Cuando la finca de al lado tiene un vertedero ilegal

«¡Agua va!» era una frase común en las ciudades cuando no había desagües en las fincas y las inmundicias se arrojaban en plena calle con el peligro para los transeúntes de acabar sucios y malolientes. Lo mismo podrían decir los ocupantes ilegales de un edificio de 14 viviendas situado en el número 47 de la Carrera de la Fuente de San Luis. El deslunado donde lo arrojan todo desde hace cuatro años se ha convertido en un vertedero donde pululan ratas como conejos.

El caso es que el edificio está sin estrenar y cuando la constructora lo tenía prácticamente acabado, la crisis inmobiliaria se la llevó por delante. «No sabemos de quién es ahora, probablemente de un banco», se lamenta uno de los vecinos del número 37 de la avenida Doctor Waksman. Esta comunidad de propietarios vive en un inmueble pared con pared con el anterior y comparte deslunado. Ha presentado una denuncia, otra más, en el Ayuntamiento, para ver si con el argumento del coronavirus y el riesgo de contagio tiene algún efecto y logran el desalojo.

«De momento no han contestado nunca, que sepamos, pese a las denuncias. La última vez que vino la policía nos dijo que lo mejor era darle publicidad por si conseguíamos algo», señala. Los residentes quieren que el Consistorio intervenga entre otras razones porque el deslunado recae a una propiedad municipal, una enorme solar en la calle Nieves, también pendiente de un proyecto de urbanización. Al otro lado se levanta el complejo policial de Zapadores.

«Queremos que el Ayuntamiento proceda a tomar las medidas necesarias para obligar al propietario único del inmueble o en su defecto a los residentes, okupas, a la limpieza de las terrazas comunes de la primera planta, eliminado arbustos y basura, dada la presencia abundante de insectos y roedores, siendo un autentico peligro para la salud del resto de vecinos colindantes», indica el escrito al Consistorio.

La situación es más que insostenible, también por los escándalos continuos. «Hicieron enganches ilegales a la luz y se los quitaron», recuerdan, para señalar que han llegado a escuchar gritos referentes a deudas en el pago del alquiler. «Está claro que es una mafia que tiene controlada la finca», aseguran. Los últimos cuatro años han tenido que llamar varias veces a la policía.

En caso de que no logren la limpieza por parte del propietario, reclaman que sea el mismo Ayuntamiento el que «proceda a su limpieza, entrando en el inmueble por razones de insalubridad. La cantidad de basura acumulada y suciedad es preocupante», apuntan, para considerar que el Consistorio «ante los escritos presentados en varias ocasiones, se está desatendiendo de dar una solución con manifiesta dejadez de sus funciones y ayuda al ciudadano, dado que ni siquiera ha contestado a ningún escrito».

«La presencia abundante de insectos y roedores, junto con un hedor insoportable, supone un auténtico peligro para la salud del resto de vecinos colindantes», explican sobre la situación que padecen. La finca está prácticamente terminada, con todas las instalaciones, aunque es claramente visible la ocupación ilegal, con basura en los balcones.

«No tiene sentido dejar que se arruine la finca como ha sucedido. Ni es solución para nosotros ni para las personas que están malviviendo ahí», indica una de las vecinas, quien apunta que comenzó esta situación «hemos visto y escuchado de todo. Esto tiene que acabar por una mera cuestión de salubridad y encontrar una alternativa para los ocupantes ilegales que no sea perpetuarse en una finca arruinada».