Homenaje a los animales muertos en el incendio de Campanar

Espontáneo homenaje a los animales fallecidos en el incendio de Campanar de la pasada semana. Una corona de flores ha aparecido en el monumento 'Callejeros' que la escultora Elena Negueroles donó a la ciudad en recuerdo de las mascotas abandonadas y que está situado en la plaza de los Hermanos Pinazo de Valencia.

La corona de flores lleva una banda en la que se recoge la leyenda 'En recuerdo a todas mascotas fallecidas en el incendio de Campanar'. Además, se ha dejado una tarjeta con la inscripción «por todos los animalitos fallecidos en el incendio. Millones de besos al 'Arco Iris'. Siempre en nuestros corazones. D.E.P.». El tarjetón no tiene ninguna firma.

Según publican varias asociaciones animalistas, como Alternativa Felina de Valencia, «no hay una cifra exacta pero unos 48 perros, 36 gatos y otros animales quedaron encerrados en ese infierno sin escapatoria. No olvidemos que también merecen que sean recordados. Ellos no sabían de protocolos de emergencias». La vicepresidenta de la sección de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Valencia y presidenta de Abogados Valencianos en Defensa Animal, Amparo Requena, manifiesta que todavía no se ha realizado el recuento oficial de víctimas animales. Por lo tanto, «las cifras podrían ser bastante superiores porque los números que se han publicado no contabilizan otras mascotas que no sean perros y gatos».

Requena afirma que «hay gente destrozada por el duelo al considerar a los animales fallecidos como miembros de la familia». La letrada expone que algunos de los afectados por el incendio piden que se puedan recuperar los restos mortales de las mascotas para darles sepultura cuando sea posible. Las clínicas veterinarias de Aúna y AniCura se prestaron a ofrecer asistencia sanitaria a los animales heridos en las peores horas del fuego. No obstante, ambas entidades han confirmado que no realizaron ninguna intervención relacionada con el siniestro durante esa jornada.

La escultora de la obra 'Callejeros', Elena Negueroles, afirma que el monumento se ha convertido «en un lugar de referencia para las personas que aman a los animales en Valencia». Tanto es así que ella misma y otras personas anónimas la adornan con flores durante todo el año. «Lo peor de una tragedia como la del incendio de Campanar es la pérdida de vidas», a lo que la autora de 'Callejeros' añade que «muchas veces los animales también forman parte de la familia». Negueroles tiene vínculos con la defensa de los derechos de los animales ya que su madre y su tía fundaron la primera protectora animal de Alzira. Además, ella misma ostenta la secretaría de la asociación Adopta Un Perro Abandonado (AUPA), que opera en la Mancomunidad de l'Horta Nord.

La edil de Compromís y exconcejala de Bienestar Animal, Glòria Tello, ha calificado como «una gran ofrenda» el homenaje improvisado al centenar de animales fallecidos en el incendio de Campanar: «Valencia es una ciudad que ama a los animales y que cada vez más entiende que hay que avanzar en su defensa y protección». «La escultura de Elena Negueroles es un símbolo de aprecio a los animales que nos ha ayudado a ser mejores personas», ha aseverado Tello.

La escultura en recuerdo a todos los animales abandonados y a las personas que los cuidan fue inaugurada en 2018. Las medidas son de 90x70x30 centímetros y un peso de 70 kilos. La pieza está sobre una peana revestida de cerámica con el grabado delantero de una dedicatoria en nombre de la ciudad de Valencia y encabezada con el escudo municipal y en el lateral trae grabado el poema 'De calle' de la misma autora.

La obra, 'Callejeros', representa a un perro y una gata, de nombres Tristán y Soledad. Sobre un gran pedestal cúbico se encuentra la figura de dos animales en posición sedente y acurrucados entre si, un perro y una gata. El monumento es el segundo de los tres que hay en la Comunitat, junto con el de Alzira y Benicásim. De hecho, la escultura contra el abandono animal de la plaza de los Hermanos Pinazo es la segunda de esta temática que se hizo en Valencia. Está fundida con el bronce del mismo barro que el de la capital de la Ribera Alta que fue la primera en hacerse. La técnica utilizada fue la fundición con pátina a la antigua, para dar apariencia de piedra natural.

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