Los hosteleros recurren al Supremo para evitar la ZAS en Ruzafa y El Carmen

Los hosteleros de la ciudad quieren acabar con las declaraciones de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en Valencia. Las consideran un modelo obsoleto, pues desde hace más de 20 años que no se revisan. Los empresarios creen que con las ZAS son los únicos castigados con restricciones por el ruido. El Tribunal Supremo ha admitido el recurso de la Asociación de Hostelería Responsable de Ruzafa, Al Balansí, que junto a la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia se personaron en la causa.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia pedía al Ayuntamiento este verano una nueva toma de los niveles de ruido en el barrio de Ruzafa después de que la asociación de vecinos, Ruzafa Descansa, presentara pruebas y una petición para declarar buena parte del barrio como ZAS. Las mediciones aportadas por la asociación no fueron admitidas por el magistrado que dijo que no cumplían con el protocolo mínimo por el cual se deben realizar estas tomas de ruido. El informe que se aportó desde el Ayuntamiento tampoco era válido. Esa falta de claridad sobre los niveles de ruido motivo al Tribunal Superior a pedirle al consistorio que hiciera mediciones en el barrio.

Los hosteleros recurren ahora la sentencia porque su intención no es otra que la de evitar que se declare una nueva ZAS. Lo que quieren es frenar las mediciones porque son erróneas y no se realizan conforme a Ley del Ruido y a su vez, en el recurso reclaman al juez la puesta en marcha de un procedimiento reglado que empiece por un plan de medidas contra el ruido en la ciudad, lo que afectaría a otros grandes emisores de ruido como el tráfico, las obras o incluso la recogida de basura. Con este procedimiento dejarían atado de pies y manos al Ayuntamiento que para ellos ha sido incapaz de abordar el problema.

Otro de los frentes abiertos está en el barrio del Carmen. El recurso contra la ZAS del Carmen sigue abierto por la inconsistencia metodológica de todo el proceso de mediciones acústicas. Por ello quieren que el contencioso marque ahora un antes y un después en el método para abordar las mediciones del ruido en la ciudad.