El edificio de la antigua Lonja de Pescadores del Cabanyal ha sido siempre el buque insignia de la rehabilitación del barrio marinero, después de que se descartara su derribo o posible traslado a otra ubicación para construir en su lugar una rotonda con la ya descartada prolongación de Blasco Ibáñez. Ahora, el futuro de este edificio que data de 1909 está en compás de espera, ya que la sociedad de los antiguos patrones de barco conocida como Marina Auxliante acaba de ganar un juicio al Ayuntamiento de Valencia por el que se reconoce que la concesión de estos terrenos no ha caducado.
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Desde la Marina Auxiliante tienen claro que la concesión que hizo el rey Alfonso XII fue ilimitada, en cambio el Consistorio ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Superior de Justicia.
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Mientras, los vecinos que habitan las antiguas cuarenta casas de pescadores, aseguran estar a la expectativa, puesto que llevan desde la década de los 90 esperando tener una solución definitiva. La raíz del problema es que estos residentes son los propietarios de las casas edificadas de la Lonja, pero no del suelo o terreno, que fue del Estado y que en los 90 pasó a manos del Ayuntamiento de Valencia.
Melchor Gallart preside la sociedad Marina Auxiliante, entidad que es heredera de los antiguos patronos de barcos y propietaria de la concesión centenaria del terreno donde se levanta la Lonja de Pescadores del Cabanyal. Afirma que «en el caso de la Lonja lo que queremos es que dejen a los dueños de cada casa que paguen la parte proporcional del terreno y les dejen escriturar, no hay otra intención porque, de hecho, hicimos un documento o hijuela donde les reconocemos la propiedad». En el caso de la Casa dels Bous afirma que «estamos dispuestos a cederla si nos indemnizan para poner el museo del mar. Y en la Fábrica del Hielo queremos comprar el suelo».
«Desde los años 90 que hemos oído proyectos dispares. Primero nos querían hacer una permuta de estas casas por otras, luego querían hacer aquí una rotonda y trasladar el edificio, algo que era rocambolesco, el actual Consistorio se quiere quedar las casas...», indica Francisco Cerveró.
Este vecino, que se ha criado en la Lonja, «puesto que sigo en la casa de mis padres y mi abuelo también vivía tres casas más al lado» afirma que «si de verdad apuestan por la Lonja lo que tienen que hacer es dejar que los dueños compremos el suelo, igual que sí va a permitir el Ayuntamiento en las vecinas casas de Pavimar de la calle Eugenia Viñes». Y añade que «no tendría sentido que nos tiren de nuestras casas o no dejen que las hereden nuestros descendientes y que el Consistorio traiga a otros habitantes dándole uso de vivienda social».
Otro residente en La Lonja, Rafael Nicolau, recuerda que «antes de inaugurarse el edificio se destinó a hospital», ya que se cedió a la Cruz Roja para curar a los heridos de la guerra de Marruecos. Luego fue Lonja, «y de hecho mis abuelos arreglaban las redes en la puerta de casa. Y aún están en la fachada del edificio los ganchos en los que sujetaban las redes para dejarlas secar».
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Hasta la fecha cada dueño tiene una hijuela o documento emitido por la Marina Auxiliante donde figura quién es el dueño de cada casa, «pero lo que queremos es que el Ayuntamiento nos venda el suelo y podamos escriturar porque queremos estar tranquilos y dejar herencia a los hijos», indica Rafael Nicolau.
José Guillamón, otro vecino, indica que «soy bisnieto de la gente que lo fundó. No hay otra solución posible más que nos dejen quedarnos en nuestras casas. Mi padre era marinero y también reparaba las redes».
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Los vecinos de la Lonja constituyeron en 2016 la plataforma Vullc (Veïns Units Llotja del Cabanyal) y lo que piden, según Manu Ríos y Adolfo Saiz, «es que la gestión de la venta del terreno de nuestras casas la lleve Plan Cabanyal, igual que en las casas de Pavimar». Añaden que «lo que queremos es que cada vecino negocie la compra», sin más mediaciones. Afirman que desde 2016 «hemos pagado a escote la pintura, desratización y retirada de escombros porque estaba todo abandonado y el Consistorio hizo un cierre para que no pasaran palomas». Añaden que no entran en la concesión de la Casa dels Bous ni de la Fábrica del Hielo porque es un tema de la sociedad Marina Auxiliante.
Mientras la vía judicial sigue su curso, los vecinos desean que el Consistorio invierta el prometido millón de euros para rehabilitarlo. De momento, no se trata de una cuestión fácil, ya que entre los mismos vecinos hay ciertas discrepancias, mientras unos apoyan el camino judicial y la manera de proceder de la Marina Auxiliante, propietaria de la concesión de la Lonja y de otros edificios como la Casa dels Bous o la Fábrica de Hielo, otros residentes prefieren tratar la venta del suelo de forma directa con el Ayuntamiento.
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