El mercado más antiguo de Valencia reabrirá en enero después de tres años de rehabilitación

Fue el precedente del Mercado Central, el mercado del Grao es el más antiguo de la ciudad y por fin Valencia lo recupera después de tres años de obras de rehabilitación que han conseguido conservar la estructura original de principios del siglo XX. El edificio que se terminó en 1910, es característico del primer modernismo, sobre todo por el uso del hierro como principal material para su construcción.

El barrio del Grao, a pesar de sus ganas, no recuperará el marcado hasta el nuevo año, pasada la campaña de Navidad, al menos así lo prevé el Ayuntamiento, que este miércoles se congratulaba del resultado final tras la actuación. Más de tres años han tenido que pasar para ver el proyecto terminado porque se topó con quejas vecinales, una DANA y después la pandemia.

Fueron cuatro paradas las que mantuvieron en pie el edificio, las mismas que consiguieron salvarlo.Un bar, una pescadería reubicada ahora en el mercado del Cabanyal, una charcutería y una tienda de encurtidos que ha estado vendiendo en el de Nazaret durante las obras.

Por ahora lo que queda es reacondicionar esas cuatro paradas, para que sus propietarios puedan continuar con su venta, al conservar todavía los permisos. Las 15 restantes saldrán a subasta durante estos meses. El concejal responsable del área de Comercio, Carlos Galiana, ha matizado que la oferta estará marcada en las bases de la subasta para repartir la oferta y evitar que haya excesos en ciertos productos. «Las paradas tendrán nombre y apellidos en cuanto al producto se refiere para que no todo sea pescadería, o no todo carnicería, habrá oferta», ha remarcado.

Pero quién quiera participar en la subasta deberá saber que el horario será también de tardes. Es decir, el Ayuntamiento forzará a los vendedores a abrir también por las tardes para así poder adaptar el funcionamiento del mercado al «ritmo de vida de los valencianos», según destacó Galiana.

El interés por el mercado ha ido creciendo. Primero por los vecinos, que esperan con ansias su reapertura ya que se quedaron sin servicios en el barrio, tan sólo tienen un supermercado, según aseguran, y quieren recuperar este espacio después de tantos años en obras. Después el interés ha llegado por parte de los vendedores y comerciantes, que no han dejado de acribillar a preguntas a la concejalía de Comercio para recopilar información, conocer los plazos e informarse sobre cuándo se podrán inscribir en la subasta.

El Grao fue el primero en contar con un edificio para ubicar a los vendedores porque las autoridades querían evitar enfermedades y empezaron a mejorar los servicios públicos para evitar epidemias. Y así fue como este mercado fue el pionero y el precedente de otros como el Central, así lo ha explicado este viernes el arquitecto José María Tomás Llavador, encargado de diseñar el proyecto de rehabilitación. «Hemos conservado toda la estructura, las columnas de hierro son las originales, y hemos adaptado la construcción al entramado del barrio, para darle continuidad y que esté perfectamente integrado», añade.

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