El hotel de la Marina de Valencia sigue paralizado a los dos años de aprobarse el concurso

El 5 de marzo de 2018, el consejo rector del Consorcio Valencia 2007 aprobó la cesión al Ayuntamiento de la gestión del concurso para la construcción de un edificio hotelero y de servicios en una parcela junto a la antigua estación Marítima. Más de dos años después, los trámites siguen paralizados y a la espera de su licitación.

Es más, la concejala de Gestión del Patrimonio, Isabel Lozano, contestó al grupo popular hace unos días lo mismo que el pasado abril, es decir, que el Ayuntamiento «está a la espera del borrador del pliego que contemplará las conclusiones del proceso de participación, el cual espera tener finalizados a finales de junio para trasladarlo posteriormente a la alcaldía». En abril se esperaba resolver el tema en un par de meses, lo que no sucedió.

Por el contrario, fuentes del Consorcio señalaron que el proceso de participación, en el que intervinieron un centenar de personas, está terminado y entregado al Consistorio, lo que desmonta la justificación del retraso. El inmueble tendrá una altura máxima de 30 plantas y se convertirá en el icono arquitectónico de la dársena interior, pero cuando se ejecute el proyecto.

Para el concejal del grupo popular Carlos Mundina, el gobierno municipal y el Consorcio «se pasan la pelota uno a otro sin resolver nada». En las mismas respuestas dadas por la delegación de Patrimonio, se indica la ausencia de ofertas de empresas privadas por la inversión, entre otras razones por la falta de publicidad de la iniciativa.

La paralización del hotel supone el freno de una de las inversiones más interesantes de la Marina, que tiene otras en marcha. La más reciente es el complejo de oficinas que acogerá la antigua estación Marítima. La comisión delegada de la entidad aprobó este martes el paso de la concesión de una empresa a otra del mismo grupo, por lo que no se aumentará el precio del canon.

Otro de los plazos de presentación de ofertas que ha terminado es para la construcción de la llamada Marineta, un pequeño grupo de amarres junto al Veles e Vents, donde había una terraza de verano, que responderá al incremento de demanda de plazas para barcos de recreo. Pequeñas obras que contribuyen a reordenar la dársena hasta que lleguen las grandes concesiones e inversiones públicas.

Sobre esto, fuentes conocedoras del proceso comentaron que la ejecución de dichos proyectos dependerá de la adjudicación de concursos, de tal manera que las financien. Entre las más ambiciosas destaca la transformación de todo el perímetro, actualmente un gran aparcamiento, con una zona arbolada y de paseo.

Sobre el hotel, la altura máxima será de 30 plantas, aunque hasta que se adjudique la oferta no se concretará este extremo. Mundina atribuyó parte del retraso a la oposición de València en Comú el anterior mandato a que se haga este equipamiento. «Ha pasado más de un año desde que ya no están en el Ayuntamiento y no se ha avanzado nada», subrayó. El hotel se levantará junto a la estación Marítima, que permanecerá en el lugar al tratarse de una parcela segregada.

Otra de las iniciativas que están por ratificar es la entrada en la concesión del Veles e Vents de una empresa participada por el Grupo Porto Pinell como socio de La Sucursal. La cuestión está pendiente de entrega de nueva documentación desde el punto de vista económico, indicaron, para señalar que se trata de algo técnico que se podrá resolver sin más complicaciones. Los segundos pagan puntualmente el canon mensual desde que salió Heineken de la explotación poco antes del verano.