El mercadillo de la playa llega antes al Cabanyal que las sombrillas, hamacas y quioscos

Este año los comerciantes que venden productos artesanos y artículos de playa han llegado antes que los quioscos, hamacas y sombrillas de la zona de arena, ya que la concejalía que dirige Giuseppe Grezzi todavía no ha resuelto la concesión de este servicio de verano.

En la jornada del miércoles comenzó el montaje de las casetas. Se instalarán un total de 31 y tienen permiso para permanecer en el paseo marítimo desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre. El horario es de 11 a 23 horas, de lunes a jueves, y de 11 a 00 horas, de viernes a domingo.

Mientras los turistas y visitantes de la playa todavía no pueden disfrutar de las zonas de sombraje ni tomar un refresco o unas papas a pie de orilla, porque el Ayuntamiento de Valencia que preside Joan Ribó se ha dormido con la tramitación de la concesión -algo que no ocurre en la vecina playa de La Patacona- los que sí van avanzando en el montaje son los comerciantes del paseo.

Eso sí, un año más tendrán que usar grupos electrógenos para tener luz al anochecer en las paradas, que generan problemas de ruido y son contaminantes porque precisan gasolina para funcionar, ya que las administraciones no les han buscado alternativas para ser menos molestos o contaminantes.

Como explican desde las paradas, «si hay 31 puestos, pues tendrán que haber 31 grupos electrógenos, no tenemos otra alternativa» y añaden que «con el precio que tiene ahora la gasolina, nos puede llevar a gastar entre 10 y 20 euros diarios, y eso que sólo lo encendemos cuando se va el sol».

Años atrás los vendedores trataron de tramitar una petición para hacer una toma eléctrica y darse de alta en una compañía eléctrica, «pero Costas no nos autorizó porque decía que no se permiten tendidos aéreos».

Cabe recordar que en 2017 se llegaron a mostrar en el paseo marítimo dos proyectos de puestos con placas solares, como resultado del concurso conocido como Transition Cities 2016, con el que se pretendía fomentar que los puestos ambulantes, como por ejemplo los mercados, utilizaran placas solares para almacenar y suministrar energía evitando el uso de grupos electrógenos, pero sólo fue una prueba que no se ha traducido en una instalación general.

En aquel verano de 2017 también se emplearon estos puestos de muestra para tratar de promocionar esta energía entre los vecinos y paseantes que acudían al paseo, para que la trasladaran a sus hogares, pero la realidad es que los puestos de la playa de este verano seguirán generando luz con gasolina.

En estas 31 paradas se podrán adquirir productos artesanales, bisutería, cerámica, gafas de sol sin son homologadas con la marca CE, dibujos, pinturas y también artículos de playa como trajes de baño, toallas, pareos, gorras, chancletas, palas, pelitas, bolsas y capazos y flotadores.

Cabe destacar que si el pasado año la tasa que pagaban estos vendedores por instalarse en el paseo todo el verano era de 35 euros, este año el Ayuntamiento de Valencia la ha doblado y alcanza los 79 euros.

Además, los vendedores afirman que sigue sin resolverse el tema de la permanencia en la parada. «Resulta que si contratamos a gente, el titular de la parada no puede dejar a esta persona sola en ningún momento porque no nos dejan autorizarlos. Vamos que no podemos ni ir al baño dejando a un responsable contratado en la parada y claro eso no es fomentar el empleo porque si tiene que estar el titular todo el rato o un familiar, en el caso de que esté dado de alta, pues al final no se contrata a gente», añaden.

• Temas
• Ayuntamiento de Valencia
• Giuseppe Grezzi
• Playas de Valencia