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El arquitecto José María Lozano es el portavoz del Observatorio de Cultura Urbana Rita Barberá, entidad gestada hace un par de meses y que busca documentar los 25 años de mandato de la fallecida alcaldesa, con el fin de evitar que «se reescriba la historia de Valencia», como asegura están haciendo Compromís y el PSPV respecto a dichos años.
–¿Cuál es el propósito?
–Nace para ordenar de una forma sistemática y rigurosa una serie de acontecimientos urbanos producidos en Valencia los últimos 30 años y, particularmente, durante los 25 años de mandato de Rita Barberá, que de una manera algo exagerada nos permitimos llamar 'edad de oro' de la ciudad de Valencia.
–¿Por qué hay que reivindicar la figura de Rita Barberá?
–Durante 25 años la ciudad estuvo dirigida por la misma persona, algo tendrán que ver sus logros y lagunas con todo lo que pasó. Por eso digo que hay que registrar con rigor todo eso, desde la Valencia verde hasta la dedicada a la conservación del patrimonio, con todas las intervenciones que se hicieron. Los equipamientos públicos, que fueron muchos. También los asuntos de movilidad urbana como las primeras redes de carriles ciclistas o las peatonalizaciones. De los proyectos estratégicos, los más delicados, hablaremos con detalle y profundidad. Desde la America's Cup a la Fórmula 1, además del famoso Plan del Cabanyal. También grandes operaciones de futuro como las Fallas Patrimonio de la Humanidad, que no tuvo la oportunidad de disfrutar.
–¿Esto nace porque creen que en los últimos años se está malinterpretando o arrinconando el legado de Rita Barberá?
–La preocupación es que en los últimos años, lo que se está es deshaciendo mucho de lo hecho, se está sembrando basura sobre muchas cosas y tomando decisiones erráticas, como lo hecho con la plaza del Ayuntamiento. No se está consiguiendo nada de lo que fue motivo de controversia o los motivos, como el plan del Cabanyal. Estamos en unos años de impás y a nuestro juicio con una marcha atrás, un retroceso intencionado con el deseo de hacer de Valencia lo que fue antes de los años de Rita Barberá, absolutamente provinciana y encerrada en sí misma, que sólo se abrió al mundo a partir de ella. Lo quieren corregir incluso tergiversando la verdad y reescribiendo la historia de Valencia. Esto no lo van a conseguir porque la historia la escribirá este observatorio de manera rigurosa y documentada.
–¿En ese intento de reescribir la historia de Valencia qué señales ve?
–Veo declaraciones institucionales como una que acabo de leer sobre la petición de que sea alcaldesa honoraria. Hemos visto cómo se lo han quitado de encima diciendo que son problemas internos del PP, que ha muerto hace poco, etc. No es que quieran reescribirla, es que no dejan de echar basura sobre lo que se hizo. Consideran que los grandes eventos se hacían por motivos particulares y que no significa nada que 500 millones de personas vieran la America's Cup. O también que los parques que hizo Rita no se disfrutaron por parte de los vecinos, sino sólo de una minoría. La realidad es que nunca los barrios han estado tan abandonados y lo vemos en el 'Chinatown' que quieren hacer. Es que son catetos, y lo digo con toda tranquilidad, son catetos que pretenden catetizar Valencia y eso nos preocupa.
–¿Cuándo habla de catetizar Valencia mete en el mismo saco a Compromís y el PSPV?
–Absolutamente, el PSOE es de un seguidismo con Compromís de mucho cuidado. No distingo el catetismo del Rialto.
–¿A qué se refería con lo del plan del Cabanyal?
–No nos cabe ninguna duda a nadie que fue un proyecto frustrado, el más grande en este sentido, por parte de los que estaban en contra. Esa decisión no ha significado una construcción inmediata, lo paralizaron y desde entonces no han hecho nada más. El Cabanyal ha seguido deteriorándose y el plan alternativo ha pasado por varias reformulaciones, la última se supone que será la significativa. Los índices de ocupaciones y los problemas de convivencia son mayores de los que había antes. No han sido capaces de sacarlo adelante.
–¿Este observatorio nace bajo la influencia del PP o de cualquier otro partido?
–Hasta que no se constituyó el observatorio, el 22 de marzo, no le di personalmente la noticia a Isabel Bonig y María José Catalá. Ni siquiera a la familia de Rita Barberá se le dijo antes de constituirlo porque me preocupaba el disgusto razonable que tienen por el comportamiento del PP con Rita a nivel institucional y de las personas. En absoluto ha tenido que ver. En los órganos de gobierno no estará ni un militante de base de una sigla política.
–Dígame algunos nombres de las personas que ya estén en el Observatorio.
–Está presidido por la arquitecto Ana Lozano, el vicepresidente es el catedrático Santiago González Varas y el secretario es Ramón Sentís, letrado y empresario. La tesorera es Pilar de Insausti, antigua profesora de Jardinería y Paisaje, autora de numerosos libros. También Julio Gómez Perretta y Magín Ruiz de Albornoz, además de Juan Manuel Valiente y mucha gente joven. Tenemos profesionales de ocho países que han mostrado su interés en participar.
–Veinticinco dan para mucho, pero ¿Qué destacaría de los logros de Rita Barberá?
–Creo que empezaremos por la Valencia verde, aunque es un eslógan que seguro que no le gustaría porque pensaría que es una exageración. Veía con naturalidad que una ciudad debe ser verde y el homenaje final de esto será el Parque Central.
–¿Eludirán algún tema?
–No, hablaremos de todo como por ejemplo la Tabacalera. Este observatorio no pretende blanquear las cosas que puedan ser críticas, sino ponerlas en valor de una manera rigurosa.
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