Alpinistas para 'curar' l'Assut de l'Or

Las inspecciones principales son inspecciones visuales, realizadas por personal técnico especializado y con experiencia en la detección y tratamiento de patologías estructurales, además la inspección técnica del sistema anti-caídas debe ser realizado por personal autorizado para ello. Estos trabajos se enmarcan dentro de la actuación que tiene encomendado el Ayuntamiento de Valencia de mantenimiento de las infraestructuras y de los puentes de la ciudad de Valencia, así como del manual de mantenimiento de dicha infraestructura.

Dentro de los trabajos recogidos en el Plan de Inspección y Mantenimiento del puente de se incluye la inspección de las capas de pintura de la estructura metálica así como de las soldaduras entre tramos, con especial hincapié en las ejecutadas directamente a pie de obra.

La inspección de las partes visitables con medios auxiliares habituales (cestas elevadoras) ya ha sido realizada por personal especializado. No obstante dada la singular configuración estructural del puente, la inspección de las soldaduras en el pilono o mástil requiere del empleo de un equipo de trabajos verticales en altura que deben ser realizados por alpinistas que además posean formación específica para la inspección.

El pilono tiene una altura de más de 100 metros, así que por motivos de seguridad y dado que la inspección de revestimiento y soldadura requiere del empleo de útiles de limpieza previa de las superficies y herramientas de medida, es necesario que ante el riesgo de caídas de algún objeto, mantener un perímetro sin tráfico alrededor del pilono, lo que obliga a cerrar al tráfico la totalidad del puente, tanto para peatones como para vehículos.

El puente está compuesto por un núcleo y 72 costillas que se sitúan a ambos lados de este. Cada apoyo tiene un peso de 21 toneladas. El eje central de la infraestructura es el mástil de un total de 125 metros de altura que se encuentra anclado al suelo mediante un sistema de 29 cables salientes de la parte delantera del pivote junto con otros cuatro hilos de retenida. Este mástil es la parte más afectada por la degradación debido a que es la zona más sometida a las inclemencias meteorológicas durante casi 20 años.

Oficialmente, se inauguró en 2008, pero lo cierto es que comenzó a construirse en 2004. Como tantas otras obras a inicios de siglo, la construcción del puente se detuvo en 2005 y se retomó en 2007. El proyecto, firmado por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava, se terminó de manera definitiva en 2008. La pasarela se abrió al tráfico de manera provisional el 20 de agosto de ese mismo verano con motivo de la primera edición del Gran Premio de Europa de Fórmula 1, evento que se celebraba por aquel entonces en Valencia tan sólo cuatro días después. Su apertura era importante para facilitar el tráfico hacia el sur de la ciudad, donde se organizó el evento, pero tras el gran premio se cerró de nuevo para terminar de dar los últimos toques a una obra que no estaba del todo terminada.