«¡Ya teníamos ganas de casarnos!»

El Covid-19 y las restricciones sociales no han vencido al amor. El Palacete de Monforte ha reabierto sus puertas para albergar de nuevo la celebración de bodas civiles. En la primera jornada de hoy dos las parejas que se dieron el 'sí quiero' e inmortalizaron el momento con un beso, eso sí, tuvo que ser con la mascarilla puesta.

Para la jornada de sábado hay previstas cuatro más, desde las 11.30 horas y hasta las 14 horas y, como explicó la concejala Elisa Valía, «entre cada una de las celebraciones hay un receso para que se pueda hacer la desinfección».

Los primeros en formalizar su compromiso fueron Vanessa Fraile y Eduardo Calvo, que llevan once años juntos. Entre el reducido número de invitados que podían tener se encontraba su hija de dos años y medio. «Ya cancelamos una vez la boda por un tema del papeleo y ahora decidimos seguir adelante. No queríamos cancelarla de nuevo. ¡Ya teníamos ganas de casarnos», indicó la novia Vanessa Fraile.

La pareja comentó que la concejala «nos ha dicho que igual que no olvidará la primera boda que presidió, tampoco olvidará las primeras tras el confinamiento por el Covid-19». Como dato curioso, el día anterior decidieron que les hicieran una mascarilla a juego con el traje, en tono gris.

Fueron muchos los medios de comunicación que fueron a inmortalizar el acto y el novio preguntó que dónde iba a salir publicado «porque ni mis amigos sabían que me casaba hoy. Se enterará por vosotros».

Los dos echaron en falta a sus padres, «pero como son mayores, población de riesgo, hemos preferido que se queden en casa». Ayer fueron de comida con los dos testigos, Carlos Sesmero y Alba Rendón; con las hermanas de ambos, Mar Fraile y Eva Calvo, además de la hija.

La segunda pareja que selló su amor en Monforte estaba integrada por Silvia Sánchez y Juan Luis Gil. «Teníamos prevista la boda para el 3 de junio y nos llamaron para decirnos que no podía ser. Nos avisaron hace una semana para ver si queríamos y no nos lo hemos pensado. Queríamos casarnos ahora y hacerlo formal», explicó ilusionado Juan Luis. Silvia añadió que «tenía claro que los planes tienen que seguir. Llevábamos un año esperando que llegara este día».

Eso sí «el viaje a Londres se ha cancelado, nos perderemos por España». En cuanto al banquete, «se traslada al 3 de septiembre. Seremos 100 invitados en la masía dels Carasols de Riba-roja».

Como explicó la concejala Elisa Valía desde el estado de alarma se han cancelado 80 bodas, pero muchas de las previstas se han reubicado en otra fecha hasta diciembre. Como en verano hay más demanda, las bodas serán viernes, sábados alternos y, como todos los años, en junio, julio y septiembre se incorpora el miércoles. En las bodas del viernes en lugar de bancos había sillas separadas. No podía entrar un fotógrafo para tomar imágenes del enlace y los novios se tenían que besar con la mascarilla. Ya en el jardín, al estar en exterior, podían quitarse las mascarillas y hacerse fotos. En la fase 3 el aforo ya será del 75% siempre que se respete la distancia social.