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Redacción
Martes, 1 de octubre 2024
El Gremio de Maestros Confiteros de Valencia ha entregado este martes los premios de su Concurso de Sant Donís 2024 a las mejores «mocaoràs» de la Comunitat Valenciana en sus diferentes categorías. En un año en que los maestros confiteros han mostrado un grandísimo nivel en sus apuestas, Pastelería Aixa de Puçol se ha alzado nuevamente con el premio a la Mejor Mocaorà gracias a Homenaje a Marina (con la reproducción del espolí de la FMI de Valencia 2024), el Mejor Escaparate ha sido para David Esteve Pastisseria con una reproducción del pórtico gótico de la catedral de Valencia, acompañado por un homenaje a las manteletas de faller. Pastelería Pana ha conseguido con su mazapán de cacau del collaret ser la Mejor Innovación. Dulces Martín ha logrado el galardón a la Mejor Degustación. El premio a la Mejor Pieza Comercial que se estrenaba este año ha sido para Pastelería Llopis de Alzira.
Con más de 40 años de vida, el Concurso de Sant Donís del Gremio de Maestros Confiteros es el más antiguo y el de mayor nivel de todos los que se celebran en la Comunitat Valenciana porque sólo se pueden presentar las pastelerías que tiene el sello de calidad artesana del Gremio, avalado por el Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana. Este año, Carlos Soria, de Harinas Brocal ha actuado como presidente del jurado. «Ha sido un auténtico desafío juzgar unas propuestas con tantísimo nivel, son piezas de pastelería pero también de artesanía y hay que agradecer a todos los participantes este esfuerzo que hace que cada año se eleve el nivel de un concurso que es único», explica Soria.
Pastelería Aixa de Puçol ha ganado el premio a la Mejor Mocaorà, un galardón que premia a aquella pastelería que demuestra tener el mejor conjunto de sabor, presentación y formatos. Con este año ya son 14, los galardones que atesora Eliseo Valls Aixa. Su Homenaje a Marina, la Fallera Mayor Infantil de Valencia 2024, es una oda a la artesanía que nace de la amistad de años que Valls Aixa tiene con la familia de la niña. En el trabajo de decoración de la piula y el tronaor, ha reproducido el espolí que Vives y Marí, tejieron en exclusiva para que la FMI lo estrenara el día de su exaltación. Fondo en gris imperial y un trabajo en oro volteado crema para la orla que rodea el ramo en colores rojo, rosa y azul.
A este minucioso trabajo se suma como cada año el acabado extremadamente realista de las frutas y verduras.
David Esteve Pastisseria de Valencia se ha llevado el premio al Mejor Escaparate. Con un montaje de inspiración fallera en que destacaban las reproducciones de las manteletas plasmadas sobre las piezas de la piula y el tronador. Al fondo rematando la escena, una reproducción en madera del pórtico gótico de Catedral de Valencia.
El premio a la Mejor Pieza Comercial que se estrena este año ha sido para Pastelería Llopis. Con esta nueva categoría, el Gremio quiere premiar la mejor fruta de venta al público. En esta categoría se pone el acento en los pequeños detalles como si la pieza está pintada a mano o con aerógrafo. Todas piezas destacaban por su delicadeza, su tamaño adecuado y su fino acabado.
Pastelería Pana de Meliana, se ha llevado el premio a la Mejor Innovación con un arriesgado mazapán de cacau del collaret. El jurado ha destacado el sabor acertado de un cacau que es autóctono de la comarca de L'horta y que además tenía un acabado extremadamente realista.
El galardón a la Mejor Degustación que premia la presentación de la mocaorà para su consumo ha sido para Dulces Martín. El jurado ha valorado el dulzor, la textura, el tipo de almendra, y la cantidad y calidad del relleno de la piula y el tronaor.
Las pastelerías agremiadas con sello de calidad se dan cita en el Concurso de SantDonís del Gremio de Maestros Confiteros, que es el certamen más antiguo de estas características que se celebra en la Comunitat. «Llevamos más de 40 años organizando el concurso. Su origen está precisamente en la búsqueda de la excelencia que siempre ha caracterizado al Gremio de Maestros Confiteros. Queríamos subir el nivel de calidad tanto de la materia prima como de las elaboraciones que se realizaban y lo conseguimos. Pueden haber muchos concursos pero las mejores pastelerías con sello de calidad artesana sólo participan en el concurso de Gremio», explica García Coy.
El concurso es una línea más en la historia de la mocaorà, que está íntimamente unidaa la historia de los confiteros valencianos. Según la leyenda cuando Jaime I conquista Valencia en 1238, la población local agasajó al monarca, a su mujer NaViolantd'Hongria y a sus soldados con frutas y verduras de la Huerta de Valencia. Durante las conmemoraciones de la conquista en años y siglos posteriores la tradición de regalar frutas y verduras se mantuvo, una fiesta a la que se añadió además el lanzamiento de todos tipo de instrumentos pirotécnicos desde las terrazas y ventanas de los valencianos, entre ellos, encontramos la piula y el tronaor.
Las celebraciones se mantuvieron hasta que Felipe V, las prohibió con los Decretos de Nueva Plata a principios del SXVIII. Es en ese momento cuando los confiteros valencianos entran en la historia con la creación de la mocaorà tal y como la conocemos ahora. Los antepasados de los pasteleros actuales no iban a dejar que el pueblo se quedará sin su celebración del 9 d'Octubre y sortearon la prohibición real, elaborando con mazapán las frutas, las verduras, la piula y el tronaor.
Estos últimos años, el Gremio de Maestros Confiteros de Valencia ha apostado por acercar su labor al público de a píe. «Al final los valencianos deben conocer que tienen el Gremio más antiguo de Europa, que sigue muy vivo y trabajando para hacer grande la pastelería valenciana desde la formación en nuestra Escuela Superior de Pastelería hasta la existencia de nuestro el
sello de calidad artesana que tienen todos nuestros agremiados y que viene a certificar que todo el proceso productivo y las materias primas que se emplean son de primerísima calidad. En el Gremio de Confiteros tenemos el firme propósito de convertir a Valencia en un referente nacional e internacional de la pastelería» explica García Coy.
El Gremio de Maestros Confiteros de Valencia es el más antiguo de Europa. Aunque la fecha de fundación oficial es 1644, varios siglos antes, concretamente en 1283 ya había constancia de la presencia en Valencia de un Gremio de Cereros y Confiteros. En 1350 se produce una escisión de este gremio, naciendo el «Gremit de Sucrers» hasta llegar al 1644 cuando se produce el reconocimiento oficial como Colegio Mayor del Gremi de Mestres Sucrers.
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