadas por este periódico sobre su postura acerca de la nueva propuesta de encauzamiento prefieren esperar a pronunciarse una vez se les haya puesto en conocimiento de toda la información.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.