Puestos del mercado de agricultores instalado junto al mercado de Colón. Toni Bartolomé

El mercadillo de agricultores de Colón no despega

Los vendedores admiten que «las ventas están siendo flojas, pero hay que esperar a ver si se consolida», mientras que los comercios del interior del mercado exigen al Ayuntamiento que los reubique

Lola Soriano

Valencia

Martes, 25 de abril 2023, 19:18

El mercado de agricultores que el Ayuntamiento de Valencia ha instalado en le calle Martínez Ferrando, junto al mercado de Colón, no acaba de despegar. Este martes se han vuelto a montar las jaimas con paradas de las verduras y algunas de frutas, ... horchata o mermeladas regentadas por agricultores y las ventas de momento están siendo escasas, como reconocen los propios vendedores.

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El Ayuntamiento de Valencia no ha hecho caso a la petición formulada por los comercios asociados del interior del mercado de Colón que exigen que no se permita en este punto el mercadillo, al considerarlo una competencia desleal, pero la realidad es que este martes ya cumple su quinta semana, pese al malestar generado.

A las 9 horas, cuando ha comenzado este mercadillo de tira de contar, no había clientes y a las 10.15 horas eran pocos los viandantes que se acercaban a comprar.

Juanfran Cortés, uno de los agricultores que ha montado la parada reconocía que de momento «no se está vendiendo mucho, está flojo. El primer día no estuvo mal, al ser la novedad, pero el resto de semanas de momento están siendo mediocres». Incluso añade que si «siguiera así, no sería un buen mercado».

Acto seguido, lo matiza y opina que es un mercado nuevo «y hay que darle tiempo para poder valorarlo. Cuando pase un año y hayamos pasado todo un ciclo de productos de temporada, como las coles de invierno, o los tomates de verano, veremos». Insiste en que hay «que ser paciente, escuchar a las dos partes, dar vueltas al tema y el tiempo hará que las cosas se vuelvan evidentes».

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Y es que Cortés comenta que han llevado «dos años de tramitación para poder llegar aquí y que nos autoricen una concesión a 15 años. Se precisarían al menos dos meses para hacer tramitaciones de nuevo si nos mandan a otro sitio. Veo más viable que los de la frutería que están dentro del mercado suban los martes a vender con nosotros, pero al parecer no quieren». Cortés añade que tienen la incertidumbre de no saber si los cambiarán.

Otra vendedora, de la parada Camí de l'Horta, también reconoce que de momento la venta está siendo floja, «pero hay que esperar y tener paciencia porque el mercado se establece poco a poco».

El mercadillo, este martes. Toni bartolomé

Detalla que muchos de ellos están vendiendo productos ecológicos y añade: «Los vendedores de dentro del mercado podían subir los martes con nosotros. Y si dicen que dentro pagan mucho por estar, no es nuestro problema y tampoco queremos que tengan menos venta. Nos gustaría que se crearan sinergias».

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En otro de los puestos, Pau Castells, también reconoce que las ventas «no están yendo muy allá, pensábamos que habría más venta, pero es que también ha habido muchos días de fiestas por la Pascua y por los puentes de los lunes. Igual es eso».

Defiende las bondades de los productos que ofertan «porque son cogidos del campo esta misma mañana y los traemos al centro de la ciudad». Reconoce que si «las ventas siguen así, igual enviarnos a una nueva ubicación sería más adecuado, porque igual la gente no está preparada para el cambio». Añade que, en cambio, «en Malilla sí se vende mucho, funciona muy bien, al igual que en Castellar y Benimaclet, porque los propios vecinos pedían el mercado de calle».

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En la parada Casa Torres, de la Vall d'Albaida, explican que para ellos es «una oportunidad venir a vender nuestro producto. Y en cuanto al malestar generado con los comercios del mercado de Colón, responden que competencia «en cualquier mercado existe, otra cosa es que la consideren desleal porque también pagamos permisos y tasas». Y añaden que si «el puesto de verduras que hay dentro del mercado pagan mucho, no es nuestra culpa».

En otra parada, Carmen atienda a una mujer y opina que la gente mayor «ha apreciado que estemos aquí, para tener los productos frescos cerca y no tener que depender de sus hijos para acompañarles». Y en otra parada, Eric Mariey, propone que hay «que esperar un poco para ver cómo funciona porque traemos productos ecológicos y también hay que dialogar».

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Reunión con los agricultores del mercadillo

Cabe destacar que, según ha podido saber LAS PROVINCIAS, el martes 2 de mayo los agricultores que participan en este mercadillo tienen una reunión en la concejalía de Agricultura para valorar la situación.

Además, este jueves los concejales de Compromís Pere Fuset, como portavoz, y el edil de Agricultura, Alejandro Ramón, presentarán una moción con la que pretenden recibir el respaldo para elevar a la Generalitat la petición de que blinden la tira de contar, tanto la que se ejerce en Mercavalencia como en mercados como el del Cabanyal y Mossén Sorell y ahora fuera del mercado de Colón. Al parecer, quieren blindar esta tradición que podría servir para justificar la presencia de estos vendedores de los martes junto al mercado de Colón y en otros puntos.

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Por contra, los comerciantes del interior del mercado de Colón sí saben cuál debería de ser la solución. José Manuel Manglano, portavoz del colectivo, explica que los agricultores «tienen que vender sus productos dentro de los mercados, que son los recintos alimentarios destinados a ese fin, y no en la calle y haciendo competencia al resto de compañeros».

Además afirma que no entienden la posición adoptada por el Ayuntamiento de Valencia, «porque el concejal de Agricultura lo que está haciendo es enfrentar a los agricultores entre sí, a los que tienen paradas en los mercados y a los que les dan permiso para vender en la calle. Hay muchos puestos vacíos en los mercados y tienen estos mercados sin invertir y dejándolos morir».

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Manglano recuerda que en la primera reunión con el Ayuntamiento «nos dijo el concejal de Agricultura que si se producían mermas en las ventas del compañero que vende verduras en nuestro mercado, que trasladarían el mercado de tira de contar a otro lado y en la reunión de la semana pasada dijo que nada de eso, cuando está grabado lo que dijo».

Añade que rechazan «volverse a reunir para crear una mesa de negociación porque no queremos formar parte de una pantomima». La primera semana que se montó este mercadillo cerraron todos los puestos del mercado de Colón en señal de protesta, ahora siguen indignados y esperan que el concejal de Agricultura «cumpla con la primera palabra que dio y que retire los puestos de la calle».

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Lamentan que, a pesar de «haber presentado la demostración de que el compañero de las verduras está perdiendo ventas, no nos hagan caso. Pueden hundir un negocio cuando el dueño también es agricultor y en el mercado del Colón se ha vendido desde 1916, hay una tradición». Manglano describe que si «cada uno de los que ha puesto la parada en la calle vende cien euros al día y son unos seis, pues 600 euros que no gana nuestro compañero y eso no puede ser».

Critican que quieran hacer «dos tipos de agricultores, los que están en la calle y pagan sólo 1,82 euros por vender y los que estamos en los mercados y pagan impuestos y pasan estrictos controles sanitarios y de riesgos laborales. Queremos agricultores, pero que trabajen a nuestro lado en los mercados, no fuera».

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También recuerda que si bien el principal afectado es el compañero que vende frutas, «en estos puestos de la calle también están vendiendo horchata o mermeladas que también ofertamos en los comercios del mercado de Colón y si es cierto que hay otra persona que está tramitando para poner una parada de quesos, pues sería una nueva competencia desleal».

Por su parte, Fina, de la tienda Frutas y Verduras Fina, como afectados directos, recuerda que su marido «también es agricultor y también compramos en la tira de contar de Mercavalencia, pero es injusto que pongan estas paradas en la calle porque si compran arriba las lechugas, coles, alcachofas o el resto de productos, pues la gente tiene para pasar la semana y no me afecta a mí un día, sino toda la semana».

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También añade que no está claro «que a los que venden fuera les habiliten un aparcamiento gratis en la Alameda y mi marido y el resto de comerciantes tengamos que pagar por aparcar y buscarnos la vida». Sobre este tema, desde uno de los puestos de la tira de contar, concretamente desde Casa Torres, opinan que en este caso «la solución es que también pidan ellos poder aparcar, no decir que lo quiten a todos».

Ajenos al conflicto creado, compradores como Isabel Castillo, han acudido a comprar en la tira de contar «porque me gusta la calidad del producto». Y en cuanto al malestar de los comercios del mercado de Colón por la competencia desleal, afirma que «la verdad es que no conozco las condiciones de cada uno».

Otra compradora, Eva P., reconocía esta martes que desconocía que dentro del mercado de Colón hubiera una parada de verduras y otro cliente, Roberto Estela, ha explicado que siempre «voy en busca del producto de proximidad, sea en Campanar, Poble Nou y también en el mercado de Ruzafa. Opino que hay mercado para todos».

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