Guastavino: de Nueva York a la nueva plaza de la Reina

En el centro de la plaza se encuentran los toldos que ofrecerán un resguardo del sol valenciano durante los meses calurosos. Estos se guardarán durante el invierno, y así quedará en esa época del año una vista más despejada de la Catedral. Aún así, con toldos o sin toldos las vistas a los edificios históricos son una de las prioridades de estas obras. Por ahora las sombras ya se proyectan en forma de diamante en el pavimento blanco. El resto de zonas sombreadas la crean los árboles. Algunos están agrupados en los extremos, y ofrecen una vista ajardinada con las palmeras representantes de esta ciudad. El resto de árboles están situados a lo largo de la plaza con asientos a su alrededor para los que quieran descansar mientras pasean por la ciudad. Con todo, gran parte de la plaza sigue expuesta al sol.

Noticias Relacionadas

Un pícnic en medio de Pérez Galdós

Ribó se acuerda de las pedanías y proyecta ahora un corredor verde y un paseo junto al mar

El parking, que fue el motivo principal del sobrecoste por el mal estado de la infraestructura, tiene su nuevo acceso junto a la calle del Mar. Un total de 300 coches podrán aparcar debajo de la nueva plaza. Para las terrazas habrá tan solo diez zonas reservadas, decisión que el Consistorio ha tomado para evitar el uso abusivo del espacio público. En esa área se tendrán que situar locales como la famosa chocolatería Valor o La Terraza de Santa Catalina. Eso sí, una vez abiertas, las terrazas tendrán una vista mucho más amplia que antes cuando circulaba el tráfico. Para los más jóvenes, habrá una área específica de juegos infantiles y para los más deportistas aparcamientos de bicis. También habrá 17 dispositivos de los que caerá agua nebulizada durante los meses más calurosos.

Además, junto a la calle Barchilla lucirá la estatua del arquitecto valenciano conocido principalmente por la difusión de la bóveda tabicada por el mundo. Este tipo de construcción lo han heredado lugares como la estación Grand Central y el Museo de Historia Natural en Nueva York. En el acto, donde se ha destapado la figura de Guastavino, ha estado presente la concejala de Cultura, Gloria Tello. «Es inconcebible que los valencianos y valencianas no pongamos en valor el hecho de que edificios tan importantes son obra de un valenciano» explica la concejala.

En 1908 Federico Aymamí Faura y Javier Goerlich plantearon una reforma integral de la ciudad en la que la plaza de la Reina representaba un punto clave. La propuesta era hacer que de este lugar de Valencia partieran cinco grandes avenidas. La apuesta actual es todo lo contrario. Se trata de convertir el centro de Valencia en una zona peatonal.

Durante las últimas semanas las vallas de las obras han ido ocupando cada vez menos terreno y por las rejas los peatones ya pueden intuir el ambiente de la nueva plaza. Un blanco pulcro toma protagonismo frente al asfalto que había previamente y, si no fuera por los sonidos de las obras todavía vigentes junto al gran espacio que ocupan la plaza, transmite una sensación de mayor amplitud. Ahora quedará en manos de los valencianos valorar los nuevos cambios.