El fracaso de los huertos urbanos en Valencia

El pasado 11 de marzo, el alcalde Ribó anunció lo que denominó un «nuevo modelo de urbanismo, donde el verde sea el color que sustituya al negro del alquitrán», dentro de la estrategia del Ayuntamiento para que los huertos urbanos «invadan el casco urbano». Esta necesidad se encuentra en el último lugar, sólo por encima del «no sabe» para los participantes del infobarómetro del mes de marzo, dado a conocer ayer por el Consistorio.

La encuesta telefónica en la que han participado 2.300 personas incluye la pregunta acerca de las necesidades dotacionales más frecuentes para los distritos. Los huertos urbanos, también denominados de autoconsumo, son la primera urgencia en este apartado sólo para el 1,7% de los encuestados.

En la parte opuesta, el 30,6% de los participantes sitúa los jardines y parques infantiles como el equipamiento que más echan en falta de los barrios donde viven. También que el 43,9% echa en falta espacios infantiles en los parques. Es inevitable trasladar estas dos cifras al barrio de Benimaclet, donde ahora se encuentra en pleno debate el modelo de desarrollo hasta la ronda norte.

Mientras que el grupo socialista aboga por reservar una parte para huerta y destinar la mayoría de terrenos a un gran parque público, Compromís ha iniciado una campaña de promoción entre los vecinos de un diseño donde un tercio de los solares serán destinados a campos de cultivo vecinales. La decisión no está tomada y se auguran meses de debate, dado que lo único claro es que ambos rechazan la propuesta de la empresa Metrovacesa, propietaria mayoritaria de los solares.

Es significativo también que el 23% de los participantes indique en los aparcamientos son la primera necesidad en sus barrios. La concejalía de Movilidad anunció este año, con el arreglo de un enorme solar enfrente del Palau de les Arts para que estacionen los vecinos, que no hará nada más parecido en solares destinados a equipamientos públicos. Tampoco ha impulsado la construcción de aparcamientos municipales más allá del que se encontró a media hacer el actual gobierno en la plaza Ciudad de Brujas.

Los colegios son una urgencia en los distritos sólo para el 3,2% de los participantes, lo que demuestra una red docente aceptable. Por el contrario, el 15,9% demanda nuevas instalaciones deportivas. El Consistorio trabaja ahora en el polideportivo de Nou Moles, en la plaza de Roma y con un diseño espectacular, además de la reforma integral de decenas de canchas al aire libre gracias a la elección de estas obras en los presupuestos participativos votados por los vecinos.

Al margen de consideraciones hay preguntas que llaman la atención. Es el caso de que el 83% de los encuestados cree que Valencia es la mejor ciudad de España para vivir, un porcentaje que se reduce hasta el 45,5% al comparar la capital de la Comunitat con el resto del mundo. Por nombrar alguna, Roma es la segunda clasificada con un 4,1%. En su mayor parte, hay una buena percepción de la situación de la ciudad, como que la inmensa mayoría piensa que es una ciudad apropiada para pasear. Por el contrario, el 44,6% piensa que necesita mejor accesibilidad.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha respaldado la idea también expresada por el vicealcalde y compañero Sergi Campillo. «Vamos a seguir con el plan que tenemos en los barrios de crear huertos urbanos». Ha añadido que «evidentemente seguiremos haciendo parques, como piden los vecinos, pero también huertos».

Ribó ha detallado que los huertos «son mecanismos que en otras ciudades europeas funcionan muy bien».

Del mismo modo, Ribó ha concluido, en referencia al último Infobarómetro de Valencia, que recogía que sólo un 1,7% de encuestados veía necesidad de crear huertos urbanos, que «una cosa son las encuestas, y otra las personas que sí están interesadas en tener un huerto porque de hecho, hay mucha demanda».