El Mercado de Benicalap carga contra el Ayuntamiento por hacer una reforma sin consultar

Los comerciantes del Mercado de Benicalap de Valencia están en pie de guerra contra el Ayuntamiento. La decisión del gobierno municipal de hacer una reforma en el centro para colocar unas dependencias de la concejalía de Asuntos Sociales ha enfadado a los vendedores, a los que nadie les ha consultado. Y es que estas obras causarían problemas logísticos a los profesionales del mercado, que se verían obligados a desplazarse a la otra punta del recinto, unos 70 metros, para poder acceder al género y llevarlo a sus tiendas.

Las obras están ya licitadas pero aún no han comenzado y los comerciantes quieren que el Ayuntamiento se replantee la reforma para tener más en cuenta su opinión y necesidades. Los tenderos, que son unos 25 actualmente, están agrupados en la Asociación de vendedores del Mercado de Benicalap y van a llevar a cabo diversas protestas próximamente contra esta decisión del gobierno municipal.

Esta semana los técnicos de la concejalía de Comercio fueron al Mercado de Benicalap para estudiar cuáles iban a ser los trabajos a realizar. Una presencia que alertó a los comerciantes, que no sabían nada de la reforma ya licitada y de la que se enteraron en ese momento. Y al conocer las molestias que les iba a ocasionar, mostraron su disconformidad. Les obligan a ir hasta la otra esquina del recinto para acceder a los alimentos, e incluso subir y bajar unas rampas, algo que complicará mucho su trabajo y puede hacer que se resienta la atención al cliente, según aseguran.

El presidente de esta Asociación de vendedores del Mercado de Benicalap, Óscar Torres, critica que nadie les ha consultado nada y detalla en qué les afectará. «Tenemos un pasillo por el que vamos a un montacargas y nos lo van a eliminar, nos quieren hacer pasar por todo el garaje, cargados muchas veces con el género, es una gran molestia», explica. Es decir, la obra les hará tener que recorrer unos 70 metros más que ahora mientras transportan varios kilos de frutas, carne o pescado, y varias veces al día. Un despropósito. «Disponemos de un pasillo lateral que va directamente al montacargas, pero ese pasillo se lo va a quedar Asuntos Sociales, y ahora nos toca recorrer todo el mercado por debajo para poder llegar a nuestras cámaras donde tenemos los alimentos», argumenta.

La petición de los comerciantes es clara: «Tienen otra zona enorme del mercado vacía que no afectaría a nadie. Queremos que el Ayuntamiento nos deje como estamos, y podamos seguir bajando por donde lo hacemos siempre y que no nos hagan dar toda la vuelta cargados. Nos van a construir otro pasillo paralelo que nos va a obligar a dar un gran rodeo por el parking», señala Torres.

La reforma no afectará a los clientes, pero sí al trabajo diario de los comerciantes, que ahora tienen un montacargas muy cerca de sus tiendas y que baja directamente a las cámaras. Con las obras, esa zona que da acceso al montacargas desaparecerá, ya que pasará a formar parte de las nuevas dependencias de la concejalía de Asuntos Sociales, y los vendedores tendrán que ir a la zona opuesta del mercado.

Las futuras oficinas de esta concejalía irán ubicadas en unos locales del mercado que llevan años vacíos. Contarán con cinco despachos de atención al público, tres grandes zonas de trabajo, sala de reuniones, archivo, almacén y área de recepción.

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