Vista del Hotel Sidi Saler. Irene Marsilla

Valencia trabaja en transformar el Sidi Saler en un hotel de mayores tras rechazar un juzgado su reapertura

La sentencia rechaza las alegaciones de la empresa contra la caducidad de la licencia de actividad y deja en manos del Ayuntamiento el futuro del complejo

Juan Sanchis

Valencia

Jueves, 17 de octubre 2024, 11:26

Una sentencia del juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Valencia no ha aceptado las alegaciones de la mercantil propietaria del Hotel Sidi Saler y rechaza la reapertura de las instalaciones, tal y como reclamaba la empresa.

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Es un paso más en la odisea ... de este hotel que comenzó en 2011 cuando los anteriores propietarios decidieron dar el cerrojazo a las instalaciones. Ahora, unos nuevos dueños pretenden reabrirlo.

En cualquier caso, los planes del Ayuntamiento de Valencia no se verán influidos por este fallo judicial. Fuentes municipales han señalado que esta sentencia era uno de los escenarios previstos y que no interfiere para nada en el proyecto que quiere impulsar el Ayuntamiento de Valencia consistente en un hotel ecosostenible para mayores en el Sidi Saler. Así se pronunció la alcaldesa el pasado mes de julio cuando apostó por un nuevo tipo de instalación más integrada en el área y más amable. El objetivo es que la nueva instalación esté muy sumergida en la zona proponiendo a los visitantes realizar recorridos por la Albufera.

La primera edil, María José Catalá, ha señalado este jueves en su visita al nuevo polideportivo de Nou Moles que buscan un modelo de hotel "diferente y compatible con el medio ambiente". Ha indicado que están estudiando la fórmula y ha recalcado que ha hablado con la Conselleria de Medio Ambiente para desatascar el proyecto. Por otra parte, Catalá ha rechazado la opción de una demolición, como planteaban los anteriores gestores municipales, por los costes medioambientales y ha puesto como ejemplo del escaso éxito de este tipo de intervenciones el caso del polideportivo del Saler que fue derribado pero pese a ello las dunas no se han regenerado. Fuentes municipales han explicado que el proyecto pasa por conceder una nueva licencia de actividad.

El hotel solicitó al Ayuntamiento de Valencia la reapertura de las instalaciones en 2019, un momento en el que el anterior equipo de gobierno tenía claro que quería clausurar el recinto y proceder a su derribo. La empresa (Divarian Propiedad SA y Coral Homes SL) no estuvo de acuerdo con la decisión de la Junta de Gobierno del 22 de julio de 2022 por la que se declaraba que la licencia de actividad estaba caducada e interpuso un recurso de reposición que no salió adelante. El paso siguiente fue la presentación de un contencioso administrativo del que ahora se ha hecho pública la sentencia en contra de los postulados de los promotores.

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El juez no ha aceptado los argumentos de la empresa y considera que el Ayuntamiento de Valencia puede declarar caducada la licencia de actividad del hotel al haber pasado más de dos años sin actividad de acuerdo con la legislación valenciana. Ahora se abre un nuevo panorama. Contra la sentencia cabe recurso, pero la mercantil, preguntada por este periódico, no ha aclarado cuáles van a ser sus siguientes pasos.

La Junta de Gobierno de julio de 2022 declaraba que la licencia de apertura había caducado lo que conllevaba el cierre de las instalaciones, paso previo a su demolición. Ante esta resolución, la empresa alega en el contencioso que había varios defectos de forma. En concreto, desde la mercantil explican que no se les puede aplicar la legislación que establece que las licencias ambientales caducan cuando la actividad se paraliza durante un plazo superior a los dos años excepto en el caso de fuerza mayor.

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Para la empresa, la inactividad ha sido provocada por una causa de fuerza mayor. Entre los argumentos en los que sustentaba su recurso, alega que como la concesión de la Dirección General de Costas para ocupar el dominio público marítimo se produjo en el año 2018, la complejidad del proyecto y los problemas generados por la pandemia del Covid-19 provocaron que no se pudiera poner en marcha el hotel en el plazo establecido.

Pero el magistrado considera que no se ha dado una causa de fuerza mayor para justificar el retraso en la reapertura. Resalta que el cierre del hotel se produjo en el año 2011 y no fue hasta el 30 de septiembre de 2019 cuando la empresa presentó la petición de licencia para obras de reforma, varios meses después de que el Ayuntamiento hubiera iniciado en enero el proceso para su derribo y ocho años después de que el hotel cerrara sus puertas.

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En este sentido, también rechaza que sea de fuerza mayor el retraso del Ministerio para la Transición Ecológica en el reconocimiento de la concesión. En este sentido, la sentencia señala que la orden del deslinde data de 2008 y no fue hasta 2016 cuando los propietarios pidieron a Costas la concesión que fue concedida en 2018 «sin que lo titulares de la concesión realizaran posteriormente solicitud alguna de cambio de titularidad de la licencia originaria».

Y tampoco acepta el argumento de que el expediente se paralizara por la pandemia, ya que el 1 de junio de 2020 se puso fin a la suspensión de plazos como consecuencia de la crisis sanitaria.

Por otro lado, el tribunal cree que las empresas no tienen razón cuando alegan falta de competencia del Ayuntamiento para dictar la resolución de cierre. Los recurrentes consideran que el recurso de reposición fue resuelto por la concejala delegada (en ese caso Lucía Beamud) que no tendría las funciones requeridas para ello y debería haber sido la Junta de Gobierno quien tomara esta decisión. En este sentido, la sentencia señala que «en modo alguno pueden identificarse con el supuesto que aquí nos ocupa» y rechaza los argumentos de la empresa.

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El fallo tampoco comparte la alegación de las mercantiles de que haya habido desviación de poder y señala que «la ubicación de un hotel en un parque natural necesariamente supone una controversia de naturaleza política que puede transcurrir en paralelo al ejercicio de la potestad administrativa».

Por su lado, la asociación Ecologista Agró ha aplaudido la decisión del tribunal y mantienen que la única solución válida para la conservación de la Albufera pasa por la demolición de este hotel.

Los grupos municipales de Compromís y PSPV han celebrado la sentencia. El concejal de Compromís Sergi Campillo ha expresado la satisfacción de la formación por el fallo "que avala la actuación de nuestro gobierno respecto a la caducidad de la licencia de actividad del hotel Sidi Saler". "Es un edificio que lleva cerrado desde 2011 y por tanto, y cumpliendo la ley, su licencia había caducado", ha insistido.

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Campillo ha advertido a la alcaldesa "que deje de retorcer la ley", acate la sentencia y "desista de su intento de reabrir este hotel de lujo en la Devesa". "El destino de esta mole en primera línea de playa debe ser la demolición y restauración ambiental del primigenio cordón dunar. En este tema se demuestra la enorme hipocresía de la alcaldesa y del PP: dicen que quieren proteger a la Albufera declarándola Reserva de la Biosfera pero, por otra parte, quieren reabrir un hotel de lujo en primera línea de playa natural en el corazón de la Devesa".

Por su parte, el portavoz del PSPV, Borja Sanjuan, ha celebrado que la Justicia "ha dado la razón al anterior gobierno progresista que decía que en un parque natural no se tiene que reabrir un hotel" y ha preguntado a Catalá "si después del reconocimiento judicial va a seguir empeñada en reabrir un hotel dentro de probablemente el espacio natural que más necesidad de preservación tiene en la ciudad de Valencia"

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