Habla la familia del niño atropellado en la Ronda Nord: «No salimos del hospital, sólo nos importa él»

Las noches al lado de una cama de hospital son frías y oscuras como pocas. Es ahí, en las horas de la madrugada donde la luz de los puestos de enfermeras es un oasis en medio de la negrura, cuando las preguntas se arremolinan y sólo el amanecer trae algo de calma, mientras en una cama alguien a quien adoras lucha por seguir aquí. Dieciocho noches eternas lleva aguantando la familia del menor atropellado en la Rond Nord el pasado 19 de mayo. Dieciocho noches en las que sus seres queridos rezan por su recuperación. «No salimos del hospital, sólo nos importa él», asegura su hermano.

El joven, que acompañaba al menor en el momento del atropello, habla por primera vez con un medio de comunicación desde que ocurrió el siniestro. En su voz, tranquila, baila un acento casi escondido. «Seguimos con él, está estable dentro de la gravedad», cuenta a LAS PROVINCIAS. No quiere ni recordar el accidente. No le preguntamos por él. «Sólo nos importa que él esté bien», asegura. Es casi una oración.

En esas noches de las que hablamos, seguro que les pasa por la cabeza Ángel C., el hombre que presuntamente conducía el BMW gris que se saltó un semáforo y se llevó por delante a un niño de 6 años en uno de los siniestros viales más graves e impactantes que se recuerdan en la ciudad en los últimos años. «No pensamos en nada más, nos dicen los abogados y los policías que no pensemos en nada más», comenta. Preguntado por si le da vueltas al resultado del juicio, el joven suelta un lacónico: «Lo que decidan los jueces».

En esa decisión jugará un papel importante la investigación policial, que continúa. Por el momento se desconoce a qué velocidad iba el vehículo en cuestión. La Policía Local trabaja en el atestado definitivo, donde gracias a complejas fórmulas matemáticas deberían poder arrojar luz sobre el asunto, además de acceder al vehículo para un amplio reportaje fotográfico y para conseguir los datos del ordenador del vehículo para saber si frenó o hizo algún tipo de maniobra evasiva, que los testigos, incluido uno de un coche que estaba parado en el semáforo, no vieron.

La investigación, eso sí, comienza a dar algún que otro fruto. Por ejemplo, este diario ha podido saber que tanto el menor como su hermano, que le acompañaba en el momento del siniestro, cruzaban con el semáforo en verde, al final de la fase, pero con tiempo suficiente para llegar al otro lado. Parece ser que el joven llevaba a su hermano de la mano, y este se adelantó ligeramente, porque cruzaban hacia la parte superior de la salida del túnel de Camino de Moncada y no al revés, lo que hizo que el coche que se saltó el semáforo se lo llevara por delante.

El vehículo le impactó con la parte delantera izquierda. Debido al golpe, perdió el espejo retrovisor, que quedó en el asfalto mientras un testigo se afanaban en dar los primeros auxilios al menor y otro llamaba al 112 para dar parte de lo sucedido. Hasta el lugar se desplazaron dos agentes de la Policía Local y una patrulla de la Policía Nacional, así como un SAMU, que trasladó al menor tras estabilizarlo. Posteriormente, los psicólogos del Servicio de Atención a Urgencias Sociales (SAUS) del Ayuntamiento de Valencia se desplazaron hasta el hospital para atender a la familia del menor, sobre todo a la madre. Servir, proteger y consolar.

Durante la investigación, la Policía Nacional reclamó al juez que geolocalizara los teléfonos a nombre de Ángel C., el único investigado en la causa, esa misma tarde para saber qué hizo o dónde estuvo y, sobre todo, para saber si su presencia en la Ronda Nord en torno a las 15.30 horas del domingo 19 de mayo quedaba acreditada. Así, los agentes tendrían cierta seguridad de que era él el que conducía, aunque la única hipótesis por el momento es que así era.

Sin embargo, el titular del juzgado de instrucción número 16 de Valencia denegó la petición del grupo de Homicidios de la Policía Nacional al entender que dado que ya tenían localizado y detenido al presunto agresor, no tenía sentido intervenirle las comunicaciones, como pedían los agentes, ni geolocalizarle en la tarde del 19. Las actuaciones sobre las comunicaciones son complejas y es relativamente habitual que se denieguen por cuanto los requisitos que se han de cumplir para ser autorizadas son complicados. Además, la Fiscalía se opuso.

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